Gibraltar y la prosperidad compartida: una absoluta falacia

Tribuna de opinión

El autor defiende que Gibraltar depende por completo de España y de su Verja, y que su economía es parasitaria de la economía del Campo de Gibraltar

Gibraltar, la deuda histórica de La Línea y la vivienda

La Calle Real o Main Street de Gibraltar.
La Calle Real o Main Street de Gibraltar. / Nono Rico / Europa Press
Juan Carlos Juárez Arriola
- Economista. Ex alcalde de La Línea de la Concepción de 1999 a 2009

14 de octubre 2025 - 04:01

¿Qué es lo que se da a entender desde Gibraltar por prosperidad compartida? Lo siguiente: que la zona con más renta (Gibraltar) proyecta parte de su riqueza sobre la más desfavorecida (La Línea). Veamos si es cierto.

En los últimos 60 años, solo se ha producido una situación para poder evaluar si esta afirmación es cierta o no. Me refiero a la acaecida desde el cierre de la Verja, en 1969, hasta el momento en que se abrió para el paso de personas, en el año 1982; un hecho que aunque se vendió como un movimiento de solidaridad social realmente fue un primer pago para poder entrar en la Comunidad Económica Europea a requisito de Reino Unido. Posteriormente se abrió para el paso de vehículos y mercancías en 1985 (el segundo pago).

La Línea entre 1969 y 1982 tuvo un momento de fuerte desarrollo debido a que las inversiones en el Campo de Gibraltar por parte del Estado español fueron muy importantes (con el mayor puerto de España; el mayor polígono industrial de Andalucía; zonas turísticas de élite a nivel internacional como Sotogrande, San Roque club, La Alcaidesa o Tarifa). En resumen, se generó una zona de prosperidad en el Campo de Gibraltar. En La Línea se pasó de 53.530 habitantes en 1969 a 62.983 en 1982. Un incremento de población del 17,5%. Se estructuró su economía con la alta demanda laboral de las grandes industrias del Campo de Gibraltar y la eclosión turística de la Costa del Sol. Asimismo, el comercio tuvo un apogeo enorme en la ciudad. Se puede deducir que La Línea se desarrolló adecuadamente sin Gibraltar.

¿Qué le pasó a Gibraltar en ese periodo? Si la tesis que sobrevuela fuera cierta, al abrir la Verja nos tendríamos que haber encontrado un Mónaco del Estrecho con grandes edificios turísticos, zonas financieras de primer orden, superávit en las cuentas públicas, etc. Pero no fue la realidad. Los que entraron desde La Línea recuerdan un Gibraltar gris, sucio, pobre y triste.

¿Y qué ocurrió tras la apertura de la Verja? Gibraltar empezó a funcionar: el turismo, la industria financiera, el abastecimiento de fuel a barcos (bunkering), el contrabando de tabaco, etcétera, despertaron todas las industrias a la vez del prolongado letargo.

Analizaremos con posterioridad las repercusiones económico-fiscales de cada una de esas industrias.

Gibraltar necesita una comunicación terrestre con España y una Verja abierta y fluida. Si no fuera así, en el medio plazo quebraría

A la vista de los hechos, podemos concluir que Gibraltar necesita imperiosamente a España (paso por La Línea) para su subsistencia. A la vista está que Reino Unido no acompañó a Gibraltar, porque no pudo o no quiso, para generar una economía pujante en ese periodo analizado. Gibraltar necesita una comunicación terrestre con España y una Verja abierta y fluida. Si no fuera así, en el medio plazo quebraría. Esto es lo que se está jugando Gibraltar en el Acuerdo o Tratado, quebrar o no quebrar.

En la Universidad de Málaga un amplio equipo de trabajo dirigido por María del Pilar Rangel Rojas ha elaborado un estudio titulado Relaciones España-Reino Unido en relación con Gibraltar: Análisis de prosperidad compartida. Se trata de un docto, objetivo y concienzudo estudio que arroja unos resultados que nada tienen que ver con lo que nos quieren hacer creer al Sur de la Verja, en Gibraltar; como ya nos suponíamos.

