Finales de junio. Pilar Díaz, vecina de la barriada sanroqueña de Campamento, lleva dos años preparándose para uno de los días más importantes de su vida: se presenta a las oposiciones de profesorado y tiene que desplazarse hasta Chiclana de la Frontera para someterse a las difíciles pruebas. Pilar se sube en su coche y toma la carretera CA-34 desde su barriada hasta desembocar, a los pocos minutos, en una colapsada A-7. Comienza el horror. "La cola duró prácticamente hasta la Estación de San Roque, un tramo corto, sin accidentes, pero que apenas avanzaba", recuerda Díaz quien, afortunadamente, llegó a Chiclana a tiempo.

La angustia de Pilar Díaz se reproduce en cualquiera de los otros coches que pueblan los continuos atascos que se generan a diario en el arco de la Bahía de Algeciras. Un auténtico cuello de botella para el tráfico por la falta de capacidad de la única gran vía de comunicación que conecta las principales poblaciones del Campo de Gibraltar.

Una cita médica, una entrevista de trabajo, la propia jornada laboral o un día de playa en Tarifa; todos estos planes penden de un hilo si el conductor se encuentra en medio de una cola como la generada el pasado jueves, cuando un simple accidente por alcance que se saldó con daños materiales provocó más de 6 kilómetros de retención durante más de dos horas.  

Después de dos años condicionados por las restricciones a la movilidad por la pandemia, la A-7 vuelve a ser escenario de una situación que, si bien no es nueva, tiende a peor. El Campo de Gibraltar espera una solución desde hace 15 años, cuando se prometió descargar la autovía que discurre por el arco de la Bahía de Algeciras con una nueva circunvalación. Un proyecto que a día de hoy duerme en algún cajón del Ministerio de Transportes. 

La problemática se ve acrecentada especialmente en verano, cuando la comarca recibe a la par a numerosos turistas y apunta a cifras récord de pasajeros vinculados a la Operación Paso del Estrecho. Ni siquiera la inflación de los precios de la gasolina parece mitigar el tráfico que acoge la vía.

Mercedes, hermana de Pilar y usuaria habitual del trazado, lamenta que el colapso de la autovía sea ya más frecuente que los días de fluidez: "La autovía se ha quedado pequeña de normal, pero en verano, con todos los turistas y la Operación Paso del Estrecho, es un caos". "Rara es la semana en que no hay varios accidentes, algunos de bastante gravedad", añade.

Este es el panorama diario en la única vía de alta capacidad que une las principales poblaciones del área metropolitana del Campo de Gibraltar, donde residen más de 250.000 personas. Un frenazo, un pequeño accidente, un roce o los mismos semáforos en la travesía de Algeciras se traducen en interminables colas que condicionan la vida de los campogibraltareños. 

75.000 vehículos al día

Los datos oficiales corroboran el colapso. La A-7 registró en 2019 una Intensidad Media Diaria 75.125 vehículos medidos a la altura de Palmones, en Los Barrios (punto kilométrico 111,2). Es el punto que registra la mayor afluencia de tráfico, justo en el centro de la Bahía de Algeciras, según los últimos datos oficiales disponibles en la web del Ministerio de Transportes.

La cifra es superior a la de 2017 en 1.794 vehículos diarios y se aproxima a la máxima registrada en la serie histórica , que se alcanzó en el año 2009 con 75.351 vehículos diarios de media.

Los registros de la Intensidad Media Diaria corroboran que el tráfico en la Bahía de Algeciras se ha triplicado en 30 años, ya que en 1991, primer año con el actual trazado desdoblado desde la antigua N-340, hubo 26.999 vehículos de Intensidad Media Diaria.

Y no solo son coches. El tráfico pesado copa una importante carga de este volumen de desplazamientos diarios. La autovía supone la entrada y salida de camiones para el Puerto de Algeciras. Así, según estos mismos datos del Ministerio de Transportes, el tráfico pesado en el punto kilométrico 109 (la entrada de Algeciras) suponen un 5,81% del total, con 4.200 vehículos pesados de media. 

Hileras de coches atascados en el termino municipal de Los Barrios

Esperando a la nueva A-7

Desde hace tres décadas apenas ha variado el trazado de la A-7, a pesar de que el tráfico que acoge crece sin cesar. La última gran reforma en el trayecto que recorre la Bahía de Algeciras se produjo en 2006, cuando se inauguró el enlace con la autovía A-381 (que va de Los Barrios a Jerez). 

Y desde entonces ya se apuntaba a la necesidad de una nueva autovía con un trazado más al norte, a modo de gran circunvalación, que partiera desde Algeciras y desembocara en San Roque. 

El diputado nacional por PSOE de aquella época, Salvador de la Encina, se mostraba confiado en que los trabajos de construcción pudieran comenzar a lo largo de 2008. "Ya tenemos el estudio informativo. Espero que pronto esté acabada y se terminen los colapsos en la A-7", manifestó entonces. 

No fue así, ya que en julio de 2009, se aprobó definitivamente el estudio informativo de la nueva A-7 tras quedar zanjada la polémica por el paso del trazado por el Pinar del Rey en San Roque que tuvo una fuerte respuesta social. En aquel año quedó definido que la futura A-7 tendría 16,97 kilómetros de longitud diseñados entre Los Barrios y El Higuerón (La Línea), con una inversión cuantificada entonces en 103,5 millones de euros que todavía no se ha visto plasmada en los Presupuestos Generales del Estado con una partida suficiente. 

Tráfico en dirección a Tarifa, este sábado.

La propuesta aprobada contemplaba un trazado en dirección norte que giraba hacia el este para salvar con un viaducto el río Guadarranque, la carretera A-405 y la línea de ferrocarril Algeciras-Bobadilla. A continuación, el trazado bordearía el norte del embalse de Miraflores para discurrir posteriormente al sur del Pinar del Rey. A partir de este punto, el trazado giraría hacia el norte para evitar la zona del Albarracín, en San Roque. La conexión con la A-7 se produciría al norte del enlace de El Higuerón, entre el Cerro de La Doctora y la Sierra del Arca.

En 2019, el plan (tras años aparcado) fue rescatado en los Presupuestos Generales del Estado elaborados por el Gobierno del PSOE, aunque con una partida testimonial de 50.000 euros para justificar el reinicio de los trámites burocráticos. Dos años más tarde, en 2021 y motivado por la salida del Reino Unido de la Unión Europea, se barajó la posibilidad de usar fondos del Plan de Reajuste (184 millones correspondían a España) para relanzar las obras, pero aquella idea no acabó materializándose en avances. El Campo de Gibraltar sigue esperando, atascado, a las próximas cuentas del Ejecutivo que deben presentarse este otoño.