La princesa Leonor saborea la gastronomía ceutí y brinda con leche de pantera tras asistir al Sábado Legionario

Ceuta/La princesa Leonor ha vuelto a dejar constancia de su discreción y cercanía en su reciente visita a Ceuta, donde asistió a un emotivo acto militar del Sábado Legionario en el acuartelamiento de García Aldave, sede del Tercio Duque de Alba 2º de La Legión. Al término de la ceremonia, marcada por el tradicional homenaje a los caídos y la interpretación del Novio de la Muerte, la heredera al trono compartió un almuerzo con carácter castrense en compañía de veteranos, personal civil y militar, brindando incluso con la emblemática leche de pantera.

Pero no todo fue marcialidad. La jornada permitió también un espacio para el disfrute gastronómico en uno de los rincones más apreciados de la ciudad autónoma. Leonor acudió posteriormente, junto a un grupo de compañeros, al restaurante Oasis, un establecimiento familiar ubicado en el enclave natural del Monte Hacho, junto a la popular ermita de San Antonio. Lo hizo con discreción, bajo el habitual dispositivo de seguridad y sin previo aviso público, lo que permitió preservar la intimidad del encuentro.

Instalada en la terraza de verano del local, la princesa se sentó en una mesa para ocho personas, acompañada por otras tres mesas reservadas para seguridad. Allí degustó algunos de los platos más representativos de la cocina magrebí, como pastela, tajín o cuscús, en un almuerzo que demostró la riqueza multicultural y gastronómica de Ceuta.

Este almuerzo informal se enmarca en la estancia de la princesa en Ceuta como parte del despliegue Dédalo 25-2, en el que participa a bordo de la fragata Blas de Lezo. El buque llegó al Muelle de España en torno a las 9:00 de la mañana de este sábado, poco después del atraque del buque insignia Juan Carlos I, que también recala en la ciudad por motivos logísticos. Desde el puerto, Leonor y sus compañeros fueron trasladados en furgonetas militares hasta el acuartelamiento de García Aldave, ubicado a unos siete kilómetros del centro.

La presencia de la princesa en este acto, reservado y sin cobertura mediática, ha sido valorada en la ciudad como un gesto de respeto y compromiso con una de las tradiciones militares más arraigadas en Ceuta. Su paso por lugares tan simbólicos como San Antonio y su interés por la cultura local, reflejado en su visita gastronómica, refuerzan la conexión de la heredera con el territorio y sus raíces históricas.