Gibraltar ha sido durante muchos años declarado paraíso fiscal por la OCDE y la Red de Justicia Fiscal (por su tributación baja o nula, ventajas fiscales para los no residentes, falta de transparencia…). Son muchos los estudios a nivel internacional que advierten de las consecuencias negativas -en lo económico, en lo social y en la seguridad- de ser una zona adyacente a un paraíso fiscal. En lo económico, el sector financiero se acaba vinculando con el blanqueo de capitales. En lo social, se incrementa la pobreza de las zonas aledañas fomentando la desigualdad de oportunidades y se acentúa la caída de los niveles de educación. En cuestiones de seguridad, se dispara la inseguridad por el contrabando y, sobre todo, cuando este evoluciona al tráfico de estupefacientes. Este estudio de ámbito internacional no está hecho para La Línea, pero como si lo fuere. Encaja a la perfección.

Gibraltar ha salido de la lista gris recientemente por obligación para poder estar en estas negociaciones, pero suponemos que se habrán sofisticado las formas para poder seguir trabajando sobre la línea fina, en cuanto a finanzas se refiere. El gambling (juego on line) ha sustituido al sector financiero como gran negocio. Prácticamente genera el 30% del producto interior de Gibraltar. Si no se consiguiera un Acuerdo que permitiera garantías jurídicas estables para las compañías de juego, la mayoría de ellas se establecerá en otros lugares. Se juega mucho Gibraltar en el Acuerdo a este respecto.

Un buque haciendo bunkering.
Un buque haciendo bunkering. / Erasmo Fenoy

Analicemos ahora el bunkering (el proceso de recargar combustible a los barcos, tanto en los puertos como en alta mar). El bunkering tiene una regulación muy estricta para su realización que, según las denuncias de asociaciones ecologistas, en muchos casos se incumple en Gibraltar y eso puede llegar a provocar situaciones ambientales indeseadas e incluso muy peligrosas para las costas españolas.

Por la diferencia de precio por cuestiones fiscales, el bunkering podría haber generado un posible fraude cercano a los 1.800 millones de euros al Estado español

Económicamente, por la diferencia de precio por cuestiones fiscales, el bunkering podría haber generado un posible fraude cercano a los 1.800 millones de euros al Estado español (datos de Europa Sur y Vozpopuli de 2024 recogidos en el estudio mencionado). Paradójicamente, la mayor parte del fuel se exporta libre de impuestos desde San Roque. No parece que tenga una explicación lógica viendo el enorme agujero fiscal que se produce al erario público español.

El contrabando de tabaco hace un daño tremendo en lo económico y en lo social en el Campo de Gibraltar. Se calcula en la actualidad que son 212 millones de euros al año las pérdidas de recaudación directa para España. Llegaron a ser 600 millones de euros en el 2012 de fraude y así, todos los años cercanos a ese 2012. Este caso es especial porque trasciende la cuestión económica. Socialmente es una vía de dinero fácil que provoca en la juventud y en las mujeres de mediana edad de poca formación el interés de trasegar tabaco por la Verja para subsistir con poco esfuerzo y con el riesgo que conlleva por tratarse de un ilícito penal. Además, el contrabando de tabaco se ha transformado en tráfico de otras sustancias. Por lo tanto, el daño es mayúsculo. Esto es imperdonable y algo que no se podría solucionar con compensaciones económicas porque hablamos de personas y se les aboca a la exclusión social de por vida.

Respecto del turismo, los turistas no se desplazan de lejos para visitar, exclusivamente, Gibraltar. La práctica totalidad del turismo de Gibraltar proviene de las personas que están pasando sus vacaciones en Andalucía y hacen una visita en el día al Peñón. Por otra parte, el número de turistas anunciado en Gibraltar es un dato errático o un bulo estadístico, porque se cuentan los trabajadores transfronterizos, los proveedores de materiales, etc. El grueso de los turistas accede por carretera. Por lo tanto, el turismo es emitido desde España y pasa por la Verja.

