El Campo de Gibraltar reclama un órgano comarcal que supervise el desarrollo del tratado del Peñón tras el Brexit
Desayuno-coloquio de Europa Sur y la Diputación de Cádiz
Jesús Verdú, Charles Gómez, Manuel Triano y Manuel Cózar muestran su preocupación por la "opacidad" de la negociación durante un debate en el teatro Paseo de La Velada de Línea
Galería: Las fotos del desayuno-coloquio "Brexit: repercusiones socioeconómicas y fiscales en La Línea y el Campo de Gibraltar"
El futuro tratado entre la Unión Europea y Reino Unido sobre Gibraltar requerirá un órgano que supervise el desarrollo de cada uno de los puntos del acuerdo y dé solución a los problemas diarios que, sin duda, van a surgir. Y, lo que es igual de importante, ese instrumento debe ubicarse en el Campo de Gibraltar, cerca del foco de esos pequeños desafíos que aparecerán cuando lo pactado en Bruselas y Londres baje a la arena de la realidad.
Así lo creen los cuatro participantes en el desayuno-coloquio Brexit: repercusiones socioeconómicas y fiscales en La Línea y el Campo de Gibraltar, organizado por Europa Sur con el patrocinio de la Diputación de Cádiz en el teatro Paseo de La Velada linense: Jesús Verdú, director general del Campus Bahía de Algeciras y coordinador de la Fundación Campus Tecnológico; Charles Gómez, abogado y profesor del área de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales de la Universidad de Cádiz; Manuel Triano, secretario general de CCOO en el Campo de Gibraltar, y Manuel Cózar, presidente de la Comisión de Transporte y Logística y miembro del Consejo Territorial en la comarca de la Confederación de Empresarios de la Provincia de Cádiz.
El alcalde de La Línea, Juan Franco, dio la bienvenida al acto con un deseo simple: "Queremos conocer el acuerdo al que se ha llegado" y que deja todavía "muchas preguntas en el aire". Como él, todos los participantes coincidieron en criticar el exceso de discreción con el que se han manejado los interlocutores durante la negociación del Brexit. Esa "opacidad" es "lo más inquietante", resumió Cózar, que explicó que "nadie tiene claro el contenido" y "lo que implicará el tratado". "Pensábamos que la otra parte iba a estar más informada que nosotros y comprobamos que no es así", manifestó al referirse a las reuniones con empresarios de ambos lados de la Verja. Esa falta de transparencia, "preocupa", según Charles Gómez, porque "da ventaja a quien tiene la información y supone un agravio para los que no". No se sabe nada de lo acordado en fiscalidad, ni en medioambiente, ni en seguridad. Ni, por supuesto, como afectará el carácter militar estratégico de Gibraltar, clave "en una frontera sur de Europa cada vez más en peligro", según Verdú.
Desarrollo del tratado
Fue el profesor Verdú el que lanzó la propuesta de que se controle desde la comarca el desarrollo del tratado. "Sabemos que las negociaciones y el tratado son entre la UE y Reino Unido. Pero los que estamos aquí, los trabajadores, las empresas, el sector jurídico y las universidades, lo que necesitamos es un marco para la normalización de las relaciones transfronterizas. Más o menos ya lo hubo. No hay que inventar la rueda. Hubo un intento de foro tripartito de diálogo con Moratinos que funcionó razonablemente bien", explicó. "Me sorprende cómo desde el Ministerio de Exteriores no se ha aprovechado esta oportunidad histórica para implementar un marco normalizado de relaciones transfronterizas donde se canalicen todos los problemas, porque los va a haber, cuando entre en funcionamiento el tratado", continuó.
"Va a haber muchísimos problemas de desarrollo, de armonización, de implementación, de discusión y esto no lo podemos dejar en Bruselas y en Londres, pero ni siquiera en Madrid. Esto tiene que estar en el Campo de Gibraltar, tienen que estar nuestros alcaldes, tienen que estar nuestros empresarios, tienen que estar nuestros sindicatos. No podemos pretender que un lituano en Bruselas nos solucione los problemas. Sinceramente, no entiendo cómo no se aprovecha el momento histórico", apostilló Verdú.
