España va bien

Al sur del Sur

A modo de presagio, el BOE publicaba este viernes el contrato de suministro y distribución de sobres electorales. Todos atisbamos el final de la historia: solo queda que el presidente ponga el punto final

Anuncio del BOE del 20 de junio, para el suministro y distribución de sobres electorales y manuales para las mesas electorales.
Anuncio del BOE del 20 de junio, para el suministro y distribución de sobres electorales y manuales para las mesas electorales. / E.S.

España va bien. La frase de Aznar fue parafraseada sin asomo de retranca hace unos días por Juan Carlos Ruiz Boix ante una audiencia más atenta en ese momento a la presencia de Nadal y Gasol y a la llegada de los canapés que a los discursos. España va bien. Los datos de empleo, de crecimiento económico y hasta del Ibex 35 dan la razón al diputado y alcalde socialista de San Roque. También se los daban hace poco más de dos décadas al entonces presidente del Gobierno del PP, sumergido en su soberbia y sin ver venir las trolas de Bush y la CIA para justificar la invasión de Irak. No se buscaba la paz, sino el negocio de la venta de armas y de la reconstrucción del país, hoy olvidado. Los populares perdieron las elecciones por una deriva alejada de la calle, rematada por los atentados yihadistas del 11-M.

España va bien. Quien ahora ocupa la Presidencia del Gobierno tampoco escucha la voz de los ciudadanos y, más preocupante incluso, la de quienes integran su partido. Tampoco atiende las advertencias de sus aliados parlamentarios, como le pasó el jueves en el Congreso, en el tenso debate con Gabriel Rufián. La duda es si estos -Podemos, BNG, ERC y, dentro de poco, Sumar- lo echarán poquito a poco, dejándole sin leyes, sin decretos convalidados y de nuevo sin Presupuestos estales para no ser sus cómplices, o si el empujón se lo darán los suyos desde dentro: Felipe, Guerra, Susana, Lambán, García Page, Lastra o Madina, el deseado que ya se asoma en las tertulias radiofónicas, presto a tomar el difícil relevo bajo la bandera de la ética.

Se borran mensajes y se destruyen las fotos con Cerdán y Ábalos, colgadas de la paredes de los restaurantes en los que almorzaron. ¡Ay, el chalé del ex ministro en La Alcaidesa! ¿Quién le asesoró como agente inmobiliario?"

Los socialistas, con independencia de su adscripción, viven literalmente con el corazón en un puño, sin saber qué dirá el próximo informe de la UCO, cuál será la siguiente mordida desvelada y qué secretos guardan los dispositivos informáticos intervenidos a la trama. Y quiénes serán los siguientes en caer bajo la sombra de una coima: la pareja de qué cargo, aquel oscuro asesor recomendado, qué alcalde por una adjudicación concedida. Se borran mensajes y se destruyen las fotos con Cerdán y Ábalos, colgadas de la paredes de los restaurantes en los que almorzaron. ¡Ay, el chalé del ex ministro en La Alcaidesa! ¿Quién le asesoró como agente inmobiliario? Y qué cerca queda Gibraltar. Menos mal que, con el acuerdo de prosperidad compartida, la comisión rogatoria para pedir información a la colonia británica sobre las cuentas bancarias ocultas tendrá pronta y satisfactoria respuesta.

Enfrente sigue Feijóo, el líder soso e incapaz de dar un discurso sin leer el papel que le ponen por delante. Aspira a emular a Juanma Moreno: gobernar sin Vox. El presidente andaluz tiene algo más, además de manejarse de maravilla con el teleprompter sin perder la sonrisa: supera de largo a la marca del PP y no tiene fotos con un narcotraficante. Ello no impide que el máximo responsable nacional del PP sonría por lo bajini y dé nones a quienes le conminan a presentar una moción de censura. Hace bien.

El presidente del Gobierno, Pedro  Sánchez , y la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, durante su reunión del pasado lunes en la Moncloa.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez , y la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, durante su reunión del pasado lunes en la Moncloa. / Carlos Luján / Europa Press

El presidente del Gobierno y líder del PSOE se está cociendo en su propia salsa, primero a fuego lento y ahora a media llama, tras la irrupción esta semana de los agentes de la Guardia Civil en la sede socialista de Ferraz. El plato se llama Sánchez en su jugo: él mismo comenzó a elaborarlo el día en que, sin explicaciones aún, destituyó a Ábalos como ministro, “agradeciéndole los servicios prestados”, y como secretario de Organización del partido. Ocurrió en julio de 2021. Aun así aprobó que fuese reelegido diputado, al incluirle en la lista electoral por Valencia en los comicios de 2024. Es decir, Sánchez supo de algunas de las andanzas del ex titular de Transportes y buscó una salida a medio camino, la peor de todas. Y, además, eligió como relevo a Cerdán, un personaje igualmente corrupto y aún peor, más cínico y avieso.

A modo de presagio, el BOE publicaba este viernes el contrato de suministro y distribución de sobres electorales, manuales para las mesas electorales y otros impresos necesarios para una cita con las urnas. Todos atisbamos el final de la historia: solo queda que el presidente ponga el punto final. Para que España siga bien.

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