La parada de la factoría de Acerinox en Los Barrios está en el aire. La empresa inició el proceso de parada después de que anoche, tras la publicación en el Boletín Oficial del Estado del decreto que obliga a cesar toda actividad no esencial que requiera movimiento de trabajadores, constatase que la siderurgia no se había incluido como tal. Pero a pesar de no estar en ese listado de actividades autorizadas, el sector del acero ha recibido indicaciones desde el Gobierno de que sí podría enmarcarse en ellas y la factoría se encuentra a la espera de que se clarifiquen esas aseveraciones.

El desconcierto ha cundido en las últimas horas en la factoría de Palmones y en el sector del acero. Los borradores difundidos inicialmente incluían a la siderurgia como una actividad esencial y Acerinox llegó a comunicar a sus empleados que seguirían trabajado. A última hora de la noche del domingo, el decreto publicado en el BOE dejaba fuera al acero. Y este lunes se le indicaba lo contrario pero no llegaba un nuevo decreto.

Así lo ha comunicado el comité de empresa a los trabajadores en una circular. En ella explican que desde anoche se estaban llevando a cabo las acciones necesarias para parar la producción, organizando los servicios mínimos para ello. El proceso culminará esta noche pero queda entre interrogantes, a la espera de una comunicación "clara y oficial" del futuro de la fábrica en los próximos días. La fábrica está parada pero la empresa se ha preparado tanto para un parón hasta el Viernes Santo como para un escenario en el que pudieran seguir trabajando, aunque fuera con el personal mínimo imprescindible para mantener la producción necesaria. Más de 2.000 trabajadores en Los Barrios están pendientes de su futuro próximo.

La decisión tiene a la espera a un sector, el del acero, que factura en su conjunto más de 14.000 millones de euros y es netamente exportador, por lo que la paralización de las plantas le supondría un daño competitivo. La patronal Unesid (que agrupa a 46 empresas con 60.000 trabajadores) ha reclamado al Ministerio de Industria aclaraciones sobre un decreto que, critica, no ha tenido en cuenta las infraestructuras críticas, que no se paralizan nunca; el tiempo necesario para parar una instalación de estas características o los requerimientos de seguridad: "No vale cerrar la planta y marcharse". Tampoco qué ocurrirá con el material para las fábricas que ya está en camino y que arribará a los puertos en breves fechas o los pedidos que ya están comprometidos y tienen que salir de ellas.