Detectan ejemplares de una medusa considerada peligrosa en aguas del Campo de Gibraltar y el Estrecho
La 'Pelagia noctiluca', conocida por su picadura urticante y potencialmente grave, ha sido avistada en playas de Ceuta, Cádiz y Málaga. Su proliferación preocupa a los expertos, que alertan sobre los efectos del cambio climático en su expansión
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San Roque/Una de las medusas más peligrosas del Mediterráneo ha sido avistada en aguas del Campo de Gibraltar y el Estrecho, generando preocupación entre bañistas y expertos. Se trata de la Pelagia noctiluca, también conocida como medusa luminiscente, clavel o púrpura, cuya picadura puede provocar desde intensos dolores hasta reacciones alérgicas graves, cicatrices permanentes o incluso problemas respiratorios en los casos más delicados.
En los últimos días, esta especie ha sido localizada en zonas tan cercanas como la bahía norte de Ceuta —concretamente en el entorno del Sarchal—, en la costa de Torreguadiaro (San Roque) y en varias playas de Málaga, desde Calahonda hasta Torre del Mar. Las observaciones han sido confirmadas por ecologistas consultados por la agencia EFE y recogidas por la aplicación móvil MedusApp, que permite a los usuarios alertar en tiempo real de la presencia de medusas.

El cambio climático, un factor clave
Los expertos subrayan que el aumento de la temperatura del mar podría estar detrás del desplazamiento de estas medusas hacia la costa, junto a otros factores como la contaminación marina o la reducción del número de sus depredadores naturales, como la tortuga boba o el atún rojo. La Pelagia noctiluca es una especie propia tanto del Atlántico como del Mediterráneo, pero su presencia en grandes cantidades cerca de la orilla puede llegar a obligar al cierre de playas por motivos de seguridad.
Esta medusa destaca por su bioluminiscencia —brilla en la oscuridad cuando se agita el agua— y por su aspecto rosado o violáceo, de ahí su nombre común. Sin embargo, bajo su belleza se esconde un mecanismo de defensa altamente efectivo: sus tentáculos pueden albergar más de 100.000 células urticantes, conocidas como cnidocitos, que liberan veneno al contacto con la piel humana.
Una picadura peligrosa que requiere actuar rápido
La picadura de la Pelagia noctiluca puede durar varios días y dejar secuelas visibles de forma permanente, sobre todo si la zona afectada se expone al sol. Además del dolor inmediato, en algunas personas puede provocar reacciones alérgicas severas o incluso dificultades respiratorias.
En caso de contacto con esta medusa, los expertos recomiendan:
- Lavar la zona con agua salada, nunca con agua dulce, ya que esta última puede activar las toxinas restantes.
- Evitar remedios caseros como orina, vinagre o amoniaco, que también intensifican el efecto urticante.
- Sumergir la zona en agua caliente (pero soportable) durante 15 a 20 minutos si es posible.
- Acudir a un centro médico si el dolor no remite o aparecen síntomas preocupantes.
Recomendaciones para evitar el contacto
Ante su presencia en zonas de baño, se aconseja a los bañistas extremar las precauciones y seguir las siguientes pautas para evitar ser picados:
- Alejarse de las zonas donde rompen las olas, ya que allí suelen acumularse más medusas.
- No realizar movimientos bruscos en el agua para evitar choques accidentales.
- Utilizar trajes de neopreno como barrera de protección.
- Aplicar crema solar de forma generosa para reducir el impacto de una posible picadura.
- No acercarse a las medusas ni aunque parezcan inactivas: las corrientes pueden arrastrarlas fácilmente.
- Seguir siempre las indicaciones de los socorristas y respetar la señalización con banderas en la playa.
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