La UFP denuncia la escasez de policías

Reclama la celebración de una junta de seguridad de manera urgente para evitar enfrentamientos

Carmen Echarri / Ceuta

21 de septiembre 2008 - 01:00

La Policía Nacional tiene un grave problema de efectivos, algo que se refleja de manera más sangrante en unidades como el 091, cuyos agentes están no sólo sobrecargados de trabajo sino que además están faltos de apoyo. Así lo denunció ayer la representante de la UFP -Unión Federal de Policía- Ana Moya, quien exige la convocatoria inmediata de la junta de seguridad para abordar no sólo esta situación de déficit, sino también los recientes altercados del Príncipe y las heridas abiertas entre Policía Local y Nacional que se traducen en una alarma social por la imagen que, de los agentes, llega al ciudadano.

Moya lo tiene claro. Cientos de veces la Policía Nacional ha dado protección a los de la Local, como también cientos de veces la Local ha sacado "las castañas del fuego" a la Nacional ante la falta de efectivos. La relación entre las bases es buena, otra cosa es que se llegue a situaciones límite motivadas por una realidad cuya definición no evita Moya, hacen falta más agentes y urge una redistribución adecuada para que unidades faltas de efectivos puedan nutrirse de otras en las que pueden sobrar.

El futuro no es bueno. En la próxima convocatoria de policías no hay prevista plaza alguna para Ceuta. No habrá incremento pero en cambio sí habrá descenso de agentes debido a las jubilaciones previstas. "Es urgente que se organice una junta de seguridad en la que se trate todo lo que está pasando", asevera la representante de UFP. Una junta en la que se dicten medidas, en la que se concluya un protocolo de actuación en el Príncipe "que ahora no existe por mucho que hablen de él y que tiene que ser por escrito" y en la que se deje claro cuál es el déficit actual que Moya ya ha avanzado: urgen más agentes.

"Se está dando una mala imagen, de vergüenza, los policías locales quedan en evidencia y los nacionales aparecen como unos dejados que no apoyan a otros compañeros cuando esto es incierto. Existe una alarma social que debe ser eliminada", apunta la sindicalista. Concretando en la problemática del Príncipe, Moya apunta directamente a los vecinos del barrio indicando que son ellos mismos los que deben colaborar para evitar que un grupo reducido, autor de los actos vandálicos, criminalice la barriada. Moya les recuerda que la ley les obliga a denunciar si son testigos de una acción delictiva, de ahí que sean las asociaciones de vecinos las que tengan que implicarse en la resolución del problema. UFP apoya además que haya una comisaría, pero eso sí, con sus efectivos y no una mera sede policial virtual con efecto mediático pero no real.

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