Los Barrios

Turco, un nuevo agente para la Villa

  • El policía local Francisco Sánchez adiestra un pastor alemán para detectar drogas y prevenir su consumo en espacios públicos Cederá su uso al Ayuntamiento para comenzar a trabajar

Lleva toda su vida preparándose para formar parte de la plantilla de la Policía Local de Los Barrios. Así contado parece una exageración del anhelo de muchos opositores, pero en su caso es así. Entre sus virtudes está la capacidad innata para el trabajo -tanta, que casi no le pesa-, y una habilidad de detectar sustancias que le garantizan su utilidad en el cuerpo. Se llama Turco y es un pastor alemán de tres años deseando empezar a trabajar.

 

Su guía es el agente Francisco Sánchez, y es el precursor del proyecto para que la Policía Local barreña cuente con un perro detector de estupefacientes para prevenir la tenencia y su consumo en espacios públicos. Sánchez adquirió hace tres años adquirió en Segovia un cachorro que apenas contaba dos meses y que contaba con un linaje que, en principio, garantizaba el éxito de su trabajo.  Con diez meses comenzó el adiestramiento y ahora, cuando cuenta tres años, es capaz de detectar marihuana, hachís y cocaína. 

 

"Mi ilusión era incorporar un perro a mi trabajo. Adiestrarlo para el rescate no tenía sentido y tampoco para detectar explosivos, por las competencias de la Policía Local. Así que lo he adiestrado para que, una vez esté trabajando, ayude a prevenir el consumo en parques, en colegios y en zonas de esparcimiento en general", contó Francisco.

 

El perro aún no sale a la calle a trabajar porque los trámites burocráticos están requiriendo su tiempo. Aunque es de Sánchez y él seguirá siendo su guía, cederá el uso del perro al Ayuntamiento mediante un contrato para que forme parte del patrimonio de medios de la Administración local. Y en esa fase están inmersos.

 

Mientras tanto, este pastor alemán negro sólido, vive entre el adiestramiento y una vida en familia cargada de anécdotas que demuestran que un perro de trabajo siempre está al acecho y no sabe distinguir que un día como hoy, domingo, si sale a acompañar a su dueño a comprar churros no tiene por qué marcar que ha encontrado alguna sustancia en alguien que está cerca. 

 

"La gente va conociendo ya el perro porque lo intento llevar a entrenar al mayor número de escenarios posibles", contó el policía y adiestrador. Además de sus enseñanzas, Turco y Sánchez superaron el primero de los cursos para guías caninos que ofreció la Escuela de Seguridad Pública de Andalucía en Sevilla. Ahora es capaz de detectar y marcar tres tipos de sustancias ilícitas, pero también quiere que sepa detectar heroína. 

 

Cuando esté en activo, Turco formará parte del Grupo Operativo de Apoyo y Prevención (GOAP), aunque también podrá trabajar en patrullas en las que se le requiera, por ejemplo, en feria o en Romería. Una vez esté asentado en el cuerpo servirá incluso para la labor educativa que ejerce el grupo desde hace tres años en los centros escolares y en asociaciones de vecinos.

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