Un avión espía británico realiza tres días de vigilancia intensiva sobre el mar de Alborán y el estrecho de Gibraltar en una operación de inteligencia

Los vuelos, ejecutados entre el 1 y el 3 de diciembre, repiten patrones detectados en octubre y apuntan a un objetivo de alto valor estratégico en aguas próximas al Estrecho

Gibraltar: vuelos espía británicos sobre el espacio aéreo español

La trayectoria del Diamond DA62 MPP, el 1 de diciembre.
La trayectoria del Diamond DA62 MPP, el 1 de diciembre.

Durante los días 1, 2 y 3 de diciembre, un avión bimotor de reconocimiento británico —un DA62 MPP de la compañía Diamond, especializado en misiones de inteligencia electrónica— desarrolló una operación de vigilancia prolongada sobre el mar de Alborán, siguiendo patrones de vuelo muy específicos y repetitivos. La actividad, registrada en plataformas públicas de seguimiento aéreo, coincide con el uso de sensores avanzados y altitudes inusualmente bajas, lo que sugiere un operativo de inteligencia focalizado sobre un objetivo concreto aún no identificado.

Los vuelos se realizaron desde Málaga y repitieron esquemas de vigilancia que ya se habían observado el 22 y 23 de octubre, entonces a cargo de un Beech King Air 2-WKTN, registrado como avión militar británico e igualmente utilizado para misiones de recopilación de señales. La repetición casi exacta de altitudes, velocidades y áreas de operación ha llamado la atención de analistas especializados, que ven en ello un patrón coordinado entre servicios de inteligencia occidentales.

En los tres días de diciembre, el DA62 MPP realizó varias salidas que combinaron órbitas sobre un punto fijo en el mar, vuelos rectangulares de búsqueda y oscilaciones sistemáticas de altitud entre 370 y 1.700 metros. Este comportamiento, típicamente asociado a misiones de adquisición y confirmación de datos, dista de un patrullaje rutinario o de entrenamiento.

La trayectoria de uno de los vuelos, con algunos tramos en blanco debido al encendido y apagado del transpondedor durante la ruta, sectorizando el área realizando un rectángulo perfecto.
La trayectoria de uno de los vuelos, con algunos tramos en blanco debido al encendido y apagado del transpondedor durante la ruta, sectorizando el área realizando un rectángulo perfecto.

El primer vuelo del operativo tuvo lugar el 1 de diciembre entre las 13:00 y las 15:00, cuando el Diamond DA62 MPP se dirigió desde Málaga hacia el mar de Alborán y permaneció durante dos horas efectuando órbitas cerradas sobre un punto fijo. La aeronave voló a altitudes muy bajas, entre 380 y 440 metros, y a velocidades cercanas a los 180 km/h, un perfil compatible con la obtención de imágenes de muy alta resolución y la captura precisa de emisiones electromagnéticas.

Esa misma tarde, entre las 16:30 y las 18:00, se registró un segundo vuelo, en esta ocasión alcanzando una altitud de hasta 860 metros y manteniendo velocidades próximas a los 200 km/h. Este aumento de altitud, unido al mantenimiento del patrón de órbitas sobre el mismo punto, sugiere una acción de verificación y contextualización de la información obtenida en la salida anterior.

El 2 de diciembre se llevaron a cabo otras dos salidas. La primera, en torno a las 14:00 y las 15:30, repitió el esquema del día anterior: órbitas persistentes sobre el mismo punto del Alborán, manteniendo una altitud relativamente baja, entre 400 y 500 metros, y una velocidad aproximada de 200 km/h.

Más tarde, alrededor de las 18:30 y las 19:00, el DA62 realizó una misión más breve, también en el rango de 400–500 metros de altitud y con idéntico patrón de vigilancia. Este vuelo corto apunta a una consolidación de datos o a una comprobación puntual de elementos detectados previamente.

El 3 de diciembre fue la jornada más extensa: el avión despegó a las 13:20 y permaneció en vuelo hasta las 18:10, acumulando casi cinco horas de operación continua. Durante esa misión, la aeronave ejecutó un patrón de búsqueda rectangular en la misma zona, mientras realizaba oscilaciones sistemáticas de altitud que fueron desde los 370 metros hasta alcanzar picos de 1.768 metros.

Un Diamond DA62 MPP.
Un Diamond DA62 MPP. / E. S.

Esta variación deliberada, acompañada de velocidades comprendidas entre 250 y 290 km/h, corresponde a un protocolo de verificación multialtitud, utilizado para obtener diferentes lecturas visuales, electromagnéticas y de radar sobre un mismo objetivo o estructura en el mar.La coincidencia con los vuelos de finales de octubre refuerza la hipótesis de una operación dividida en fases. En aquella ocasión, el Beech King Air trazó grandes rectángulos de búsqueda durante más de cuatro horas, un patrón empleado para localizar un área de interés. Cuarenta días después, el DA62 volvió a la zona con vuelos más precisos, propios de una fase de confirmación o caracterización detallada.

Una región de alto valor estratégico

La actividad se ha desarrollado en un punto especialmente sensible: el entorno del Estrecho de Gibraltar, corredor marítimo por el que pasa buena parte del tráfico energético y de comunicaciones entre Europa, África y Oriente Medio. En los últimos años, organismos europeos y la OTAN han alertado del riesgo que afrontan cables submarinos, infraestructuras críticas y rutas marítimas por la actividad de potencias extranjeras en la zona.

Aunque no existe confirmación oficial sobre el motivo concreto de la operación, varias fuentes consultadas por Europa Sur subrayan que los vuelos registrados son compatibles con misiones de vigilancia de infraestructuras marinas o de seguimiento de buques e instalaciones de alto interés estratégico.

Silencio institucional y petición de aclaraciones

Ni el Ministerio de Defensa, ni la AESA, ni autoridades británicas o gibraltareñas han ofrecido explicaciones sobre el operativo. La ausencia de información, unida a la repetición del patrón en octubre y diciembre, ha generado inquietud sobre la naturaleza del objetivo monitorizado, que se mantiene oculto, y sobre el grado de coordinación de los responsables de las vigilancias con España.

En un entorno tan crítico como el Estrecho —clave para la seguridad y economía del Campo de Gibraltar y para la arquitectura defensiva del sur de Europa— varios expertos en la región consideran necesario que se clarifique si la operación se ha realizado en coordinación con las autoridades españolas y qué tipo de actividad se está desarrollando en aguas próximas.

Por ahora, las respuestas permanecen en el ámbito reservado de la inteligencia militar. Mientras tanto, los cielos del Alborán y del Estrecho siguen siendo escenario de algunos de los movimientos menos visibles pero más estratégicos del sur de Europa.

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