El antiguo defensa del Sevilla FC, David Cañas, es uno de los catorce detenidos durante una operación de la Guardia Civil contra el tráfico de drogas desplegada en las provincias de Madrid, Ciudad Real, Sevilla y Cádiz.

Cañas formaba parte de un grupo criminal que se dedicaba al transporte de droga por carretera en automóviles que camuflaban para que tuviesen la apariencia de vehículos comerciales de empresas. Se han incautado 9 kilos y medio de cocaína, casi un kilo de anfetamina, más de medio kilo de heroína, armas cortas y largas de distintos calibres y casi 250.000 euros en efectivo.

La Guardia Civil desmantela un grupo que transportaba droga en falsos vehículos de empresas

De futbolista a narcotraficante

El defensa, nacido el 26 de agosto de 1978 en Castilleja de la Cuesta, se formó en las categorías inferiores del Sevilla, con el que llegó a debutar, y posteriormente militó en el Getafe, Polideportivo Ejido, Salamanca, Albacete Balompié y Girona y AD Ceuta. En su perfil personal de Twitter indicaba, en 2014, que trabajaba como entrenador personal.

El futbolista sevillano David Cañas

La operación Marcaje, que debe su nombre a este futbolista, se inició el pasado mes de febrero con la identificación de un vehículo en el que la Guardia Civil halló una gran cantidad de dinero en efectivo que el conductor no pudo justificar su lícita procedencia. A raíz de esta localización, se inició esta operación descubriendo una red dedicada al tráfico de drogas a nivel internacional.

Más de 200 agentes de la Guardia Civil coordinados desde la Comandancia de Sevilla se desplegaban el pasado viernes en las provincias de Madrid, Ciudad Real, Sevilla y Cádiz, principalmente en los municipios andaluces de Jerez, Tomares y Bollulos de la Mitación. 

De los catorce detenidos, nueve hombres y cinco mujeres, ocho de ellos han ingresado ya en prisión por orden de la autoridad judicial siendo acusados por delitos de tráfico de drogas, usurpación de identidad y blanqueo de capitales.

Vehículos serigrafiados de conocidas empresas

La organización investigada usaba vehículos caleteados para el transporte de la droga y el dinero, de forma que llegaban a serigrafiarlos como vehículos comerciales.

Los miembros de la red tomaban muchas medidas de seguridad, sobre todo en los desplazamientos cuando transportaban la droga o el dinero. Estos eran ocultos en dobles fondos que realizaban en su taller de la localidad sevillana de Tomares.

Los presuntos autores viajaban con vehículos serigrafiados de conocidas empresas e incluso vestían los uniformes del personal trabajador de las mismas para evitar los controles policiales.

El grupo movía gran cantidad de droga que procedía de Sudamérica, por lo que realizaban viajes con frecuencia a Colombia y República Dominicana para organizar los envíos.

Durante la investigación parte de los autores se trasladaban a Madrid con el fin de alejarse de otros distribuidores con los que mantenían una "enemistad manifiesta" y "posicionarse en un entorno más cercano de los principales proveedores de su red de distribución", según informa el  instituto armado en una nota de prensa.