Durante el confinamiento, muchos aprovecharon para dejar de fumar o para reducir su consumo. Luego, con las limitaciones en los bares y terrazas, encenderse un pitillo en la calle resultó cada vez más complicado. Sin embargo, a lo largo de 2020 la provincia de Cádiz elevó en un 3,35% las ventas de cigarrillos en su red de estancos. Es el mayor aumento en toda España en una anualidad en la que la tendencia fue precisamente la inversa, una caída drástica del despacho de cigarrillos con especial incidencia en las provincias y zonas más turísticas como las Islas Baleares, Alicante o Málaga.

Ni de lejos es que más gaditanos hayan abrazado el tabaquismo, sino que buena parte de las ventas han vuelto al mercado legal de las expendedurías. Algo que viene sucediendo desde 2018, precisamente, por el cerco de las autoridades al contrabando procedente de Gibraltar y la cada vez menor diferencia de precios entre una cajetilla comprada en estanco y la del mercado negro.

A lo largo de 2020, solo cuatro unidades territoriales de España incrementaron sus ventas de cigarrillos. Junto con el 3,35% de Cádiz, también subieron en Melilla (3,08%), Sevilla (0,76%) y Guadalajara (0,6%). En el resto de provincias españolas cayeron.

En Cádiz, la red de estancos despachó 40.758.301 cajetillas de 20 unidades frente a las 39.436.517 del año anterior, valoradas en 183.646.290,1 euros (por 179.014.239,8 de 2019). También subieron las ventas de picadura, en este caso en un 33%, con 146.190 paquetes (109.881 el año anterior). Y, especialmente, subieron las ventas de tabaco para pipa en un 54,44%. En esta categoría entra el tabaco para las populares cachimbas, donde el precio en Gibraltar también ha experimentado una fuerte subida en el pasado año. Las ventas de cigarros (puros), con un público más fiel, crecieron en un 0,06%.