OBSERVATORIO DE LA TROCHA | PATRIMONIO CULTURAL Y NATURAL

Sombras y luces en la conservación del patrimonio cultural (I)

  • Primera entrega de una serie de artículos sobre malas y buenas noticias relativas a una realidad que cada vez preocupa más a la sociedad: el cuidado del patrimonio de la comarca

Pintadas en el Abrigo del Extremo Sur,  Es el único enclave con arte prehistórico en La Línea.

Pintadas en el Abrigo del Extremo Sur, Es el único enclave con arte prehistórico en La Línea. / E.S.

Iniciamos hoy con carácter intermitente una sección dedicada a informar sobre las malas y buenas noticias relativas a una realidad que cada vez preocupa más a la sociedad. Trataremos el problema con carácter global, más priorizando los temas más cercanos geográficamente a los lectores de Europa Sur. En cada entrega, en primer lugar atendemos a las malas noticias para después consolarnos con las buenas, que afortunadamente son más.

SOMBRAS

Continúan las agresiones al arte prehistórico del extremo sur peninsular.

Como es sabido, las comarcas del Estrecho poseen un tesoro para cuya investigación, protección y aprovechamiento turístico-cultural, desgraciadamente aún no estamos preparados como sociedad. Se trata de una de las mayores concentraciones de arte prehistórico del mundo, siendo tal la magnitud de este patrimonio (se habla de más de 400 emplazamientos) que los esfuerzos que ahora se realizan son insuficientes. Durante siglos, estas manifestaciones únicas e insustituibles estaban protegidas por la soledad y el anonimato, perdidas en montañas de muy difícil acceso. Pero hoy el aumento del nivel de vida permite un acceso más fácil con los vehículos actuales, lo que se traduce en cantidad de excursionistas que por ignorancia, vandalizan y destruyen en unos segundos testimonios que milagrosamente habían sobrevivido al paso de los milenios. Ahora existe gran interés por parte de la administración, los centros de investigación y los grupos defensores del patrimonio para acometer esta tarea, que ha de ser conjunta y coordinada, para solucionar un problema que nos atañe a todos.

Incendio sufrido por una popular imagen religiosa linense.

Hace pocos días, la parroquia de San Bernardo en La Línea de la Concepción, sufrió un incendio en el cual resultó gravemente dañada la imagen de María Santísima de La Esperanza, realizada en 1951 por el imaginero sanroqueño Luis Ortega Bru. La causa fue una vela encendida que prendió en el manto, pero la rápida intervención de los presentes, e inmediatamente la acción de los bomberos, evitó daños al exterior de la capilla que alojaba la citada imagen, que es la cotitular de la Hermandad del Santísimo Cristo del Amor, que procesiona cada viernes santo. La noticia ha conmocionado al mundo cofrade comarcal, siendo general el deseo de una pronta restauración cuyas posibilidades están siendo evaluadas por los expertos. En Andalucía poseemos la mejor escultura policromada del mundo, un patrimonio cultural aún no catalogado y estudiado como merece. Los historiadores del arte, algunos grandes expertos, como Hernández Diaz, se centraron en los grandes focos de Sevilla, Granada, Valladolid o Murcia y en otros menores pero muy interesantes, como Cádiz, Málaga, Córdoba o Antequera. A pesar de ese esfuerzo, es mucho lo que queda por inventariar y proteger de una especialidad artística que en Andalucía arranca del siglo XIII y llega tan viva como pujante hasta hoy, lo cual constituye un caso insólito en la historia del arte.

Robo de un importante fósil en el parque del Centenario, de Algeciras.

Recientemente se ha producido un insólito atentado contra el patrimonio cultural en el Parque del Centenario (Algeciras), contenido en el Parque Natural del Estrecho, dotado con un sector de costa prácticamente virgen. Allí se conservaba hasta hace poco un interesante fósil de unos seis metros cuadrados y con antigüedad de más de 23 millones de años, pero que ha sido robado recientemente, privando de su estudio y disfrute tanto a la ciencia como a la ciudadanía. Estaba encuadrado entre los icnofósiles,  o restos de la actividad de organismos que dejaron fosilizada en la piedra la huella de su actividad. Concretamente, el fósil robado pertenecía al género paleodictyon, con forma de malla formada por hexágonos y apariencia de celdillas de un panal de abejas. Los paleontólogos ignoran a que tipo de organismo pertenecen estas redes de hexágonos, que aunque observadas en zonas abisales del océano, es muy raro verlas en la costa.