Analicemos la cuestión inmobiliaria y la potenciación del sector. La escasa población gibraltareña, incluidos los trabajadores que no son gibraltareños ni españoles y que trabajan en el Peñón, hace que no sea representativo en un análisis regional, ni de Costa del Sol, incluso, ni del Campo de Gibraltar. La cantidad de compra de activos es escasa y si no compraran los gibraltareños habría un mercado nacional e internacional que absorbería los activos en venta. Sobran compradores de activos turístico-residenciales. La afección podría ceñirse a La Línea y a La Alcaidesa. En un artículo anterior, analicé la repercusión que un acuerdo político pudiera tener para la población de La Línea por una subida súbita de precios.

La cuestión de los trabajadores españoles que cruzan a Gibraltar para trabajar es algo que siempre está en la mesa. Son unos 15.000 los trabajadores denominados transfronterizos, de los cuales unos 11.000 son españoles. Hay puestos cualificados, pero en su mayoría son empleos de una cualificación media y medio-baja, no exentos de profesionalidad. Las retenciones practicadas a los efectos jubilación del trabajador en el Peñón son menores y generan un efecto-renta ilusorio con la sensación de que ganan más que en España. Esto no es real, porque cuando se jubilen tendrán en algunos casos 200 euros de pensión al mes, cantidad con la que no se puede vivir.

Un balcón en el centro de Gibraltar con banderas británicas y gibraltareñas.
Un balcón en el centro de Gibraltar con banderas británicas y gibraltareñas. / Joaquin Corchero / Europa Press

Al final, el Estado español mediante ayudas sociales tendrá que complementar esa jubilación a los que lo necesiten, ya sea con una renta no contributiva o con el Ingreso Mínimo Vital. La media de pago podría ser de unos 450 euros al mes, que durante los 20 años (cálculo actuarial) alcanzaría los 110.000 euros por trabajador que lo necesite. En un periodo de estudio de 25 años, podrían necesitar esa ayuda aproximadamente unos 25.000 trabajadores. El coste total en ese periodo de 25 años sería de tres mil millones de euros. Supondrían 120 millones al año.

Sin los trabajadores españoles la vida del gibraltareño se vería realmente perjudicada en todos los sentidos. Por lo tanto, se tienen que afanar en cuidarlos. En Gibraltar se sabe que el trabajador español es insustituible.

Las cifras que se acumulan por el expolio al fisco español por el bunkering, contrabando de tabaco, detrimento de ingresos por empresas y personas físicas por el dumping fiscal, por el complemento de pensión a los trabajadores españoles transfronterizos, etc.; son impresionantes. No es objeto de este artículo cifrar con exactitud el fraude de cada industria. Se requeriría la extensión, prácticamente, de un libro.

Por todo lo expuesto, concluyo que Gibraltar depende por completo de España y de su Verja. Y que su economía es parasitaria de la economía del Campo de Gibraltar. El coste del fraude directo o indirecto para el erario público español, andaluz y para el de los municipios del Campo de Gibraltar, es enorme. Se cifra en decenas de miles de millones de euros.

Dejo una pregunta en el aire: en el Acuerdo que se está negociando, ¿quién paga todos estos fraudes a las diferentes administraciones españolas? ¿Se pretende dar una solución a Reino Unido y a Gibraltar, para que no quiebre, corriendo un tupido velo del daño a las arcas públicas y del daño irreparable a las personas? Desde luego, si yo tuviera alguna decisión en la negociación, no sería así.

Si Gibraltar quiere tener los derechos comunitarios de la Unión Europea en el Acuerdo, tiene que cumplir con sus obligaciones. Para eso, tiene que hacerse cargo de sus obligaciones económicas con el erario público español; equipararse a España fiscalmente en todo; cumplimiento estricto de los protocolos urbanísticos y muy especialmente, de los ambientales. Esto provocaría la paralización de los rellenos del litoral que provocan la modificación de la dinámica litoral y violan el Tratado de Utrecht, además, de otras muchas cosas.

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