España protesta ante Reino Unido por las últimas maniobras militares de la Royal Navy en Gibraltar
Exteriores condena el despliegue de la Marina británica en el Estrecho y exige el fin de estas operaciones en aguas que considera propias
La Marina británica desafía nuevamente a España con maniobras militares en Gibraltar en aguas fuera de su jurisdicción

Gibraltar/El Ministerio de Asuntos Exteriores ha elevado una protesta formal ante el Reino Unido por las maniobras militares que la Royal Navy ha llevado a cabo esta semana en aguas próximas a Gibraltar, según han confirmado fuentes diplomáticas a la agencia EFE. En su reclamación, el Gobierno español ha expresado su rechazo a este despliegue, que considera una vulneración de su soberanía, y ha instado a Londres a evitar futuras incursiones en la zona.
Las maniobras, organizadas por el Escuadrón de Gibraltar de la Royal Navy, han incluido ejercicios de navegación y protección de activos con la participación del patrullero HMS Dagger y varias embarcaciones de apoyo, como una VC7 de la Policía de Defensa de Gibraltar, la patrullera HMC Searcher de Aduanas y la lancha Bravo 3 de la Policía Real (RGP). Según precisaron las Fuerzas Armadas Británicas en Gibraltar en un comunicado, "ya está en marcha la planificación de las próximas maniobras, en las que las unidades llevarán a cabo series más complejas con el Escuadrón de Gibraltar de la Royal Navy y la Policía de Defensa, que tienen previsto iniciar un entrenamiento mensual".
Aunque el Reino Unido ha defendido estas actividades como parte de sus entrenamientos rutinarios, el Ejecutivo de Pedro Sánchez considera que se trata de una provocación en un contexto diplomático ya de por sí tenso. "El Gobierno protesta sistemáticamente cada vez que hay una violación de nuestra soberanía, por lo tanto no es nada nuevo y lo haremos siempre que sea necesario", ha señalado el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, en declaraciones a la prensa este viernes.
Desde Exteriores han reiterado que la posición de España respecto a los "espacios cedidos y no cedidos" a Gran Bretaña bajo el Tratado de Utrecht de 1713 permanece inalterada. En este sentido, el Gobierno subraya que no reconoce al Reino Unido derechos sobre las aguas adyacentes al Peñón, ya que no fueron contempladas en el acuerdo de cesión territorial. Sin embargo, las autoridades británicas y gibraltareñas mantienen su postura de que estas aguas forman parte de su jurisdicción, lo que provoca continuos roces diplomáticos.
El episodio se suma a una larga lista de desencuentros entre ambos países en torno a Gibraltar, que en los últimos meses ha cobrado especial relevancia debido a la falta de un acuerdo definitivo sobre la situación del territorio tras el Brexit. A la disputa sobre las aguas se suma la incertidumbre en la frontera con La Línea de la Concepción, donde miles de trabajadores transfronterizos se enfrentan a controles cada vez más estrictos mientras esperan una solución estable.
El Ministerio de Exteriores ha insistido en la necesidad de que Londres respete la legalidad internacional y evite nuevas maniobras en la zona.
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