Personajes históricos del Campo de Gibraltar

Octavio Augusto, fundador de Iulia Traducta

  • Octavio Augusto ordenó fundar una nueva ciudad en la orilla de la bahía de Algeciras, frente a Carteia, ciudad que él consideraba poco fiel a sus postulados

Octavio Augusto, fundador de Iulia Traducta

Octavio Augusto, fundador de Iulia Traducta / E.S.

Cayo Octavio era sobrino nieto del gran Julio César. Había nacido en Roma el día 23 de septiembre del año 63 antes de Cristo. Heredó de su tío abuelo, asesinado en el 44, su ideal político, que consistía en reformar el régimen republicano y acabar con las guerras de expansión territorial y con la inestabilidad provocada por los conflictos civiles que habían ensangrentado Roma durante cerca de un siglo.

Para ello, decidió instaurar un sistema político nuevo donde el poder se concentraba en una sola persona (el Princeps), aunque asistido por un senado que ejercería más como cámara consultiva controlada por el Emperador que como institución soberana. En el año 27 antes de Cristo, después de acabar con el Segundo Triunvirato y vencer a Sexto Pompeyo, el Senado le concedió el título de Augusto, que implicaba el de princeps, instaurando en Roma un gobierno autocrático con la intención de reformar las instituciones, extender el proceso de romanización a todo el Imperio y retornar a la moral y los valores cívicos del pasado.

En el Campo de Gibraltar (Baelo, Oba, Barbésula y Carteia), ciudades que habían optado por Pompeyo y sus ideales republicanos, la política de Octavio no era vista con buenos ojos, sobre todo por  los carteyenses, cuyos dirigentes habían dado asilo a muchos pompeyanos.

Se sabe que los Cornelii y los Annii, ricos empresarios de la industria de salazón de pescado de Carteia, habían apoyado a Pompeyo y a sus generales en la pasada Guerra Civil. Por ese motivo, Octavio Augusto acometerá un proceso de repoblación, romanización e implantación de sus nuevos ideales en la región del Estrecho nombrando autoridades leales a su política o fundando nuevas colonias de derecho romano como Iulia Traducta.

Factoría de salazón romana, activa entre los siglos I y VI d. C Factoría de salazón romana, activa entre los siglos I y VI d. C

Factoría de salazón romana, activa entre los siglos I y VI d. C / E.S.

Estas colonias se fundaban para asentar a soldados veteranos como pago a sus años de servicio al Estado o a individuos que habían protagonizado alguna rebelión en sus ciudades de origen. Este proceso de repoblación y aculturación de un territorio tenía como objetivo poner en explotación nuevas tierras, pero, sobre todo, extender el modelo de la urbs romana en una región.

En el año 28 o 27 antes de Cristo, Octavio Augusto ordenó fundar una nueva ciudad en la orilla occidental de la bahía de Algeciras, frente a Carteia, que él consideraba una ciudad poco fiel a sus postulados. La nueva población se formó con soldados licenciados procedentes del Norte de África, de Tingi y Zilis.

Como refiere el geógrafo Estrabón: "…Tingi tuvo antes por vecina a Zilis; mas, los romanos trasladaron esta ciudad a la orilla opuesta con parte de la población de Tingi, fundando una colonia de ciudadanos romanos que llamaron Iulia Ioza (traducción en el idioma púnico del latino Traducta)".

El Anónimo de Rávena menciona a Traducta situándola entre Carteia y Cetraria (Getares). Antes, la ciudad había sido citada por Marciano de Heraclea, Plinio el Viejo y Pomponio Mela, que era natural de Iulia Traducta o Tingentera, como él mismo reconoce en su obra De Chorographia.

Para vincular la nueva fundación a su persona y a su política, Octavio Augusto le añadió el nombre de su propia gens: Iulia. Dotó a la nueva fundación con todos los elementos que caracterizaban a una ciudad romana: foro, murallas, templo, estructuras industriales, mercado y ceca para emitir monedas. Algunos vestigios de estas estructuras están apareciendo en solares situados en la parte meridional del antiguo río de la Miel, en la barriada de la Villa Vieja.

