Campo de Gibraltar

Las empresas alertan del impacto de la subida de la luz en la competitividad y el empleo

  • El coste de la electricidad para la gran industria se sitúa en España en más del doble que en Francia y un tercio superior al de Alemania

  • Según un estudio de UPTA, los pequeños negocios dedican ya un 30% de sus costes de producción a pagar la factura eléctrica

Vista aérea de la planta de Acerinox en Los Barrios, una de las mayores consumidoras de energía del país.

Vista aérea de la planta de Acerinox en Los Barrios, una de las mayores consumidoras de energía del país. / archivo

El mes de septiembre comienza con otro máximo histórico en el precio de la electricidad en 130,53 euros por megavatio/hora, casi el triple que el precio marcado el año anterior, en una progresiva escalada que parece no tener fin. Ante esa subida, que además parte de unos costes eléctricos más elevados en España que en el resto de los países europeos, las empresas del Campo de Gibraltar, como las del resto del país, están alzando la voz de alarma. La competitividad de sus productos, pero también las contrataciones o incluso su propia viabilidad en algunos casos, se está viendo gravemente perjudicada en un escenario en el que la mayoría aún no se ha recuperado del golpe de la pandemia. Desde las grandes industrias a los comercios y bares de menor tamaño, pasando por los autónomos, no hay un sector que se libre de un alza que ha llegado de manera imprevista.

La pérdida de competitividad en un mercado global es la principal preocupación de las grandes industrias. No es una queja nueva: las distintas patronales industriales llevan años reclamando unos costes de la energía más ajustados a los de los países del entorno europeo para poder competir en igualdad de condiciones. Sin embargo, el diferencial no solo no se palia sino que con esta crisis aumentará: según los datos recogidos por la AEGE (Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía), el precio medio del mercado diario de 2021 cerrará en 87,2 euros/MWh, mientras que en Alemania será de 74,8 y en Francia de 80,1. Según el último dato recogido por el barómetro de AEGE, correspondiente a este lunes 30 de agosto, el precio de la electricidad para la industria electrointensiva se situó en 96,82 euros/MWh (incluyendo costes regulados, impuestos, compensaciones), frente a 41,62 de Francia y 62 euros de Alemania.

“Nunca habíamos conocido algo así”, destaca el presidente de honor de la Asociación de Grandes Industrias (AGI) del Campo de Gibraltar, Antonio Moreno. “Antes pensábamos en 70 euros el Mwh y ya era una locura. Tampoco hemos conocido antes el coste actual de la tonelada de CO2, que está en 56 euros”, detalla el que fuera durante muchos años director de Acerinox, una de las industrias electrointensivas del país.

Moreno destaca que la industria tiene la opción de comprar energía a futuros, pero en los últimos años el mercado diario era más rentable que a futuros y en general no se habían formulado grandes contratos en esta materia. También están los acuerdos de compra de potencia (PPA por sus siglas en inglés), pero cubren solo una parte de la energía a consumir. Por lo tanto, las grandes industrias están sufriendo el alza continuada del coste de la electricidad y del gas, hasta tal punto que “en algunas empresas los gastos en estos conceptos se están poniendo al mismo nivel que las nóminas”. Una parte de ese coste no se podrá repercutir en el producto porque corresponda a producciones ya comprometidas en un determinado precio. Y en los casos en que sí es posible, el resultado final es “un perjuicio en la competitividad de las empresas españolas frente a las de otros países con menores costes”.

En ese mismo sentido insiste el presidente de la Confederación de Empresarios de la Provincia de Cádiz, Javier Sánchez Rojas, que apunta al impacto que supondrá “en aquellos negocios que necesitan climatización o frío industrial constante. Es una nueva carga que se suma al encarecimiento general de los costes de la energía, en desigualdad de condiciones con otros países cuyos costes energéticos son mucho más baratos”.

En cuanto a la reducción del IVA aplicada por el Gobierno central para contrarrestar el alza (medida que se extenderá hasta final de año), Sánchez Rojas da la bienvenida “a cualquier rebaja de impuestos, pero la bajada del IVA apenas tendrá efecto porque es temporal y restrictiva”.

“No hay razón alguna para que España tenga los precios más altos de la luz de todos los países comunitarios”, lamenta el representante empresarial, que también alerta de que el incremento de los costes del suministro eléctrico, sumado al aumento de los costes de producción y de los impuestos que deben seguir asumiendo las empresas, suponen una reducción significativa de los márgenes empresariales y pueden tener un efecto negativo en el empleo. “Algunos empresarios nos alertan de que el incremento de los costes de la tarifa de la luz nos les va a permitir hacer nuevas contrataciones de personal e incluso se van a ver con dificultades para poder mantener los actuales niveles de empleo”, explica.

Todo suma en un contexto todavía fuertemente marcado por la pandemia y sus derivadas. Como explica el presidente de la Asociación Comunidad Portuaria Bahía de Algeciras (Comport), José Manuel Tejedor, “la subida de la electricidad estará afectando a las empresas portuarias en mayor o menor medida, hay algunas que tienen una carga importante de coste eléctrico como los talleres y las plantas frigoríficas. Pero como también les afecta, quizás más, la subida de los fletes. Al sector portuario le afectan muchas variables”.

Mejor suerte corre la Autoridad Portuaria Bahía de Algeciras, que contrata su suministro eléctrico mediante un concurso anual que la mantiene a salvo de las oscilaciones que está sufriendo el mercado.

Los autónomos y la pequeña y mediana empresa se enfrentan también a un escenario muy complicado. Según un estudio de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos el coste medio de la electricidad de un pequeño negocio en julio fue un 20% superior al del mes de junio, y su recibo de la luz aumentó un 40% en comparación con el mismo periodo del año pasado. “Estos costes son inasumibles para la mayoría de los negocios de nuestro país, en donde un pequeño trabajador por cuenta propia ya está dedicando el 30% de los costes de producción de su negocio a pagar la factura eléctrica”, señala UPTA.

El sector comercial está especialmente afectado, remarca el presidente de la Cámara de Comercio del Campo de Gibraltar, Carlos Fenoy. “Si a cualquier ciudadano le afecta la subida de las tarifas, podemos imaginar lo qué significa para un pequeño comercio o empresa tener todo el día puesto el aire acondicionado”. El representante empresarial critica que no exista una discriminación entre cliente hogar y empresario, “como en tantas otras cosas, como la tarifa del agua. Deberían tenerse en cuenta las particularidades de la actividad empresarial en las tarifas”. Fenoy insta a esperar a final de año para hacer una previsión de cómo acabará el ejercicio, pero “lo que ya está claro es que con estas subidas tan espectaculares cuando se haga el balance del año la partida habrá crecido de forma muy importante”.

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