Medio Ambiente

El alga invasora del Estrecho, eficaz para combatir la seca del alcornocal

Mari Luz Caballero y Luz Pelayo, junto a un operario de La Almoraima, durante la aplicación del tratamiento.

Mari Luz Caballero y Luz Pelayo, junto a un operario de La Almoraima, durante la aplicación del tratamiento.

De ser un problema ambiental a una posible solución para otro. La Sección de Educación Permanente de Tarifa (SEP) acaba de constatar que el alga invasora Rugulopteryx Okamurae es una base eficaz para nutrir a los alcornoques y frenar, e incluso mejorar, la situación de ejemplares aquejados por la seca o decaimiento. 

Así se desprende de los resultados preliminares del proyecto ideado por las tarifeñas Mari Luz Caballero y Luz Pelayo para aplicar un fertilizante con propiedades fungicidas utilizando las algas -sometidas a un proceso de fermentación- para tratar de combatir el avance de la enfermedad que amenaza el futuro de las masas boscosas del parque natural de Los Alcornocales. El tratamiento se ha probado en la finca Los Orgazos, que forma parte del latifundio público estatal de La Almoraima, en Castellar de la Frontera.

"Los resultados preliminares del proyecto son muy buenos, porque de los seis árboles a los que se les aplicó el producto, cuatro han mejorado sensiblemente su foliación, uno la mantiene, que no es poco, y solo en un caso ha avanzado la seca. Todo ello tras un verano marcado por altas temperaturas, la plaga de la lagarta peluda y en un contexto de fuerte sequía. Los árboles que han mejorado presentan más hojas y brotes", explica Antonio Vegara, profesor de la SEP y coordinador de los grupos de trabajo.

La idea de emplear la Rugulopteryx Okamurae como base para un tratamiento la tuvo el agricultor David García Contreras, quien fermentó algas para abonar sus naranjos con éxito, ya que observó una mayor aparición de hojas. "Y estas dos alumnas de la SEP están en contacto permanente con el campo, con el medio rural, tuvieron la idea de aplicarlo a un problema que también conocen de cerca", subraya el profesor.

La clave del preparado se encuentra en los diterpenos antibacterianos que posee el alga. El proyecto pretendía probar si esta sustancia es eficaz para frenar el avance de los hongos que provocan la seca del alcornocal y, de paso, obtener un proceso para dar salida a la acumulación de las algas en la costa. 

El experimento

El proceso de fabricación del fertilizante experimental requirió la recolecta de algas lo más limpias posible. En este punto del proyecto, la Asociación Algas del Estrecho colaboró con el SEP en el trabajo de recogida en las playas de Tarifa, su transporte, manejo y transformación.   

Con la materia base, Caballero y Pelayo idearon dos formulaciones para el fertilizante. La primera, con un 50% de alga fresca, un 49% de agua de lluvia y un 1% de melaza de caña. El segundo preparado estaba compuesto por un 25% de alga fresca molida, un 74% de agua de lluvia y un 1% de melaza de caña. Las dos mezclas se dejaron fermentar durante varias semanas. 

Tras seleccionarse los seis ejemplares de alcornoque de la finca, el pasado 23 de marzo se tomaron fotos de control para determinar el grado de foliación inicial de cada árbol, situada entre el 40 y el 60%. A tres de ellos se les aplicó la primera fórmula, empleándose la segunda en los restantes.

La administración del preparado tuvo lugar entre abril y mayo, con cuatro aplicaciones de cinco litros por semana en abril y dos aplicaciones de 15 litros en mayo, directamente sobre el suelo del entorno del árbol. 

La inspección de los árboles se efectuó el pasado 17 de octubre. Los tres árboles regados con el primer preparado (con mayor concentración de algas) mejoraron su foliación en torno a diez puntos porcentuales. De los tres regados con el segundo, uno mejoró, otro la mantuvo y en un tercer caso la seca avanzó (perdió hojas). 

Comparativa en uno de los árboles, que pasó del 35% de foliación al 50%. Comparativa en uno de los árboles, que pasó del 35% de foliación al 50%.

Comparativa en uno de los árboles, que pasó del 35% de foliación al 50%.

La Universidad de Córdoba, integrada en el proyecto LIFE Fagesos para la recuperación del alcornocal, contribuye con la SEP y se ha encargado de efectuar un análisis del suelo para evaluar cuantitativamente el efecto del fertilizante. La Universidad de Córdoba también trabaja en La Almoraima con un método basado en fosfonatos. "Puede ser complementario a nuestro preparado", destaca Vegara.

Ahora, una vez determinado que la concentración de algas influye en el éxito del tratamiento, las autoras del proyecto trabajan en posibles mejoras. Entre ellas, una aplicación inyectada con el fin de aprovechar al máximo los nutrientes en cada árbol.

Por lo pronto, el fertilizante volverá a ser aplicado a partir del próximo mes de marzo en otros puntos de control de La Almoraima. Así mismo, el coordinador de la SEP detalla que la Junta de Andalucía también se ha mostrado favorable a probarlo en una de sus fincas de Los Alcornocales. 

"Nuestros resultados y el preparado se pueden replicar fácilmente. El fertilizante lo puede elaborar incluso un niño. Ofrecemos un producto con aplicación real, gratuito, libre. Con que una parte de los propietarios privados de Los Alcornocales lo pruebe -el 70% del parque natural está en manos privadas- nos podemos dar por satisfechos", explica Vegara.

Frente a esta satisfacción, el coordinador de la SEP lamenta que las veces que han llamado al Ministerio de Transición Ecológica (Miteco) para ofrecer su experiencia les hayan dado la callada por respuesta. "Estamos hartos de llamar a las puertas del Ministerio. Así que hemos optado por la vía de los hechos, que sean nuestra carta de presentación", concluye Vegara.

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