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Herrizas en el Campo de Gibraltar

Herrizas en el Campo de Gibraltar

Dentro de nuestro espléndido parque natural Los Alcornocales, y especialmente en el Campo de Gibraltar, hay hábitats muy reconocidos y otros menos. Entre estos últimos, quizás se encuentren las herrizas, esas partes altas de las sierras, sin arboleda y con una alta densidad de matorral de brezo y aulaga fundamentalmente.

Se les suele considerar de escaso valor ecológico, paisajístico y productivo. Esto último quizás fue lo que provocó que en los años 70-80 del pasado siglo, los técnicos considerasen conveniente aterrazar esas zonas y plantar pinos. Actualmente tenemos importantes masas forestales de pinos piñonero (Pinus pinea) y pino negral (Pinus pinaster) en las herrizas. Este último para aprovechamiento de madera, aunque no ha cumplido realmente esta función; y el primero para aprovechamiento de la piña, que efectivamente está dando buenos resultados. No obstante, este beneficio económico tiene un coste ambiental, ya que estos pinares pueden haber tenido un efecto negativo sobre la vegetación de herrizas por la sombra de las copas de los pinos y la alfombra de pinocha en el suelo. Además, estos pinares alteran la dinámica hídrica ladera abajo, lo que parece afectar de forma indirecta a los alcornoques que tapizan las laderas de las sierras.

La realidad sobre el valor de estos ecosistemas es muy distinta. Las herrizas poseen una gran biodiversidad y singularidad botánica, además de un elevado valor ecológico y paisajístico. Concentran altos niveles de diversidad y endemismo. Además de la mogariza y otras especies de brezo, aparecen la jara, el jaguarzo, la robledilla, etc. Mientras que en los brezales europeos hay una diversidad de entre cinco y siete especies leñosas en un área de 1.000 m2, nuestras herrizas albergan entre 15 y 25 especies, muchas de ellas, además, endémicas del área del estrecho de Gibraltar. Entre ellas cabe destacar el tomillo del Aljibe Argantoniella salzmannii, o la planta carnívora Drosophyllum lusitanicum, que representa el epítome de singularidad botánica de la herriza.

Herriza, en el parque natural Los Alcornocales. Herriza, en el parque natural Los Alcornocales.

Herriza, en el parque natural Los Alcornocales.

Esa biodiversidad botánica de la herriza la distingue como hábitat singular en el conjunto de Europa y la cuenca mediterránea. Sin embargo, debido a la ausencia de árboles y a la escasa productividad de sus suelos, la herriza ha sido tradicionalmente ignorada o infravalorada en planes de gestión y conservación del medio natural. Afortunadamente la percepción de sus valores ecológicos y paisajísticos están cambiando y en la actualidad está incluida en catálogos de hábitats de interés prioritario.

Este hábitat tiene una característica clave que la hace bella todo el año. Resulta que se encuentra en floración en todas las estaciones, pudiéndose disfrutar de sus flores incluso entre otoño e invierno (octubre-marzo) gracias a dos especies de brezos: Calluna vulgaris y Erica australis.

Herriza en el Campo de Gibraltar. Herriza en el Campo de Gibraltar.

Herriza en el Campo de Gibraltar.

Además de la belleza paisajística, esta floración profusa supone un recurso indispensable para la fauna de insectos polinizadores, cuya disminución va asociada a los efectos del cambio global que es una de las mayores preocupaciones ambientales en Europa.

Recientemente se han publicado los resultados de Los Alcornocales. Se han identificado más de 150 especies de insectos polinizadores, muchos de ellos endémicos y con un elevado valor de conservación por su rareza y grado de amenaza.

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