Bien de Interés Cultural

El día que Lau y Ale sellaron su amor sobre una pintura prehistórica en Tarifa

  • La seca del alcornocal amenaza el arte rupestre del Campo de Gibraltar

  • La cueva del Bandolero, en Tarifa, la última en recibir un ataque vandálico

La pintura de la cueva del Bandolero antes del ataque (izquierda) y después.

La pintura de la cueva del Bandolero antes del ataque (izquierda) y después.

Laura y Alejandro fueron hace algunas semanas al campo y se toparon con una cueva en la que decidieron sellar su amor. Con una piedra arenisca afilada escribieron en la pared LAU y ALE. El problema es que lo hicieron justo sobre una pintura prehistórica, una de las muestras de Arte Rupestre que existen en el Campo de Gibraltar, especialmente en el término municipal de Tarifa, y que están declaradas Bien de Interés Cultural por la Ley de Patrimonio Histórico.

El ataque de Laura y Alejandro es el último que ha detectado la Asociación para la Protección del Arte Sureño (APAS) pero no el único. Son muchas las muestras de Arte Sureño que se están viendo gravemente dañadas por las inclemencias meteorológicas, la acción de animales que usan estas oquedades como refugios y, sobre todo, por el vandalismo provocado por el hombre.

David Muñoz, secretario de APAS, afirma que la falta de regeneración del alcornocal, problema endémico que padecen estas comarcas sureñas, está provocando en el pequeño valle que alberga la cueva, un paisaje cada vez más desarbolado. "Esta circunstancia ha permitido que el afloramiento rocoso y el abrigo rupestre sean visibles desde la carretera que atraviesa la sierra, facilitando el acceso a este monumento geológico y prehistórico no señalizado y haciéndolo más vulnerable al biodeterioro y a los implacables vientos del estrecho", subraya.

La asociación ha denunciado al Servicio de Protección de la naturaleza (Seprona) este ataque contra el patrimonio realizado en el llamado abrigo del Bandolero, que fue descubierto en la primavera de 2014 por Simón Blanco Algarín en el término de Tarifa y se ubica en la cabecera de uno de los manantiales del arroyo Toriles, en las estribaciones meridionales de la sierra del Niño, dentro del parque natural de los Alcornocales. La cuenca del río Almodóvar, tributaria de la antigua laguna de la Janda, alberga uno de los conjuntos rupestres más completos y emblemáticos del Arte Sureño. 

APAS explica que en el interior del abrigo, bien visible desde el exterior, se conserva una única composición pictórica, no homogénea al presentar dos coloraciones, un tocamiento rojo junto a un esquema humano de tono violáceo muy estereotipado. Esta circunstancia apunta a la posibilidad de que estos dos elementos sean diacrónicos y el antropomorfo esquemático se ejecutara al detectar el tocamiento previo.

"Dentro de los motivos figurativos encuadrables dentro de la fase esquemática del Arte Sureño, las figuraciones humanas sobresalen por su frecuencia cuantitativa y variabilidad formal. La simplificación y reducción extrema que caracteriza este ciclo artístico, hace que los referentes originales sean poco reconocibles para estos pictogramas. Este esquema estático, carente de atributos, ratifica el carácter conceptual de pictograma-tipo de la figura humana y se denomina en el argot especializado como ancoriforme, morfotipo antropomorfo que queda caracterizado por estar desprovisto de cabeza y extremidades inferiores", relata Muñoz.

La cueva del Bandolero, afectada por la pérdida de árboles. La cueva del Bandolero, afectada por la pérdida de árboles.

La cueva del Bandolero, afectada por la pérdida de árboles.

APAS entiende que los dos nombres pintados en la cueva del Bandolero están realizados a conciencia para dañar los restos prehistóricos. "Incluso parecen haberlos abreviados para hacerlos coincidir exclusivamente con la zona donde se encuentran las pinturas rupestres", manifiesta.

"Estos daños han sido posibles por la deforestación y la inacción, es decir, por seguir ignorando que este inmenso legado prehistórico esta ahí, en un contexto forestal cada vez más desfavorable, esperando ser estudiado, protegido y correctamente gestionado. Mientras nos comportemos como si el Arte Sureño no existiera, no lo apreciará nadie y seguirá desapareciendo como hasta ahora", critica el colectivo, que demanda "un mayor compromiso de las instituciones implicadas y la acuciante necesidad de invertir en un plan integral para la dignificación del Arte Sureño, a la par que una mayor colaboración y complicidad de estas instituciones con las asociaciones locales que durante las últimas décadas hemos mantenido la coherencia y la salvaguarda de este frágil patrimonio que se desarrolla en las deleznables areniscas del Aljibe y sus demacrados entornos forestales".

El Arte Sureño y los paisajes que han hecho posible su conservación, han estado abandonados desde su descubrimiento hace ya más de un siglo, con fatales consecuencias. "Es una obligación de la sociedad gaditana, revertir esta situación para que podamos contar en el futuro con este magnífico recurso cultural y sentirnos orgullosos de este legado tan genuino como universal que es el Arte Sureño".

En febrero del año pasado el Pleno de la Diputación de Cádiz aprobó una moción del Partido Popular en la que se instaba a la Consejería de Cultura de Andalucía a que iniciara los trámites para la inclusión del Arte Sureño en la Lista de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. En marzo de este año, la Comisión de Cultura del Parlamento de Andalucía atendió la propuesta de la concejala de Cultura de Algeciras y parlamentaria autonómica, Pilar Pintor, con la misma intención.  

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