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Cuatro de cada diez escolares del Campo de Gibraltar estudian en centros educativos sin comedor

Con el inicio de las clases —el 10 de septiembre para Infantil y Primaria y el 15, para Secundaria— resurgen las dificultades de miles de familias para compatibilizar horarios laborales y escolares, en un contexto marcado por el limitado acceso a comedores, la falta de aulas matinales y el encarecimiento del servicio

Niños en el comedor de un colegio. / E.S.

El 10 de septiembre regresan a las aulas los alumnos de Infantil y Primaria, y el día 15 será el turno de la ESO. Más allá de los nervios del primer día, las familias del Campo de Gibraltar se enfrentan a una cuestión recurrente: cómo organizar su jornada laboral con unos horarios escolares que no siempre son compatibles. El comedor escolar es, para muchas de ellas, la pieza clave que permite mantener un equilibrio entre la vida familiar y el trabajo. Sin embargo, los datos muestran que este recurso sigue estando lejos de alcanzar a todos.

De los 114 centros educativos públicos de la comarca, solo 64 disponen de comedor escolar. Esto significa que el 56,15% del alumnado puede acceder a este servicio, mientras que casi la mitad carece de él. La cifra refleja una brecha importante en una zona donde la conciliación depende en gran medida de recursos complementarios como las aulas matinales, las actividades extraescolares o el transporte escolar, que tampoco logran cubrir la demanda existente.

La realidad por municipios

El desglose por municipios muestra realidades muy desiguales. Algeciras, con 43 centros, es el que más instalaciones concentra. De ellos, 26 tienen comedor: 16 se dirigen a Infantil y Primaria, 3 solo a Infantil, 2 solo a Primaria, 4 a ESO y 1 a Educación Especial. Esto significa que, pese a ser el municipio más poblado, casi un 40% de los centros siguen sin ofrecer este recurso, lo que obliga a muchas familias a buscar soluciones alternativas.

En La Línea, con 26 centros educativos, la situación es algo más favorable: 16 cuentan con comedor. Destacan especialmente los 13 que atienden a Infantil y Primaria, además de un centro de Infantil, uno de Primaria y otro de Educación Especial. Aun así, 10 centros linenses siguen sin disponer de este servicio, lo que vuelve a poner en evidencia la cobertura parcial.

Detalle de la comida del comedor escolar. / E.S.

San Roque suma 15 centros con comedores en 8 de ellos, la mayoría también en Infantil y Primaria (7) y uno exclusivo de ESO. En Los Barrios, la cobertura es aún más limitada: de 11 centros, solo 5 cuentan con comedor, cuatro de ellos en Infantil y Primaria y uno en ESO. En barrios como Los Cortijillos, directamente no hay comedor escolar, un hecho que genera malestar entre las familias de la zona, que deben reorganizar sus horarios o recurrir a cuidadores externos.

Los municipios más pequeños de la comarca reflejan también esta carencia. En Jimena, de 6 centros, 3 ofrecen comedor, con dos que cubren todas las etapas y uno dedicado a Infantil y Primaria. Castellar, con 3 centros, apenas cuenta con un comedor, y en Tesorillo, de dos centros, solo uno dispone de este servicio. En Tarifa, de sus 8 centros educativos, únicamente 4 tienen comedor: dos en ESO y dos en Infantil y Primaria.

Más allá del comedor

Aunque el comedor escolar es el recurso más demandado por su capacidad de ampliar la jornada lectiva hasta media tarde, no es el único. Las aulas matinales, que permiten la entrada temprana de los alumnos, las actividades extraescolares que extienden el horario tras las clases, y el transporte escolar son también piezas de este puzzle. No obstante, su disponibilidad varía de un centro a otro, lo que genera una red de servicios fragmentada que no siempre responde a las necesidades de las familias.

La cuestión económica

El debate sobre la conciliación se ve además atravesado por el factor económico. Este curso, el precio del comedor se ha fijado en 5,54 euros diarios, lo que representa un incremento respecto a años anteriores. En el curso 2023/2024 ya se aplicó una subida del 4,2%, pasando de 4,78 a 4,98 euros. La Junta de Andalucía argumentó entonces que el encarecimiento de los alimentos y el aumento del Salario Mínimo Interprofesional hacían inevitable el ajuste.

Un comedor escolar. / E.S.

Para las familias, este incremento del 11,24% en apenas dos años, supone un pequeño esfuerzo añadido en un contexto en el que el acceso al comedor no está garantizado en todos los centros. Es decir, no solo existe un problema de disponibilidad, sino también de asequibilidad. Muchas familias se ven obligadas a valorar si pueden asumir el coste mensual, que en el caso de un alumno que acuda todos los días supera fácilmente los 100 euros.

Todo ello sin contar que el servicio de aula matinal, que alcanza los 17,51 euros al mes, o las actividades extraescolares con el mismo precio por actividad.

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