Narcolanchas made in Portugal: cae el mayor astillero ilegal de Europa con 49 detenidos y 18 embarcaciones
La operación conjunta entre la Guardia Civil y la GNR portuguesa se salda con 7 toneladas de hachís incautadas y arrestos también en España
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Una macrooperación policial ha desmantelado la mayor red de fabricación de narcolanchas de la Península Ibérica, que operaba desde Portugal para abastecer de embarcaciones al narcotráfico entre el norte de África y el sur de Europa. La investigación, desarrollada durante tres años por la Guardia Nacional Republicana (GNR) portuguesa y la Guardia Civil española, ha culminado con 49 detenciones —32 en Portugal y 17 en España— y un arsenal de incautaciones que golpea de lleno a la logística de las mafias del hachís y la cocaína.
Ambos cuerpos ofrecieron este viernes una rueda de prensa conjunta en la sede de la Unidad de Intervención de la GNR, en Pontinha (Lisboa), donde exhibieron parte del material decomisado: 18 narcolanchas semirrígidas de hasta 15 metros de eslora, equipadas con cuatro motores Yamaha de 300 caballos cada una, junto a 40 motores de alta potencia, 24 vehículos, 11 armas de fuego, 780.000 euros en efectivo, 7 toneladas de hachís y 650 kilos de cocaína.
El comandante jefe de Policía Judicial e Información de la Guardia Civil en Huelva, Víctor Astasio, aseguró que la operación ha conseguido "desarticular probablemente la organización más importante dedicada a la logística y botadura de embarcaciones de alta velocidad" para el narcotráfico entre África y la península. Las diligencias siguen abiertas, con nuevas entradas, registros y arrestos en marcha en las provincias de Badajoz, Huelva y la ciudad autónoma de Ceuta.
Según detallaron los mandos de ambos cuerpos, la red fabricaba las embarcaciones en el norte de Portugal y las trasladaba a la zona metropolitana de Lisboa para botarlas en la desembocadura del río Tajo, desde donde partían hacia el Atlántico para conectar con el Mediterráneo y recoger droga en altamar. La droga se desembarcaba principalmente en el golfo de Cádiz, el Algarve portugués, el río Guadalquivir o el Guadiana.
Astasio destacó que el decomiso de semejante cantidad de narcolanchas de un solo golpe no tiene precedentes y supondrá un impacto directo en el tráfico de drogas en la zona sur de España y Portugal: "Nunca se habían aprehendido tantas embarcaciones a la vez. Se va a notar".
El refugio legal portugués
Uno de los factores clave que explican el traslado de estas organizaciones desde España a Portugal fue un cambio legislativo en 2019, que endureció en España las penas asociadas a la fabricación y botadura de narcolanchas. El teniente coronel Carlos Canatário, portavoz de la GNR, explicó que el marco legal portugués ofrece mayor laxitud para la logística, aunque las penas por tráfico de estupefacientes son más duras en Portugal que en España.
"Las bandas juegan con esa diferencia: fabrican y lanzan las lanchas en Portugal, pero desembarcan la droga en España", explicó Canatário. Las últimas 32 detenciones en territorio luso se produjeron en una única noche, cuando los agentes lograron sorprender a dos de los principales grupos botando las embarcaciones in fraganti.
El despliegue conjunto entre Guardia Civil y GNR —coordinado a ambos lados de la frontera— pone fin a una estructura transnacional especializada en proveer de medios a los grandes clanes del narco, cerrando uno de los principales talleres clandestinos de la industria del narcotráfico en Europa.
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