Iulia Traducta comenzó a acuñar monedas de bronce (dupondios, ases, semiases y cuadrantes) a poco de haber sido fundada, en los años 12 y 10 antes de Cristo. Estas monedas han sido halladas en lugares lejanos de Hispania y, también, de fuera de la Península Ibérica, lo que da idea de su potencial económico y de la capacidad comercial de sus mercaderes. Las monedas, como los restantes elementos de romanización, tenían la finalidad de favorecer las transacciones comerciales y, al mismo tiempo, servir de propaganda del régimen para implantar el programa político del Princeps en las provincias.

Los símbolos que aparecen en las emisiones monetales de Iulia Traducta son racimos de uvas, espigas de trigo, atunes y la corona de laurel. Todos ellos en el reverso, pues el anverso se reservaba para grabar la efigie de Octavio Augusto o de sus nietos Cayo o Lucio.

La economía de la ciudad estaba basada, sobre todo, en la pesca del atún y la industria de salazón de este pez para producir garum y salsamenta que eran comercializados por mar en ánforas salsarias y enviados a numerosos lugares del Imperio desde el embarcadero situado en el curso bajo del río de la Miel.

Este puerto fluvial fue localizado por el arqueólogo Darío Bernal Casasola en el transcurso de una de sus intervenciones en la zona. La excavación de una extensa factoría de salazón de pescado, constituida por cerca de 50 piletas para el tratamiento del atún, salas de despiece, almacenes y un pozo de agua dulce en el solar nº 3 y 5 de la calle San Nicolás de Algeciras y los abundantes testimonios cerámicos del siglo VI y monetales de los siglos I al IV después de Cristo recuperados. También, los varios cepos de anclas romanas hallados en el ámbito portuario vienen a demostrar la enorme importancia que tuvo esta industria salazonera en el comercio y la economía de Iulia Traducta.

Cepo de ancla romana hallado en las obras del puerto de Algeciras Cepo de ancla romana hallado en las obras del puerto de Algeciras

Cepo de ancla romana hallado en las obras del puerto de Algeciras / E.S.

Sin descartar la producción de cereales y vino, como dejan entrever las monedas acuñadas con racimos de uvas o espigas. Entre los restos cerámicos destacan ánforas de procedencia norteafricana y de la región oriental del Imperio que, sin duda, llegaban con productos extranjeros traídos por los navíos mercantes en sus viajes de retorno a Iulia Traducta.

Recientemente se han localizado y excavado varias sepulturas, en un solar de la Villa Vieja, datadas en el siglo VI, lo que, unido a la presencia de lucernas norteafricanas de la misma época con motivos cristianos grabados, atestiguan la existencia de una comunidad de cristianos en la ciudad en el período en que la ciudad estuvo ocupada por los bizantinos y de un activo comercio mantenido entre Iulia Traducta y las posesiones bizantinas del Norte de África y Oriente.

La factoría más extensa localizada en la calle San Nicolás, que está a la espera de una nueva excavación y de su puesta en valor, y otras menores ubicadas en otros solares de la misma calle y en los entornos del Hotel Reina Cristina, estuvieron activas desde el siglo I después de Cristo hasta el año 429, cuando la ciudad fue arrasada por los vándalos de Genserico que, después de atravesar Hispania, embarcaron en la bahía de Algeciras para establecerse en el Norte de África. Sin embargo, Iulia Traducta renació y se reactivaron las factorías de salazón de pescado y el comercio con Oriente con la llegada de los bizantinos a la región del Estrecho a mediados del siglo VI.

Iulia Traducta dejó de existir o, al menos no se poseen vestigios materiales ni referencias documentales de estar activa la ciudad, a mediados del siglo VII. Cuando el general Tariq ben Ziyad desembarcó con su ejército de árabes y bereberes en la primavera del año 711 en la bahía de Algeciras, la ciudad que fundara el emperador Augusto sólo quedaba el recuerdo.

Moneda de bronce acuñada en Iulia Traducta Moneda de bronce acuñada en Iulia Traducta

Moneda de bronce acuñada en Iulia Traducta / E.S.

 

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