Huelga en el Campo de Gibraltar

El sector del metal busca su acuerdo

  • Patronal y sindicatos se reúnen de nuevo para desbloquear el conflicto tras la tercera jornada de huelga

  • La subida salarial sigue siendo el principal escollo entre las partes

Un grupo de trabajadores al pie de la carretera.

Un grupo de trabajadores al pie de la carretera. / Erasmo Fenoy (San Roque)

El sector del metal seguía en la noche de ayer buscando ese acuerdo que le permita desbloquear un conflicto que dura ya casi toda la semana. Tras una tercera jornada de huelga más tranquila que las anteriores, patronal y sindicatos retomaron la negociación interrumpida de madrugada a las 18:00 con mejores perspectivas de las que tenían por la mañana.

La jornada empezaba con un acuerdo con la Guardia Civil: se permitiría la circulación por la CA-34 durante las horas de entrada a los trabajos y centros educativos y se cortaría después.

Los sindicatos y la Federación de Empresas del Metal de Cádiz (Femca) reanudaron las negociaciones con las posturas “más cerca de lo que las dejamos esta madrugada”. 

Según José Muñoz, secretario general de Femca, el principal escollo sigue siendo la subida salarial que demandan los sindicatos, que vinculan a la subida del IPC, mientras que ellos proponen una subida fija durante tres anualidades, con porcentajes entre el 1% y el 1,75%. “Todos estamos interesados en llegar a un acuerdo” que ponga fin “más pronto que tarde” a una huelga que ha llenado de incidencias las calles y carreteras de Cádiz, aseguró.

Por su parte, el secretario provincial de Industria de UGT, Antonio Montoro, afirmó que, como este miércoles, los sindicatos están dispuestos a “echar las horas que haga falta” para “acabar con esto de una manera justa y digna”. Sin embargo, los sindicatos inciden en que no quieren renunciar a su pretensión de que los sueldos se actualicen según la media del IPC interanual. Además, advirtió a la patronal de que “cada día que pasa, el acuerdo puede ser más difícil para ellos” y que cada día los empresarios son “más responsables de lo que pasa en las calles”.

La posición de Femca se basa en “la insuficiente carga de trabajo del ejercicio actual y el 2020, como consecuencia de la caída del mercado y la recesión económica”. Los sindicatos, por su parte, acusan a la patronal mantener una postura “intransigente” durante la negociación y de haber “pasado los límites de la buena fe”, como explicaron el secretario de UGT-FICA en el Campo de Gibraltar, José Manuel Rodríguez Saucedo, y Juan Linares, secretario de CCOO de Industria.

El origen del conflicto es la renovación del convenio colectivo que rige al sector del metal en la provincia, al que se adscriben más de 20.000 trabajadores. Este marco laboral rige sobre las pymes que conforman la industria auxiliar de las grandes empresas tractoras, como Acerinox, Cepsa, Navantia o Airbus. La plantilla de estas grandes empresas cuentan con convenio propio y no están incluidas en la convocatoria de huelga.

Sin embargo, la actividad de las tractoras dependen en gran medida de los servicios que le proveen las contratas locales con las que trabajan, por lo que están sufriendo ya un grave perjuicio por esta huelga, que suma ya cinco días de paros con los dos de la semana pasada y las tres jornadas de huelga indefinida que arrancó el pasado martes. En ese sentido, una de las bazas con las que cuenta la parte laboral para presionar a la patronal es que cada día de paro supone un retraso en los grandes contratos de las empresas tractoras.

Llamadas al diálogo

El vicesecretario general del PSOE de Cádiz, Juan Carlos Ruiz Boix, hizo ayer un llamamiento a patronal y sindicatos para alcanzar un acuerdo que desbloquee el conflicto del metal, del que dejó claro que “la posición de los socialistas es a favor de los trabajadores”.

“Nuestra tierra necesita un convenio del metal que respete los derechos de los trabajadores”, destacó en un comunicado, añadiendo que asiste con preocupación a “la complejidad del conflicto”. Así, ha pedido “respeto para que no afecte al resto de la población”.

“Estamos ante un problema de fondo, ya que por primera vez la industria baja del 3% del PIB y esa caída de peso denota que hay una situación larvada más allá del conflicto laboral actual”, afirmó, asegurando que “la situación va a aparejada también a que la Junta carece de instrumentos en sus políticas industriales, ni siquiera ejecuta los presupuestos que asigna a Industria”.

El presidente provincial del PP, Bruno García, manifestó su preocupación y rechazo “ante la situación de conflictividad y violencia que se está generando en torno al conflicto del metal” y defendió “que se retome la situación desde la negociación, el diálogo y dejando a un lado situaciones como las vividas en los últimos días”. García reiteró “el respeto y apoyo a los trabajadores en su legítimo derecho a defender sus demandas” pero lamentó “que la huelga del metal termine derivando en la conflictividad actual”. Por ello, pidió “que se reconduzca la situación”.

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