La Junta apremia al Gobierno con la aprobación de un plan de gestión del alga asiática

El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía ha aprobado este miércoles el Plan de Gestión frente al alga invasora Rugulopterix okamurae, una herramienta clave que permitirá abordar el grave problema ambiental que esta especie exótica causa en prácticamente todo el litoral andaluz, con especial incidencia en las costas del Campo de Gibraltar. La iniciativa establece un marco para el seguimiento científico, la retirada controlada de biomasa y su eventual aprovechamiento con fines sostenibles.

Uno de los principales avances del nuevo plan es que desbloquea legalmente el aprovechamiento de la biomasa, algo hasta ahora imposible, debido a su catalogación como especie exótica invasora, por lo que cualquier aprovechamiento comercial de este tipo de organismos está vetado por ley. El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha denegado en varias ocasiones el uso del alga alegando que su recogida para estos fines solo puede autorizarse en el marco de planes autonómicos específicos. Una vez que este plan ya está aprobado, el Gobierno central debe impulsar una vía legal para poder hacerlo, como viene reclamando la Junta.

Transición Ecológica denegó recientemente la autorización a un proyecto que proponía fabricar plantillas para la firma Mango a partir del alga recogida en arribazones. Este episodio reflejó el vacío legal que ha rodeado la gestión de esta especie invasora durante años, generando un bucle administrativo entre el Gobierno central y la Junta de Andalucía. Con la aprobación del nuevo plan, la comunidad andaluza asume oficialmente esa competencia, lo que abre por fin la puerta a que empresas, ayuntamientos o entidades científicas puedan optar a utilizar de forma controlada la biomasa, ya sea para compostaje, fertilizantes o iniciativas de economía circular.

Un plan estructurado en cuatro grandes líneas estratégicas

El documento se estructura en torno a cuatro grandes ejes: investigación científica e innovación, para entender mejor la biología y el comportamiento de la especie; vigilancia y seguimiento del litoral, mediante cartografía actualizada y control del avance de la plaga; educación ambiental y sensibilización, con campañas dirigidas a sectores afectados y ciudadanía, y gestión de la biomasa, a través de protocolos técnicos para su retirada, desinfección y posible aprovechamiento económico.

También prevé actuaciones preventivas en zonas aún no invadidas, pero con condiciones propicias para su colonización. La detección precoz será clave para contener su avance. Uno de los ejes fundamentales del plan es el seguimiento continuo de la evolución de la especie en el litoral andaluz. Se contempla para ello un sistema de monitorización, vigilancia y cartografiado actualizado, que permitirá conocer con precisión el alcance de la invasión, los acúmulos de biomasa y su impacto en el entorno. En paralelo, el plan impulsa la investigación científica, fomentando proyectos que permitan avanzar en el conocimiento de la biología, ecología y comportamiento del alga.

Con este plan, la Junta destaca que Andalucía da respuesta a su obligación legal tras la inclusión de Rugulopterix okamurae en el Catálogo Español de Especies Invasoras (2020) y su posterior declaración por la UE como especie de preocupación continental (2022).

El Gobierno andaluz reivindica además que el Estado defina un marco legal claro y un sistema de financiación estable para apoyar las labores de limpieza, retirada y valorización de la biomasa, algo que sigue sin resolverse.

El Plan de Gestión supone un hito en la gobernanza del litoral andaluz: por primera vez se plantea una respuesta integral, basada en la ciencia, la colaboración institucional y la implicación de todos los sectores afectados.