Entrevista a Juan Antonio Labat | Director general de Feique

“Pedimos apoyo para proyectos que generan un tejido industrial potente en su entorno”

  • La patronal química prevé finalizar 2021 con un alza del 5% en la producción y el 15% en las exportaciones

  • Considera que “es el momento de abrir el melón del mercado de la electricidad”

Juan Antonio Labat, director general de la Federación Empresarial de la Industria Química Española (Feique)

Juan Antonio Labat, director general de la Federación Empresarial de la Industria Química Española (Feique) / M. G.

La industria química afronta un año de recuperación tras la pandemia con buenas cifras de la mano de la alta demanda y ambiciosos planes de inversión para el futuro próximo. Acaba de finalizar Expoquimia, una de las primeras citas industriales desde el inicio de la pandemia en el que el sector ha reivindicado su papel como vector de desarrollo sostenible y ha mostrado hasta donde puede llegar “si las normas nos lo facilitan”, explica el director general de la Federación Empresarial de la Industria Química Española (Feique), Juan Antonio Labat.

–El sector químico cerró 2020 casi sin caída de la producción (-0,4%) y presentó unas buenas previsiones para 2021. ¿Cómo está transcurriendo el año?

–Teníamos unas previsiones de aumento del 2,4% en producción, un 10,2% en exportaciones y un 7,1% en la cifra de negocios. Vamos a ir ajustando en producción, pero la demanda mundial sigue elevada, no parece que vaya a caer y culminaremos el año con una demanda aún alta. Creemos que llegaremos al final de año con un crecimiento de cerca del 5% de producción, aunque en cifra de negocios probablemente estemos en el 6%, el incremento de precios de las materias primas presiona los márgenes. Y en exportación esperamos cerrar el año con un 15% de aumento. Exportamos por 37.000 millones de euros y sumar un 15% a eso es muchísimo.

–La industria española está siendo competitiva pese a todos los condicionantes de coste.

–Este crecimiento está vinculado a la demanda, hay tanta que hasta lo menos competitivo vende, se pueden internalizar todos los costes, no en inorgánica. Internacionalmente todo el mundo está afrontando costes altos en el gas, mientras el coste del CO2 afecta a Europa. Cuando se normalice la demanda y nuestros costes sigan elevándose, si no acompasamos esa curva sí tendremos problemas de competitividad. Tenemos que arreglar el tema del coste eléctrico porque va a perjudicar la competitividad internacional.

–¿Qué valoración hace de las medidas que está adoptando el Gobierno para rebajar ese coste eléctrico?

–Son pasos con sentido. Quizás lo que más nos preocupa es que están muy orientadas solo al consumo doméstico. De las que han anunciado para la industria, la mejor es el inicio de las subastas para el consumidor industrial, algo demandado largamente. Es lo que necesitamos, porque en una subasta el precio será competitivo. Actualmente estamos asistiendo a una proliferación de PPA (Power Purchase Agreement), acuerdos de compra de energía a largo plazo, somos el país en el que más proliferan. El sector químico va a ir mucho al autoconsumo, al final va a alejarse del mercado eléctrico que es muy complicado para las empresas tal y como está configurado, siendo marginalista y expuesto a términos tan volátiles como el precio del gas y el CO2. Subasta de renovables, PPA y autoconsumo, ese va a ser el objetivo de las empresas. Otra medida que habría que adoptar es quitar impuesto de generación, pero para siempre, ese 7% solo existe en España. Dejar el impuesto especial al 0,5%, eso impacta en todos. Y quizás deberíamos abrir ya el melón del mercado eléctrico, cómo tenemos un mercado sin topes, sin límites, sin ningún mecanismo corrector. Creo que es el momento de analizar cómo podemos mejorar ese mecanismo de fijación de precios en el mercado mayorista de electricidad. Nuestra competitividad no puede estar pendiente de esa volatilidad.

–La industria química ha anunciado su intención de invertir más de 18.000 millones de euros hasta 2026. ¿Qué condiciones se tienen que dar para que se haga efectiva?

–Las industrias quieren incrementar un 40% su inversión, que ahora está en el entorno de 2.500 millones de euros anuales. Esa cifra es la que queremos alcanzar de 2021 a 2026, pero por los proyectos que se han presentado en las manifestaciones de interés que ha habido, los que sabemos que se van a ejecutar y la presión que hay sobre estos proyectos creo que somos capaces de alcanzar esa cifra. Lógicamente necesitamos apoyo, que se mejoren las convocatorias de ayudas, que se desarrollen los Perte (Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica), porque ahora solo está el de la movilidad eléctrica y necesitamos el del hidrógeno si queremos hacerlo competitivo; nos dicen que estará en el primer semestre de 2022. Y necesitamos uno de grandes proyectos industriales, porque a ese tipo de proyectos no le vale el sistema de ayudas existente. En el sistema actual el límite es un 20% de la inversión, pero con un umbral máximo de 7,5 millones: la última oferta de industria ha sido de un 12% y un máximo de 1,5 millones de euros de apoyo. Eso para un proyecto de 300 millones, por ejemplo como el presentado por Atlantic Copper en Huelva, es muy poco. Ahí el problema son los límites comunitarios y el Gobierno está negociando con la UE, esperan tener resultados a final de octubre.

–¿Eso sería un requisito imprescindible para que se instalen grandes proyectos en España?

–Algunos se van a hacer incluso sin ayuda, porque ya son competitivos per se. Nuestro problema es si tenemos que competir con otro país para tener un proyecto. Lo que no queremos es que un proyecto de una multinacional no venga a España cuando es el país que más volumen de ayuda (europea) tiene concedida para repartir. Es complejo, pero se puede hacer. Pedimos un Perte para grandes proyectos estratégicos, de gran volumen, muy transformadores, que generan mucha actividad indirecta e inducida. Demandamos apoyo porque van a ser capaces de atraer no solo la planta, sino un tejido industrial potentísimo en su entorno.

–Se han presentado muchos proyectos para instalaciones de generación de hidrógeno ¿Es viable desarrollarlos?

–Entiendo que en muchos de ellos el propósito es analizar qué posibilidades existen. El propio Gobierno ha calculado que de todos los que se han presentado solo un 30% serán viables por las condiciones que van a establecer. Sobre esa viabilidad se responderá sabiendo no solo el apoyo que vas a tener para la inversión, sino el apoyo al opex, los costes de operación. El hidrógeno cuesta cuatro o cinco veces más que el gas, una caldera te cuesta el triple sustituirla, ¿va a ser competitivo tu producto? Hay que dar incentivos al productor o al consumidor de hidrógeno para que la expansión sea más rápida. El hidrógeno verde será viable en competencia natural en 2030 pero si queremos acelerarlo tenemos que tener incentivos, porque ahora no puede competir con el gas en precio.

–¿Qué otras áreas de crecimiento tiene la industria química para un futuro próximo?

–Aparte de las ampliaciones de plantas existentes, hay muchas propuestas de economía circular con reciclado químico o de reciclado de residuos sólidos urbanos. Esa será un área fundamental, pero necesitamos que la ley reconozca el reciclado químico, que contabilice como reciclado. Eso puede conseguirse a través del proyecto de ley que se está tramitando de residuos y suelos contaminados o a nivel europeo. También hay proyectos de eficiencia energética y captura de CO2.

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