El vándalo ha hecho un doble daño: a la investigación de un misterio científico, pues estos casos se estudian mejor en su contexto, y a la sociedad en conjunto, pues nos ha privado de una seña de identidad algecireña. Por otro lado, aparte de su interés científico, estos fósiles carecen de valor comercial. Lo más sensato, es que la persona que ha hecho ese daño, posiblemente sin tener conciencia de ello, pusiera esa pieza en poder de la dirección del Parque del Estrecho, o de algún museo o centro de investigación, con la mayor discreción . Ello nos beneficiaria a todos, empezando por la persona que ha cometido ese error.

LUCES

Proyecto de recuperación del Entorno Natural de Paloma Alta.

Afortunadamente, proliferan las asociaciones culturales centradas en la protección de las muchas formas en que se presenta el patrimonio cultural. Una faceta importante del mismo es el patrimonio histórico militar, que en la zona de estrecho es tan importante, que no podemos permitirnos el lujo de abandonar. Con el objetivo de atender a ese patrimonio a nivel nacional y convertirlo en un activo útil a la sociedad en todos los aspectos, surgió la importante asociación Conde de Gazola. Según informa uno de sus directivos, Joaquín de la Cámara Delgado, se ha dado forma a un importante proyecto:

En el término municipal de Tarifa y a escasos 13 km de ella, el enclave de Paloma Alta y sus alrededores constituyen un paraje natural que ha sufrido un profundo y positivo cambio. Era un monte pelado a principios del siglo XX y hoy se ha convertido en un privilegiado refugio natural para la flora y fauna del Parque Natural del Estrecho. De modo contrario a lo que es habitual, ha sido la acción antrópica el origen de ese estado natural de excepción, pues en 1940 se instalaron en Punta Paloma tres gigantescos cañones para defensa de la costa durante la segunda guerra mundial.

En realidad son piezas de artillería naval, del mismo calibre de las instaladas en unidades tan famosas como el crucero de batalla HMS Hood o el mítico acorazado alemán Bismark. Son fruto de un diseño naval de 1926 e hicieron sus últimos disparos en 2008, existiendo un ofrecimiento de cesión a la Junta de Andalucía para su uso cultural. La existencia de ese notable enclave militar preservó su espacio de asentamiento de dos maneras, pues la zona de exclusión militar impidió la alteración del espacio, que fue inteligentemente repoblado para su enmascaramiento. Existe un proyecto para recuperar y abrir al público el entorno natural de Paloma Alta. Dentro de él, los cañones son ya importante reclamo por sí mismos, tal como se ha demostrado en toda Europa en los antiguos escenarios de la Segunda Guerra Mundial. Pero además se complementan con el complejo de edificios que albergaban la dotación de artilleros que les daba servicio, todo ello rodeado de una riqueza natural incomparable.

Los edificios se rehabilitarían, respetando su aspecto exterior original sin añadir construcción nueva alguna, para albergar un complejo ecoturístico dotado de salas de exposición, un auditorio, un centro de interpretación, biblioteca y varias zonas de observación de la naturaleza, además de un restaurante y la posibilidad de contar con un alojamiento tipo albergue.  En ellos será posible contemplar, estudiar, interpretar y analizar, a través de material museístico, documentación, medios audiovisuales y todo tipo de elementos de apoyo, la biodiversidad y evolución de la naturaleza en el Parque Natural, la evolución de las civilizaciones que han poblado el Campo de Gibraltar y la presencia militar en el Estrecho desde los tiempos más remotos.

En la zona del asentamiento artillero se rehabilitaría la antigua UTRANS como sala de proyección envolvente multidisciplinar en la que, de forma cíclica, se expondría el valor ambiental del Parque Natural, la historia de la zona y la tradición militar del Campo de Gibraltar. Los cañones y sus túneles de servicio, fortalezas en sí mismos cada uno, se restaurarían dejando uno de ellos para exposición al completo y los otros dos para exhibición exterior. 

