Propaganda y festividad en la cartelería del artista gibraltareño Gustavo Bacarisas (y II)

Instituto de Estudios Campogibraltareños

Bacarisas utiliza metáforas visuales y símbolos para transmitir conceptos complejos de manera sencilla y atractiva

A través de su talento artístico, Bacarisas logró inmortalizar el espíritu festivo de la feria, dejando una marca indeleble en la historia del arte y del cartelismo español

Gustavo Bacarisas, el pintor de las costumbres

Cartel promocional para la Exposición Iberoamericana de 1929.
Cartel promocional para la Exposición Iberoamericana de 1929.
Juan Carlos Molina Moral

03 de marzo 2025 - 04:01

Cartel Exposición Iberoamericana de Sevilla, año de 1929

Bacarisas también participa de manera activa en la Exposición de 1929, con el diseño del cartel que sería propaganda y difusión del cartel para el certamen expositivo convocado, además de la decoración cerámica del Pabellón Real y el de Argentina junto a las pinturas del mismo salón.

Bacarisas, mantenía buenas relaciones institucionales con el binomio Comité Ejecutivo de la Exposición y con miembros de la alcaldía como es el caso Santiago Martínez, asesor artístico de la exposición, quién presumiblemente le haría encargo directo del cartel. Recordemos que Bacarisas fue durante el año 1928 fue el presidente de la sección de Bellas Artes del Ateneo, cargo que promoviera buenas relaciones artísticas con la pléyade de artistas locales.

Tras varias investigaciones que quedan recogidas en la tesis Un acercamiento a la evolución del diseño gráfico en Sevilla, desde los dos carteles conmemorativos de la Exposición Iberoamericana de 1929 y Exposición Universal de 1992, pudimos saber a través de un anuncio en prensa del encargo del cartel por la comisión de la Exposición Iberoamericana.

"El Comité Ejecutivo de la Exposición Iberoamericana encargó el cartel anunciador del grandioso certamen que prepara Sevilla al pintor andaluz Gustavo Bacarisas, insigne intérprete del color y de la luz de la Bética, llama y serrana, y también el maestro insuperable de técnica y gusto decorativos. El artista ha entregado estos días su obra, a la vez que una bellísima portada para los folletos de propaganda. […] No pudo expresarse el significado de la Exposición con más sencillez ni con más arte.

En cuanto a la iconografía del cartel, observamos alusiones a una naturaleza exótica que el modernismo utiliza de manera recurrente como medio expresivo. De igual manera, los elementos que componen la imagen, al tratarse del Cartel Oficial de la Exposición Iberoamericana de Sevilla, Bacarisas se recrea con los elementos representativos del evento. Al igual que el resto de cartelistas, no desdeña el viejo recurso modernista (Art Déco y Noucentista) de emplear a la mujer como símbolo. Hasta este momento, se representaba Sevilla habitualmente a partir de una serie de símbolos e iconos de corte más tradicionalista, como la Giralda, la mujer vestida de mantilla o los claveles. En el caso del cartel de Bacarisas, Iberia ofrece el Laurel de Oro, símbolo de la grandeza española a las diferentes naciones participantes.

Se hace necesario destacar el cromatismo y el contraste de tonos complementarios de colores rojos y verdes en los vestidos de las mujeres; el tono verde actúa como color de continuidad junto al amarillo, lo que acaba unificando la composición en los diferentes vestidos y complementos. Iberia lleva el color verde en el camafeo en su escote, quedando en conjunto una composición fresca, enérgica, dinámica y cálida".

Cartel promocional para la Exposición Iberoamericana de 1929.
Cartel promocional para la Exposición Iberoamericana de 1929.

El cartel de Bacarisas no solo servía como promoción de la exposición, sino también como una obra de arte que capturaba la esencia de Sevilla y su papel como puente cultural entre España y América Latina. La Exposición Iberoamericana tenía como objetivo mostrar los avances en tecnología, industria y arte de los países participantes, y el cartel de Bacarisas encapsulaba ese espíritu de innovación y celebración cultural.

Este tipo de carteles eran esenciales para atraer visitantes y comunicar la importancia del evento. El estilo de Bacarisas, con su capacidad para combinar tradición y modernidad, hizo que su trabajo se convirtiera en una representación icónica de la Exposición Iberoamericana de 1929.

De nuevo la composición se apoya sobre el faldón tipográfico, donde podemos apreciar que la tipografía del cartel de Bacarisas sigue los principios del Art Déco, caracterizado por formas geométricas limpias, líneas rectas y una estética elegante que refleja la modernidad de los años 20.

