El sistema de centros de internamiento de extranjeros (CIE) de España ha quedado casi vacío. Solo dos personas, internas en el centro de Algeciras, permanecen a la espera de que el Ministerio del Interior localice un sitio al que derivarlas y cumplir así con la directriz de clausurarlos durante la crisis sanitaria tal y como vienen demandando las organizaciones sociales que trabajan con migrantes.

Los CIE están planteados para albergar a las personas sobre las que pesa una orden de expulsión del país hasta que esta se produce. Pero en la actualidad, denunció la Asociación Pro Derechos Humanos hace unos días, el internamiento en estos casos "deja de tener sentido" ya que el cierre de la frontera con Marruecos y las circunstancias del estado de alarma de España imposibilitan las expulsiones.

Interior aseguró que durante esta semana se procedería al cierre de los CIE y, según ha anunciado este viernes José García Molina, subdirector general de logística de la Policía Nacional, así ha sido salvo en el caso de Algeciras, donde todavía permanecen estas dos personas "que esperamos que en los próximos días puedan ser trasladadas a otros lugares" donde proseguir el confinamiento.

A inicios de mes tres marroquíes internados en el CIE de Algeciras emprendieron una huelga de hambre para reivindicar su liberación. Según la APDHA, la jueza que controla este departamento se declaró incompetente para decidir la puesta en libertad de todos los internos, por lo que cada uno de ellos debía recurrir al juzgado que ordenó su internamiento para cumplir la orden de expulsión. Sí quedó vacío a finales de marzo el CIE de Tarifa, una extensión del de Algeciras.

De este modo, ya están vacíos siete de los ocho centros de este tipo que operan en España después de que esta misma semana hayan sido trasladados los 22 migrantes que quedaban en el CIE de Murcia y los 10 que había en el de Valencia. Permanecen también vacíos los CIE de Barcelona, el de Tarifa (Cádiz), el de Hoya Fría en Santa Cruz de Tenerife (Canarias), el de Aluche (Madrid) y el de Barranco Seco, ubicado en Las Palmas de Gran Canaria.

Según los datos aportados por el Gobierno a Europa Press, antes de la declaración el pasado 14 de marzo del Estado de Alarma, la ocupación de estos centros se situaba en el 59%. Desde entonces, se han estado liberando a los internos, bien por superar durante este periodo el máximo legal de estancia en estos centros (60 días), o bien, por la imposibilidad de retornarlos a sus países de origen. En total hay cerca de 1.200 plazas.

Once días después de la declaración de alarma, la ocupación media se situaba en el 25,2%, es decir, un 60% menos que al inicio de decretarse. Ya el 3 de abril la ocupación de estos centros estaba en torno al 9%, y este pasado domingo era mucho menor, ya que permanecían internas apenas 34 personas.