Algeciras-Bobadilla

Los alcaldes se unen para pedir más y mejor tren

  • Regidores y concejales del Campo de Gibraltar y la Serranía de Ronda de todos los partidos se unen para reclamar a Fomento mejoras ferroviarias

Alcaldes y concejales del Campo de Gibraltar y la Serranía de Ronda ante la estación de esta ciudad.

Alcaldes y concejales del Campo de Gibraltar y la Serranía de Ronda ante la estación de esta ciudad. / Erasmo Fenoy

Manuel Herrera pasea por la estación de Ronda poco antes de la llegada del tren que va hacia Algeciras. Ha acudido allí porque está indignado por la situación de su hija que, con una discapacidad, se encuentra con problemas para viajar sola por la falta de adaptación de los trenes que la acercan a Málaga. Se ha enterado de que un grupo de alcaldes estaba realizando un viaje reivindicativo y ha ido allí “a apoyarles, porque no hay derecho a que tengamos estos trenes”.

La de Manuel es una de las cientos de historias diarias de la línea Algeciras-Bobadilla. Como la de Juan Rebolo, que explicaba ayer a los alcaldes la odisea de llegar desde Algeciras a Barcelona, la ciudad en la que ha estudiado. Por los 176 kilómetros de recorrido decimonónico (del siglo XIX datan las vías que hoy se siguen utilizando) pasan trenes que dan servicio a estudiantes que los necesitan para acudir a sus clases, a personas mayores que no pueden permitirse un taxi que los lleve al médico, a trabajadores que los necesitan para su actividad laboral, sea en Algeciras, Ronda o Madrid. Cuatrocientos mil vecinos que después de siete meses sin tren por los desperfectos sufridos por la vía tras un temporal en octubre pasado se encuentran con que el servicio recuperado es aún peor que el que se fue.

Desde que se reabrió la Algeciras-Bobadilla el pasado 13 de mayo, el tren Algeciras-Madrid ha sufrido un elevado número de incidencias. Locomotoras averiadas, pasajeros transbordados a autobuses, incluso trenes con los bajos en llamas en la estación de Gaucín han terminado de colmar la paciencia de los residentes en los municipios por los que discurre el tren. Ya no es solo que lleven un siglo esperando la electrificación de la vía, sino que el servicio de ferrocarril que se mantiene es muy deficitario. También lo es en el caso de la línea Algeciras-Granada, con trenes que el propio Ministerio de Fomento reconoce que “han salido rana”, retirados de Extremadura.

En ella han escenificado hoy los alcaldes del Campo de Gibraltar y la Serranía de Ronda el hartazgo de sus vecinos. Reunidos en un viaje singular –pocas veces se unen los regidores de distintos partidos– representantes municipales de diferentes municipios han ido subiendo al tren en el recorrido entre Algeciras y Ronda para lanzar un mensaje de unidad ante una necesidad perentoria, la de la mejora de las comunicaciones. “Es un viaje histórico”, remarca el alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, “sin colores políticos ni sectarismos, para reclamar inversión, creación de riqueza y turismo”. “Hablamos de aspiraciones que debían haber estado ya resueltas, después de muchos años y distintos gobiernos”.

Para la Bahía de Algeciras es clave impulsar el tráfico de mercancías de Puerto e industrias. Para los pueblos de interior, el tren es el medio para llegar a centros educativos, sanitarios y comercios

La necesidad de ese tren une realidades muy distintas. En los municipios de la Bahía de Algeciras resulta primordial una mejora ferroviaria que facilite el transporte de mercancías para impulsar al primer puerto del país y apoyar la actividad de unas industrias que facturan miles de millones de euros anuales. “Como pueblo con gran industria decimos que ellos necesitan la línea para cargar mercancías, hoy cargan camiones porque no hay tren”, ha recordado el alcalde de Los Barrios, Miguel Alconchel.

Para ello es necesario ejecutar la renovación de la línea Algeciras-Bobadilla, aunque no sea la inicialmente planificada sino un proyecto de menos prestaciones, reconoce el alcalde de San Roque, Juan Carlos Ruiz Boix. “Vamos a ser pragmáticos, pájaro en mano, para después seguir reclamando”, ha asegurado, para pedir a continuación que “no dejemos maniatado al actual Gobierno de España”.