Y por último el Centro de Operaciones, un búnker de cuatro plantas de los años 40, observatorio sin igual del Estrecho, sería rehabilitado para poder ver y estudiar las cuatro generaciones de tecnología de control que han existido a lo largo de sus casi 100 años de servicio. Paloma Alta es la última batería de este tipo que queda por abrir al público, de las cinco que aún existen en España. Por su inigualable situación en el Estrecho y la singularidad del enclave natural en el que se encuentra, merece el mismo respeto o más si cabe que el de sus hermanas. Este proyecto dará al Campo de Gibraltar un enclave natural de referencia para las generaciones futuras.

Paloma Alta, defensas del pasado, patrimonio del futuro.

Restauración de la imagen de nuestra señora de la Esperanza.

Mas arriba nos referíamos al incendio sucedido el 28 de mayo que tanto ha dañado a la imagen de María Santísima de La Esperanza en la parroquia de San Bernardo en la Línea de la Concepción. A consecuencia de ello, y tras consultar con varios expertos, la hermandad de Amor y Esperanza, reunida en cabildo general, acordó confiar la restauración de la imagen de la Virgen de la Esperanza al prestigioso escultor y restaurador sevillano Fernando Aguado.

Los daños presentes son gravísimos, pues se quemaron las manos y la cara principalmente, a parte de otros elementos de la escultura, tan ennegrecida por fuego y humo que su aspecto es espantoso. La policromía solo se conserva en contados puntos, como cabello y cintura, pero la madera original en apariencia no ha sido afectada, salvo lógicamente en las zonas que se han perdido por completo. Según opinión de Fernando Aguado, es necesario sanear la base de madera, tallando de nuevo lo necesario y eliminando los restos de la base de preparación y aparejo sobre la que se había aplicado la pintura, para proceder a un nuevo estucado y a la reproducción de la policromía primitiva. La idea es devolver a la talla su aspecto original y que pueda procesionar el Viernes Santo del próximo año.

La desgracia ocurrida nos hace pensar en lo necesario que es eliminar las velas como causa de incendio en las iglesias o el disponer medios para permitir de ellas un uso no peligroso. También es muy necesario catalogar todo el patrimonio cultural religioso y tenerlo perfectamente documentado gráficamente, incluso recurriendo a las modernas técnicas de reproducción en tres dimensiones.

Defensa de tesis doctoral sobre nuestro arte prehistórico.

El pasado viernes 17 de junio, un grupo de interesados en el tema nos desplazamos a la Universidad de Cádiz para asistir a la defensa de su tesis doctoral por parte de Diego Salvador Fernández Sánchez, destacado miembro del equipo de la UCA coordinado por el catedrático de prehistoria José Ramos Muñoz. La tesis trata sobre el arte paleolítico en el extremo sur peninsular y ha sido dirigida por los doctores José Ramos Muñoz y Marcos García Díez.

Dicha tesis ha supuesto un ingente trabajo durante años por parte del autor, que la presento de forma muy didáctica al numeroso público reunido, que no se quiso perder el acontecimiento, el cual podemos calificar de un hito en la historia de la investigación sobre el arte prehistórico de nuestra zona. El tribunal de expertos que juzgó la tesis estaba formado por Hipólito Collado Giraldo, Eduardo Vijande Vila y la prehistoriadora portuguesa Sara Liliana Magalhâes Barbosa Garcês. La tesis alcanzó una excelente calificación y a consecuencia del acto se entablo un animado debate sobre problemática y metodología de la investigación, que resulto de lo más interesante y puesto al día. Desde La Trocha deseamos al nuevo doctor, especializado en arte prehistórico, la mayor de las suertes en el ejercicio de su futura labor, que no dudamos será fructífera y útil.

El tratamiento que debemos aplicar a nuestro arte prehistórico se puede resumir en tres palabras: investigación, protección y divulgación. Con acciones como esta defensa de tesis, desde el ámbito académico se refuerza la imprescindible investigación, pues es necesario desentrañar las incógnitas presentadas por este tipo de arte, del cual sabemos en realidad muy poco. En esta faceta los verdaderos interesados pueden canalizar su inquietud colaborando con los especialistas, pero nunca actuando de forma descoordinada. En el aspecto de la protección son muchas las formas en que el ciudadano puede auxiliar a la administración y actuar en la divulgación controlada, que supone también una tarea colectiva, en la que todos podemos colaborar, pues la mejor protección de este patrimonio pasa por la concienciación de toda la sociedad sobre su importancia.

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