El control de las gaviotas, una labor que nace en Los Barrios

La masiva población de gaviotas en los entornos costeros del Campo de Gibraltar no ha podido pasar desapercibida. Estas aves, que ya forman parte del paisaje, suelen generar problemas a los ciudadanos por el descontrol que existe ante su rápida proliferación. La delegación provincial de Medio Ambiente lleva desde el año 2007 tratando de controlar esta especie que está poniendo en peligro a otras aves protegidas.

Esta iniciativa nació en 2003 a través de la consejería de Medio Ambiente que elaboró un estudio sobre la expansión de la gaviota Patiamarilla -Larus michahellis- en Cádiz. El objetivo del mismo era conocer el problema que se ha originado, su impacto sobre las comunidades de aves protegidas y sobre las molestias que generan en los núcleos urbanos a la población, con el fin de elaborar y ejecutar un plan de actuación.

Ante el rápido incremento que está experimentando la población de gaviotas en toda su área de distribución, donde se han duplicado o triplicado los efectivos de las principales colonias desde los años 60, al parecer como respuesta al aumento de la disponibilidad trófica -en este caso el ejemplo está en los vertederos- se ha creado una nueva situación ecológica que incide negativamente sobre algunas líneas prioritarias de la biología de la conservación.

En cuanto a la población existente en el Campo de Gibraltar, lo prioritario ha sido actuar en el vertedero de Los Barrios, donde se alimentan las gaviotas que posteriormente crean problemas en el resto de municipios de la comarca, como el mismo citado o La Línea y Algeciras. Por lo tanto, es primordial reducirlas, ya que están desplazando a otras especies, algunas en peligro de extinción como el chorlitejo patinegro.

En esta actividad en la comarca, básicamente se realiza el control de subadultos y adultos en los puntos alimenticios identificados en los trabajos previos, con especial intensidad en el vertedero de la Villa. Se realizan batidas mediante carabinas de aire comprimido y desde puntos fijos. Los trabajos se llevan a cabo por personal experto, que asegura la selectividad de las medidas adoptadas sobre la especie objeto y evita cualquier afección sobre otra especie no objeto de actuación.

En el vertedero barreño desde abril de 2008 hasta junio del presente año han sido abatidas un total de 1.544 aves. Si bien, el número de disparos asciende hasta los 2.743 intentos. Así, el número de especies adultas erradicadas supone un 92,11% desde el mes de octubre del año anterior hasta el pasado junio.

El jefe de servicio de Gestión del Medio Natural, Felipe Oliveros, explicó que el programa no va dirigido a evitar las molestias que las gaviotas generan entre los ciudadanos de forma específica, sino que se trata de controlar "esta plaga" que amenaza a otras especies. En este sentido, igual que se tomó la determinación de controlar la proliferación ratas en los vertederos, se ha dispuesto este plan contra las gaviotas.

Al eliminar ejemplares desde Los Barrios, según señaló Oliveros, se consigue que descienda el número de aves, lo que repercute positivamente en el bienestar de los ciudadanos campogibraltareños. Si bien, el jefe de servicio subrayó que este trabajo "se ve con el paso del tiempo".

Oliveros también destacó que se han realizado reuniones con los respectivos ayuntamientos implicados. De este modo informó que "nosotros nos dedicamos a eliminar ejemplares y ellos se encargan de erradicar nidos en los núcleos urbanos". Luego, estimó que en la provincia existen alrededor de 10.000 parejas de esta especia de aves.

Para la obtención de los objetivos marcados resulta necesario la colaboración ciudadana y de los organismos implicados, especialmente para la eliminación o disminución de las fuentes alimenticias, siendo para ello preciso informar y concienciar sobre la problemática que genera la gaviota Patiamarilla, causas de la superpoblación y de la necesidad de eliminar toda fuente de alimentación para su control.

Actualmente, en el litoral de la provincia es, probablemente, la especie más común y que más fácil puede observarse. Se han descrito diversas incidencias de la excesiva proliferación sobre el medio, entre las cuales, caben destacar la depredación directa sobre la cigüeñuela, la avoceta y charranes, el desplazamiento de otras especies de sus lugares de nidificación, insalubridad del agua y posible contaminación microbiana, así como diversos efectos sobre la vegetación.