Álvarez-Ossorio, el abogado que logró la libertad en Portugal de Alex Male, el prófugo más buscado en Reino Unido
Justicia
El letrado gaditano lleva al Tribunal Constitucional luso a revisar la detención de Alex Male, acusado de blanqueo de capitales y de tráfico de cocaína, ketamina y armas
Un complejo entramado de recursos presentados ante diversas instancias judiciales de Portugal, hasta llegar al plenario del Tribunal Constitucional luso, que aún debe pronunciarse, han permitido que Alex Male, el prófugo más buscado por las autoridades de Reino Unido, esté ahora en libertad tras haber sido detenido el pasado mes de mayo en el aeropuerto de Lisboa a su vuelta de Turquía, desde donde fue devuelto tras denegársele la entrada al presentar el pasaporte de otra persona.
A la espera de que su futuro procesal se resuelva y acusado en su país de blanqueo de capitales y de tráfico de cocaína, ketamina y armas, Male se pasea libremente por Portugal, con el pasaporte retirado y con las únicas obligaciones de tener un domicilio fijo donde poder localizarle y de personarse a diario ante la justicia.
No pintaban tan bien las cosas para Male en junio, cuando requirió los servicios de Ricardo Álvarez-Ossorio, abogado con bufete en Sotogrande (San Roque) y especializado en grandes causas vinculadas al narcotráfico. Para entonces, Male llevaba un mes en prisión y había firmado su consentimiento para ser entregado a las autoridades de Reino Unido, que habían reclamado su repatriación.
La historia arranca de bastante atrás. La NCA, la Agencia Nacional contra el Crimen británica, había situado a Male como su objetivo número uno tras haber huido de Reino Unido después de ser detenido y acusado de participar una trama criminal de carácter internacional de tráfico de drogas. El hoy prófugo había caído en una trampa, el sistema de comunicaciones encriptado Encrochat, que una vez descifrado por Europol se convirtió en una fuente inagotable de información sobre las actividades de decenas de grupos delictivos.
Destino, Dubai
Male, de unos 30 años, fue detenido, imponiéndole un juez prisión provisional bajo fianza en 2020. Fue esta circunstancia la que aprovechó para poner pies en polvorosa y dirigirse a España. Para ocultarse eligió Marbella, una ciudad propicia para llevar un vida de lujo pasando relativamente desapercibido. La fiesta se prolongó hasta el pasado mes de mayo, cuando el cerco de las policías española y británica se cerraba en su entorno. Fue en ese momento cuando Male activó un nuevo plan de fuga cuyo destino final era la ciudad de Dubai, en los Emiratos Árabes Unidos, un país que no suele hacer muchas preguntas sobre la procedencia del dinero que traen aquellos que llaman a sus puertas.
Para ello, según las fuentes consultadas por Europa Sur, planeó una ruta que primero le llevó en coche hasta Lisboa, desde tomó un avión con rumbo a Estambul, escala previa antes de llegar a Dubai. La hoja de ruta falló a mitad de camino, cuando a su llegada a la ciudad turca la policía detectó que portaba el pasaporte de otra persona. La legislación internacional indica que, en esos casos, el pasajero debe ser devuelto al país de origen, en este caso, Portugal. Cuando Male llegó de nuevo a Lisboa, las autoridades lusas, avisadas por las turcas de lo sucedido, ya habían contactado con las británicas y obtenido información sobre el perfil del personaje. De inmediato, fue detenido.
El Brexit, a su favor
El Brexit jugó en favor de presunto narcotraficante. Con Reino Unido fuera de la UE y al contrario de lo que sucede entre los países miembros con la repatriación de personas con causas pendientes con la justicia -con procedimientos muy ágiles- el plazo para enviar a casa a Male desde Portugal puede prolongarse hasta 150 días.
Es ese el periodo que han aprovechado Álvarez-Ossorio y su colega portugués Vitor Parente para mover ficha, presentar una secuencia de recursos y elevar en nombre de su cliente una petición de habeas corpus -por el que toda persona detenida tiene derecho a exigir que se detallen las causas de su arresto- que deberá resolver ahora el más alto tribunal de Portugal. Desde el pasado 6 de octubre, Male cumple con su obligación de dejar constancia de su presencia en Portugal. Y así, como poco, hasta que se decida sobre su extradición a Reino Unido.
Emiratos Árabes Unidos, un paraíso para ocultar dinero
¿Por qué los Emiratos Árabes Unidos y ciudades como la lujosa (y estrambótica) Dubai se han convertido en el lugar de residencia de personas de todo el mundo con problemas con la justicia y, sobre todo, con muchísimo dinero? En primer lugar porque sus autoridades tienen pocos escrúpulos a la hora de aceptar la entrada en el país de divisas de origen sospechoso por parte de esos visitantes y, en segundo lugar, por las dificultades existentes a la hora de conseguir la extradición de un delincuente a un tercer país. La clave está en que la legislación de Emiratos impide que una persona sea expatriada sin antes rendir cuentas por posibles delitos cometidos en su territorio. Según las fuentes manejadas por Europa Sur, el procedimiento que suelen emplear los delincuentes a su llegada a Emiratos es firmar un cheque sin fondos (tipificado como delito) a nombre de un cómplice, el cual tan solo reclamará su cobro y denunciará lo ocurrido en caso de que el firmante del cheque sea objeto de una petición de extradición. Dado que la repatriación debe realizarse en el plazo de 60 días y solo se puede solicitar por un hecho una sola vez, la petición caduca sin que se lleve a efecto porque tiene prioridad resolver el supuesto delito del cheque sin fondos. Pasado los 60 días de rigor, el denunciante afirma haber cobrado el dinero del cheque y retira la denuncia. Caso cerrado.
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