Así funcionaba el 'clan de los franceses' para pasar droga desde Marruecos hasta Algeciras y la Costa del Sol

Un guardia civil infiltrado, dobles fondos indetectables y un garaje con 700 kilos de hachís: así operaba la red criminal desmantelada en la Operación Doha

Los detalles de la histórica operación ATAM-Macetero: el paso de hachís hacia Algeciras gracias a la corrupción de un guardia civil

Desmantelada otra gran red que usaba vehículos con dobles fondos para meter hachís por el Puerto de Algeciras / Redacción Europa Sur

Algeciras/La droga tenía un destino claro: la Península, con el Puerto de Algeciras como punto de paso clave en la ruta del hachís. Pero la Operación Doha, llevada a cabo por la Unidad de Droga y Crimen Organizado (Udyco), truncó los planes de una red criminal que movía toneladas de estupefacientes con un sistema altamente sofisticado. La intervención policial, ejecutada en la madrugada del pasado 19 de febrero, se saldó con seis detenidos, más de 1.100 kilos de hachís decomisados y la confirmación de que un agente de la Guardia Civil colaboraba con los narcos.

El golpe se produjo en un garaje del polígono del Tarajal, en Ceuta, donde la organización almacenaba la droga antes de embarcarla hacia Algeciras en vehículos preparados con dobles fondos indetectables a simple vista. La Policía Nacional llevaba meses investigando a esta red, que operaba con un elevado nivel de seguridad y medidas de contravigilancia para evitar ser descubierta.

Esa noche, la tensión era máxima. Los agentes sabían que los narcos podían intentar mover la droga en cualquier momento. Por eso, la intervención tuvo que ejecutarse con rapidez. En cuanto la Udyco irrumpió en el garaje, los sospechosos intentaron escapar por tejados, puertas traseras y pasadizos laterales. Ninguno lo consiguió. Cinco fueron arrestados en el acto y un sexto cayó al día siguiente.

Una estructura jerárquica bien definida

El llamado clan de los franceses había establecido un organigrama criminal bien estructurado. Dos de los detenidos estaban al mando: dirigían la actividad, fijaban las tareas y elegían los puntos de almacenamiento de la droga. Otros miembros de la red se encargaban de la preparación de los vehículos, del transporte y de la seguridad del cargamento, realizando contravigilancia para detectar cualquier presencia policial.

El sistema de dobles fondos era uno de los más avanzados detectados hasta la fecha. Los vehículos modificados podían pasar inspecciones mecánicas sin levantar sospechas, lo que les permitía cruzar la frontera con hachís oculto en compartimentos secretos. Además, los conductores utilizaban matrículas falsas y documentación manipulada para dificultar su identificación en caso de ser interceptados.

Un guardia civil comprado y "quemado"

La investigación reveló también la implicación de un guardia civil en activo, que facilitaba el paso de la droga a la Península a cambio de dinero. Este agente, actualmente en prisión preventiva desde febrero, mantenía contacto con varias organizaciones criminales y les proporcionaba información sobre controles y operativos.

En una de las conversaciones intervenidas, según desvela El Faro de Ceuta, el guardia civil llegó a manifestar que sospechaba que iba a ser detenido. Esa afirmación bastó para que el clan de los franceses lo considerara "quemado", es decir, un colaborador cuya utilidad se había agotado por el riesgo de que fuera arrestado y revelara detalles sobre la organización.

Cargamentos camuflados y comunicaciones cifradas

Las pruebas recabadas por la Udyco muestran que la organización logró trasladar grandes cantidades de hachís en 2024. Uno de los envíos frustrados por la Policía fue el de 200 kilos hallados en un coche en Algeciras. Otro cargamento, de 40 kilos, fue interceptado en un turismo Citroën que cruzó el embarque de Ceuta. En otro operativo se descubrieron 230 kilos ocultos en un vehículo con dobles fondos.

Los narcotraficantes utilizaban aplicaciones de comunicación cifrada para coordinar sus movimientos y esquivar a los investigadores. En las escuchas telefónicas se registraron frases como "tenemos pagada la aduana" o "hace falta apoyo en inspecciones fiscales y aduaneras". Según los agentes, muchas de estas comunicaciones no pudieron ser interceptadas, lo que dio a la red una "impunidad total" durante meses.

Hasta 18 años de cárcel para los cabecillas

El Juzgado que instruye la causa ha determinado que existen "suficientes indicios de criminalidad" para mantener en prisión preventiva a los detenidos, especialmente a los líderes de la organización. La gravedad de los hechos, unida al riesgo de fuga, hace que las penas a las que se enfrentan sean especialmente elevadas.

Los cabecillas podrían ser condenados a penas de hasta 18 años de cárcel por su implicación en la red de narcotráfico. Además, la conexión con otros clanes del hachís en Ceuta ha llevado a los investigadores a ampliar sus pesquisas, en un intento de desmantelar por completo las redes que operan en la ruta Marruecos-Algeciras-Costa del Sol.

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