'Tardevieja' y Nochevieja para saludar a 2018

La comarca recibe el nuevo año entre fiestas de amigos y reuniones familiares sin incidentes graves

Un grupo saluda minutos después de las campanadas de Fin de Año en un local de ocio de Algeciras.
Un grupo saluda minutos después de las campanadas de Fin de Año en un local de ocio de Algeciras. / Jorge Del Águila
A. Rodríguez

Algeciras, 02 de enero 2018 - 02:05

El Campo de Gibraltar celebró por todo lo alto la despedida de 2017 y los primeros compases del nuevo año. Bien con fiestas de amigos en viviendas o locales de ocio o con reuniones familiares, el tránsito entre años se saldó sin incidentes graves.

Desde primera hora de la tarde, tras el almuerzo, las zonas más céntricas de las principales localidades campogibraltareñas -especialmente Algeciras y La Línea- registraron un importante ambiente y reuniones para celebrar la cada vez más popular Tardevieja. El anticipo de la fiesta de Nochevieja para aquellos grupos de amigos con obligaciones laborales durante el día 1 (para no trasnochar) o simplemente que buscaban poder compatibilizar un rato de diversión entre conocidos y, posteriormente, hacer lo propio con famliares y allegados en un ambiente más relajado.

Tras las campanadas, los bares y locales de ocio de toda la comarca comenzaron a llenarse, si bien no fue hasta bien entrada la madrugada -sobre las 2:00- cuando la actividad tras las barras y en las pistas de baile tomó cuerpo.

En Algeciras, el Llano Amarillo y las calles Trafalgar y las inmediaciones del parque María Cristina fueron las zonas más concurridas mientras que en La Línea el entorno de la Plaza de la Iglesia y la calle López de Ayala, donde se concentran los principales pubes, se convirtieron en el epicentro de las celebraciones.

Fue una Nochevieja segura, a lo que contribuyó el importante despliegue policial y la existencia de controles de alcoholemia para disuadir de la siempre mala opción de beber y conducir. De hecho, los taxistas tuvieron una buena noche de trabajo, tomando el relevo a los churreros que horas antes de la salida del sol amasaron las primeras y reconstituyentes ruedas del desayuno español por excelencia para coronar una noche redonda y cargada de alegría.

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