La ex secretaria de Estado de Transportes reconoce la antigüedad de la flota de Renfe

La ex secretaria de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana y ex presidenta del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), Isabel Pardo de Vera, demanda la aplicación de una política de Estado para el Campo de Gibraltar que permita desplegar todo el potencial económico de la comarca y corregir las deficiencias que arrastra en materia de infraestructuras. Entre ellas, la antigüedad de la flota de Renfe, lo que se traduce en continuas averías en la conexión ferroviaria.

Pardo de Vera intervino este jueves en el coloquio mensual del Propeller Club de Algeciras, que preside Juan Ureta, al que asistió para aportar su visión sobre la necesidad de adoptar soluciones desde un punto de vista unificado y cohesionador. "Vengo como Isabel, sin cargo", aclaró antes de abogar por una coordinación entre las tres administraciones (local, autonómica y estatal) para superar cuestiones pendientes como el aislamiento ferroviario, las carencias de capacidad de la autovía A-7 o los cuellos de botella en el Puesto de Control Fronterizo del Puerto de Algeciras, cuyos problemas reconoció sin ambigüedades aunque durante todo el coloquio habló sin caminar sobre brasas encendidas.

El presidente de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras, Gerardo Landaluce, presentó a la ponente, de la que destacó su vocación de servicio público y sentido del deber durante sus etapas de gestión tanto en el Ministerio como en Adif. "En sus visitas al Campo de Gibraltar siempre ha defendido una visión de Estado de esta zona y el valor geopolítico y estratégico del Estrecho", subrayó Landaluce. El presidente de la Cámara de Comercio, Carlos Fenoy, encargado de moderar el debate, igualmente resaltó el papel "aliado" de Pardo de Vera hacia las necesidades de la comarca.

La intervención de Pardo de Vera abundó en esa visión de Estado. Bajo el título "Campo de Gibraltar, campo de sueños", la ingeniera de Caminos, Canales y Puertos subrayó en primer lugar el potencial de la zona y su papel para aportar valor tanto a España como a Europa. Frente a esa capacidad, reconoció, aún existen carencias que precisan de una estrategia "ordenada y cohesionadora" para construir lo que denominó como "un proyecto catedral", en el sentido de la permanencia a lo largo del tiempo (como los edificios religiosos) por encima de las generaciones de personas, nombres propios o cargos institucionales.

Pardo de Vera apuntó que en su etapa como gestora pública, detectó una dispersión en el funcionamiento de las administraciones y en la toma de decisiones que dificultan una intervención global. "En Algeciras no tenemos que tener fe, sino confianza y compromiso con el territorio. Merecemos un proyecto transversal y de Estado. Hace falta un trabajo y toma de decisiones para desplegar el potencial. El Campo de Gibraltar constituye en sí un ecosistema independiente dentro de Andalucía", enfatizó, para luego destacar el ejemplo del Puerto de Algeciras. "Es la foto de puerto que más me ha impresionado, sois un modelo a seguir", dijo.

Necesidades de la comarca

En esa deseada intervención integral, la ponente abogó por una reforma del régimen de funcionamiento del Puesto de Control Fronterizo, donde reconoció los problemas estructurales por la coexistencia de varias administraciones que intervienen en la inspección de las mercancías que entran en Europa a través del Puerto. "Choca con la eficiencia", dijo, para luego demandar una unión de criterios entre Sanidad Exterior y los Ministerios de Economía y Hacienda que permitan atajar los cuellos de botella. "Lo de Sanidad no lo entiendo", reconoció, preguntada por la existencia de una "mano negra en Sanidad" para aplicar controles más férreos en Algeciras frente a otros puertos europeos provocando un desvío del tráfico y la actividad al Norte de Europa.

Sobre la conexión ferroviaria Algeciras-Bobadilla, Pardo de Vera defendió que durante su etapa en Adif ya se acordó electrificar el trazado actual del tramo de Ronda a Bobadilla sin esperar al estudio de impacto ambiental que, finalmente, ratificó esa misma idea. En este ámbito, según Pardo de Vera, se camina en una senda de avance pese a que exista descrédito en la sociedad campogibraltareña por el ritmo de las obras. Prueba de ello, dijo, son los operadores ferroviarios que han apostado por la autopista ferroviaria Algeciras-Zaragoza sin esperar a que las obras del corredor ferroviario estén terminadas. Frente a alternativas como unir Algeciras con Jerez, abogó por consolidar primero el proyecto actual. "Cambiar de proyecto sería un desatino", advirtió.

En cuanto a los viajeros, Pardo de Vera evitó pronunciarse sobre el estado de las locomotoras pero sí reconoció que Renfe no incorpora material desde 2010. "Podemos tener la infraestructura, pero circulamos con lo que tenemos", zanjó, antes de apuntar -bajo su visión- a un "fallo estructural" en la gobernanza de Renfe.

Pardo de Vera también habló de la actual A-7 y la N-340 de Tarifa. Sobre la primera, dijo ver necesario efectuar antes un estudio sobre la movilidad que permita determinar si una nueva circunvalación permitiría descongestionar la actual. Y sobre la N-340 advirtió que se debe decidir no sólo si mejorar la carretera, sino ponderar el impacto que provocaría sobre un territorio (Tarifa) que definió "como un paraíso".