Para La Línea de la Concepción la mejora también es indispensable, pero los linenses tienen también su singularidad ferroviaria: unas vías sin tren, por lo que su reivindicación pasa por que el ferrocarril llegue hasta el municipio, ha destacado el teniente de alcalde Helenio Lucas Fernández.

El alcalde de Castellar, Adrián Vaca, espera que su pueblo también se pueda beneficiar de la expansión del Puerto y la industria. Y al otro lado del Campo de Gibraltar, la teniente de alcalde de Tarifa, Noelia Moya, destaca la importancia del tren también para aliviar la congestión de las carreteras.

Un grupo de vecinos protesta en la Estación de Gaucín. Un grupo de vecinos protesta en la Estación de Gaucín.

Un grupo de vecinos protesta en la Estación de Gaucín. / Erasmo Fenoy

Conforme avanza el recorrido del tren el paisaje va cambiando y el uso que se hace del ferrocarril también. Para los pueblos de interior el tren de pasajeros va ganando en importancia como medio de transporte, aquel que les acerca a las ciudades más grandes a realizar compras, acudir a citas médicas o formarse. Así lo destaca el alcalde de Jimena, Fran Gómez, que protesta también por la falta de información de Adif en las obras que está ejecutando en la línea y resume: “Tenemos un sistema de comunicación precario que no nos merecemos”. Su homólogo en Tesorillo, Jesús Fernández, lamenta que "si miramos al norte la situación es distinta".

El turismo es otra de las preocupaciones de los alcaldes del interior, que tienen en el tren una de sus oportunidades. Así es en San Pablo de Buceite, con un restaurante que fue incluido en una lista de los mejores restaurantes de estación de Europa por The Guardian. También en Cortes de la Frontera, ha recordado su alcalde, José Damián: “Es muy cómodo para alguien de Algeciras venir en tren a pasar el día, a la Estación de Gaucín, donde el agua del río Guadiaro se puede beber. Pero es no se ha podido durante siete meses ni se puede hacer ahora”.

La actividad turística es clave para la pervivencia de los municipios de interior, cada vez más despoblados recuerdan sus alcaldes. Frente a esa despoblación, recuerdan los regidores, es necesario facilitar las comunicaciones. “El tren no es un negocio, es algo necesario para los pueblos pequeños, para su supervivencia”, ha insistido Damián. Es su medio de transporte para cuestiones básicas de la vida diaria: educación, sanidad, trabajo. De hecho, ha explicado el delegado de la Estación de Gaucín, Acacio Sánchez, durante los meses que no ha habido tren ha habido estudiantes con problemas para acudir a sus clases.

Por eso reclaman, además de mejores trenes, mejores horarios, que les faciliten acceder a esas cuestiones básicas desde sus municipios. Pero a pesar de la necesidad, y aunque “dicen que somos la puerta de entrada Europa, la vía a día de hoy no es más que una angarilla de palos viejos”, denuncia el alcalde de Gaucín, Pedro Godino. Hasta la estación los han acompañado muchos de esos vecinos desesperados para denunciar los “trenes tercermundistas”.

Lectura del manifiesto de los alcaldes del Campo de Gibraltar y Serranía de Ronda para pedir mejoras ferroviarias

Todos los pueblos de costa o interior tenemos los mismos derechos. Por eso queremos hoy dar este grito, para que nos escuche el Gobierno de España”, ha finalizado la anfitriona del evento, la alcaldesa de Ronda, María de la Paz Fernández. Los alcaldes han desembarcado en el municipio para firmar un manifiesto en el que exponen sus demandas, que será entregado al Ministerio de Fomento, al que piden una reunión urgente.

Arantza Montero, portavoz de los irreductibles de @ndaluciabay que todas las semanas protestan por el estado del ferrocarril, ha sido la encargada de leerlo. “Es apremiante que el Campo de Gibraltar, la Serranía de Ronda y la comarca de Antequera disfruten de unas conexiones ferroviarias óptimas como cualquier otra zona de España, a la altura de un país moderno y líder en infraestructuras y al nivel que le imponen sus sectores productivos”, reclaman. La pelota está ahora en el tejado de Fomento.

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