Manuel Triano apoyó la idea. "Hay que establecer un mecanismo que monitorice el proceso de implementación del acuerdo, que detecte dónde están los problemas, cuando afecte de manera negativa a según qué colectivo, a qué empresas, a qué sectores. Y a partir de ahí que la Unión Europea, o bien los gobiernos de turno, actúen para buscar soluciones. Si no, es verdad que va a ser un drama", declaró.
Los participantes en el desayuno coloquio coincidieron en que el tratado es una buena noticia que hay que afrontar con "optimismo" porque lo contrario hubiera sido una catástrofe para el Campo de Gibraltar, especialmente para La Línea, y para el Peñón. Los derechos de los trabajadores transfronterizos y las pensiones, dos puntos "fundamentales" de la negociación, según parece, se acordaron rápido, subrayó Triano, quien a falta de conocer los puntos y las comas lo considera una buena noticia de entrada. Pero hay muchas dudas todavía. Para afrontar las pensiones de los españoles que trabajan en Gibraltar y que no persista la discriminación con sus colegas llanitos, se va a crear "un fondo financiero", dijo. Pero falta saber cómo, cuánto y quién. El detalle.
No será la panacea
El alcalde de La Línea puso sobre la mesa el problema que ya está generando el Brexit en el mercado inmobiliario linense, que se ha disparado en volumen (sobre todo en La Alcaidesa), pero también en precios, lo que amenaza con crear una ciudad "de dos velocidades" con personas de bajo y medio nivel económico sin poder comprar una vivienda y con serias dificultades para alquilarla.
La respuesta es que, en cualquier caso, cuando llegue, el tratado "no será la panacea ni deberá esconder cuáles son las responsabilidades de las distintas administraciones para con esta comarca", según explicó Cózar. "Los problemas no se van a arreglar por el acuerdo", añadió Triano. "Las viviendas sociales las tienen que poner en La Línea las administraciones", continuó. En otro momento del debate insistió: "A mí el contrato de cero horas me parece una barbaridad (se hace en Gibraltar) y el modo en el que está regulado el despido en España no me gusta, pero no puedo permitir que esto lo arregle el tratado, lo tienen que arreglar las administraciones, no pueden esconder sus responsabilidades detrás de un acuerdo mágico que venga a solucionar la dejación que durante muchos años hemos sufrido".
Equiparación fiscal
Los contertulios coincidieron en que la equiparación fiscal se va a producir, pero su alcance y sus efectos son desconocidos. "Estamos hablando de lo que va a ser una realidad impuesta, no es una opción", dijo Charles Gómez, que ofreció algunos datos sobre el crecimiento de la economía gibraltareña en los últimos años para considerar que no sería beneficioso para la comarca que eso se pusiera en peligro. Hay ciertos sectores que consideran que Gibraltar tiene futuro y que tiene grandes oportunidades", dijo tras considerar que el contrabando de tabaco ha pasado a un segundo plano para la economía gibraltareña en comparación con el juego online, la construcción, los servicios financieros o el macrocentro de datos de última generación que ha llamado la atención de Trump.
"Lo que propongo es que, desde esa nueva realidad, cooperemos todos para que la equiparación fiscal no sea dañina para los pueblos de Gibraltar y del Campo de Gibraltar, sino que todos podamos obtener beneficio de estos negocios", continuó, "dejando a un lado "los nacionalismos" que existen a ambos lados de la Verja.
Triano entiende que un acuerdo "bien cimentado será bueno para la clase trabajadora". "Por eso estamos defendiendo un acuerdo de esas características en materia de fiscalidad antes de profundizar en cómo se va a aplicar esta cuestión. Porque no es posible un entendimiento en materia de equiparación fiscal sin que nadie se sienta especialmente dañado en sus intereses", recalcó.
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