La elección de una tipografía sans serif en un estilo Art Déco subraya la intención de la Exposición de presentar una imagen de progreso y modernidad, a la vez que celebra la tradición y la cultura. La claridad y elegancia de la tipografía complementan las vibrantes imágenes de Bacarisas, haciendo del cartel una pieza tanto funcional como estética.

Cartel Feria y Fiestas de Sevilla, año de 1948

Años más tarde, y como hemos podido recoger de la Secretaría Municipal del negociado de Festejos, nº 4 del año 1947: “[…] con motivo de celebrase el Centenario de la Feria de esta ciudad, unido a la conveniencia de preparar con bastante anticipación lo concerniente a la propaganda de las Fiestas Primaverales del expresado año, mueven al Teniente de Alcalde Delegado de festejos que subscribe proponer a V.E. que se convoquen dos concursos independientes uno del otro, para la elección de los carteles anunciadores de la expresadas Fiestas Primaverales, referido al primero a la Feria de Abril y el otro a las solemnidades de Semana Santa, con premio de cinco mil pesetas a los autores de los carteles respectivos que se elijan. […]. Por otro lado, se convocan dos concursos independientes uno del otro, para la elección de los carteles anunciadores de la expresadas Fiestas Primaverales, referido al primero a la Feria de Abril y el otro a las solemnidades de Semana Santa, con premio de cinco mil pesetas a los autores de los carteles respectivos que se elijan. En consecuencia, y por lo que se refiere al cartel alusivo a la Feria, la Delegación que firma tiene el honor de someter a la superior aprobación de V.E las siguientes bases que han de regir el concurso que se convoque. La dimensión del cartel será de un metro de alto por setenta y dos centímetros de ancho, incluyendo en la parte baja la inscripción Sevilla 1948-Centenario de la Feria de Abril, sería reproducido en técnica litográfica y el jurado estaría formado por el Sr. Teniente de Alcalde Presidente de la Comisión de ferias y Festejos, dos Sres capitulares designados por la Alcaldía, los Sres directores del Museo Provincial de Bellas Artes y de la Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría y el Sr. Comisario de la sexta Zona del servicio de Defensa del Patrimonio Artístico Nacional y un miembro representante de la Vicesecretaría de Educación Popular.

El día 19 de mayo de 1947, se reunieron en la casa consistorial el jurado citado anteriormente para la calificación de los trabajos presentados al certamen, con arreglo a las bases que fueron leídas por el secretario habilitado del jurado. Se presentaron diez propuestas en total que el propio jurado pudo examinar detenidamente y tras un riguroso estudio y cambio de impresiones acordó por unanimidad declarar desierto el concurso por estimar que ninguno de los trabajos presentados reúne méritos suficientes para anunciar el centenario de la Feria de Sevilla, que se celebraría en 1948.

Posteriormente en la sesión celebrada por la Comisión Municipal permanente, el día 21 de mayo de 1947 y dada la premura por la elección del cartel que representaría el centenario de la Feria de 1948, la Comisión acordó autorizar a la propia alcaldía para que hiciera las gestiones oportunas, para la elección del artista o de los artistas que crea convenientes, y así de este modo encomendarle la ejecución del cartel.

Detalle del encargo para el diseño del cartel de las Fiestas de Primavera de 1947 de Sevilla a Gustavo Bacarisas.
Detalle del encargo para el diseño del cartel de las Fiestas de Primavera de 1947 de Sevilla a Gustavo Bacarisas.

Días más tarde en la sesión celebrada el 28 de mayo de ese mismo año, el Sr. Alcalde, designaría a dos artistas sevillanos, la confección de los carteles de las Fiestas Primaverales de la ciudad hispalense, siendo el de Semana Santa para el artista Juan Miguel Sánchez y el del centenario para Gustavo Bacarisas”.

El cartel representa una escena típica de la Feria de Sevilla, con una mujer vestida de gitana ofreciendo un vaso de vino a un hombre vestido de corto. Es una imagen que evoca la atmósfera festiva y tradicional de la feria, con elementos como la indumentaria tradicional y la hospitalidad representada en el gesto de ofrecer la bebida. Este tipo de escenas son comunes en los carteles de eventos como la Feria de Sevilla y suelen reflejar la cultura y las tradiciones locales.

Cartel promocional para el centenario de la Feria de Sevilla de 1947.
Cartel promocional para el centenario de la Feria de Sevilla de 1947.

En 1948, estos vestidos solían tener mangas largas o cortas, con volantes en los puños, y el escote podía variar, desde escotes cuadrados hasta escotes en forma de corazón o escotes de hombros caídos. Los volantes eran una parte fundamental del diseño, adornando la falda en capas o formando cascadas alrededor del cuerpo. Los colores también eran muy importantes en los vestidos de gitana de esa época, con tonos vibrantes como el rojo, el amarillo, el verde y el azul. Los estampados florales y los lunares eran comunes, aportando un toque alegre y festivo a la vestimenta. En cuanto a los accesorios, las mujeres que vestían trajes de gitana solían llevar pendientes grandes, peinetas o flores en el pelo, y a menudo llevaban mantones de Manila o mantoncillos para completar el conjunto. Los vestidos de gitana en 1948 seguían la estética tradicional de la moda flamenca, con faldas amplias, volantes, colores llamativos y una rica ornamentación que reflejaba la pasión y la alegría del baile flamenco.

Por otro lado, el “traje de corto ganado” es un término que parece referirse a una variante del traje de corto tradicional que se utiliza en el ámbito de la tauromaquia, específicamente en corridas de toros y eventos relacionados con la ganadería. En este contexto, el traje de corto ganado podría ser una adaptación del traje de corto convencional para satisfacer las necesidades y tradiciones específicas de estos eventos.

En las corridas de toros y otras actividades relacionadas con la ganadería, los participantes suelen llevar atuendos especiales que combinan la funcionalidad y la tradición. Estos trajes suelen estar diseñados para permitir libertad de movimiento y protección, al mismo tiempo que reflejan la estética y la herencia cultural de la tauromaquia. Por otro lado, Jose Fernando Gabardón afirma que: “El cartel en sí mismo desprende una escena en que por sí misma podríamos calificar de tradicional, una pareja conversando en medio de una calle del Real, en la que aparece al fondo una hilera de tres casetas, a lo que se le añade la silueta de la Catedral que se vislumbra entre los propios farolillos”.

Los colores elegidos por Bacarisas no solo cumplen una función estética, sino que también tienen un profundo significado cultural.

Representan la vitalidad de la Feria de Sevilla y la riqueza de la tradición andaluza, celebrando tanto la historia como el espíritu contemporáneo del evento.

El uso magistral del color en el cartel del Centenario de la Feria de Sevilla de 1948 por Gustavo Bacarisas ejemplifica su habilidad para captar la esencia de la cultura andaluza y transmitirla de manera visualmente impactante. Los colores vibrantes y bien equilibrados no sólo atraen la atención, sino que también comunican el entusiasmo y la festividad del evento, haciendo del cartel una obra memorable y significativa.

Principalmente se utiliza una tipografía sans serif, lo que aporta un toque de elegancia y formalidad, apropiado para celebrar el centenario de un evento tan significativo. Con una proporción equilibrada, con trazos claros y definidos que facilitan la legibilidad.

La tipografía del cartel del Centenario de la Feria de Sevilla de 1948 por Gustavo Bacarisas no solo cumple una función informativa, sino que también añade un nivel de sofisticación y belleza al diseño general. Con su elección de una tipografía condensada que marca su estilo, especialmente en el texto de Bacarisas logró crear un cartel que no solo anuncia el evento, sino que también captura su espíritu festivo y cultural, haciendo del cartel una obra memorable y estéticamente agradable.

Conclusiones

Gustavo Bacarisas es un pintor conocido por sus carteles artísticos. Para proporcionar conclusiones sobre el diseño de tres de sus carteles, es útil considerar aspectos como la composición, el uso del color, la tipografía, y el mensaje que se transmite. Aquí se presentan conclusiones generales basadas en estos elementos.

Los carteles de Bacarisas suelen tener una composición equilibrada, lo que crea una sensación de armonía y estabilidad. A menudo, utiliza la simetría para dirigir la atención del espectador hacia el centro del cartel, donde suele estar el elemento más importante.

Hay una clara jerarquía visual en sus diseños. Los elementos más importantes son destacados mediante el uso de tamaño, color o posición en el cartel.

Los colores en sus carteles no sólo son estéticamente agradables, sino que también suelen tener un simbolismo que refuerza el mensaje del cartel. Por ejemplo, puede utilizar tonos cálidos para transmitir energía y dinamismo, o colores fríos para una sensación de calma y serenidad.

Cada cartel tiene un enfoque creativo y original. Bacarisas utiliza metáforas visuales y símbolos para transmitir conceptos complejos de manera sencilla y atractiva.

En resumen, los carteles de la Feria de Sevilla de Gustavo Bacarisas son una celebración visual de la cultura y las tradiciones andaluzas.

A través de su talento artístico, Bacarisas logró inmortalizar el espíritu festivo de la feria, dejando una marca indeleble en la historia del arte y del cartelismo español.

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