La Línea

Las claves de la restauración de la Virgen de la Esperanza de La Línea tras el incendio

  • El restaurador Pedro Manzano y el escultor Navarro Arteaga afirman que se debe realizar un profundo estudio del estado de la imagen 

La Virgen de la Esperanza de La Línea , en una fotografía de la hermandad.

La Virgen de la Esperanza de La Línea , en una fotografía de la hermandad. / M. G.

La talla de la Virgen de la Esperanza, una talla del escultor sanroqueño Luis Ortega Bru, sufrió graves daños el pasado sábado debido, posiblemente, a una vela mal apagada en la Parroquia de San Bernardo, en La Línea. La Dolorosa, fechada en 1951, ya sufrió un primer incendio en 1960, siendo restaurada por el propio autor. 62 años después, los hermanos de esta cofradía buscan una solución para recuperar a su Virgen, con el apoyo del Consejo Local de Hermandades y Cofradías de La Línea y ayudados por el asesoramiento técnico del Obispado.

"Estamos trabajando para que María Santísima de la Esperanza vuelva a lucir como siempre", afirma el hermano mayor de la Hermandad de Amor y Esperanza de La Línea de la Concepción, Juan Isidoro Gómez. Los estudios ya han comenzado y lo primero será realizar un escáner para conocer el alcance de los daños.

Pedro Manzano y José Antonio Navarro Arteaga, expertos en conservación y restauración de obras de arte y en escultura e imaginería, respectivamente, coinciden en afirmar para Europa Sur, aunque no han visto a la Virgen, que para hacer una valoración es imprescindible realizar un profundo estudio sobre la imagen y ver la profundidad de las quemaduras sufridas.

Manzano considera muy importante "comprobar si quedan restos de policromía para preservar la imagen original bajando las ampollas provocadas por el exceso de calor y adhiriéndolas sobre el soporte". Se trataría de "una operación sumamente delicada". Si la talla estuviese completamente calcinada "poco se puede hacer".

El especialista recuerda la importancia de realizar copias digitales de las imágenes, "puesto que ante una desgracia como esta se podría reconstruir, aunque perdiésemos la talla original". Esta técnica aun puede servir de ayuda, puesto que "si la imagen aún conserva su morfología, otra opción es escanearla en 3D y reproducirla en una madera sana, imitando la policromía original".

El Cristo de la Buena Muerte de Sevilla, escaneado por la Universidad de Granada. El Cristo de la Buena Muerte de Sevilla, escaneado por la Universidad de Granada.

El Cristo de la Buena Muerte de Sevilla, escaneado por la Universidad de Granada. / M. G.

Una fotografía realizada a la Virgen tras el incendio ha circulado a través de mensajería instantánea. En esta imagen se apreciaría a la María Santísima de la Esperanza con quemaduras de gravedad en las manos y con el rostro completamente ennegrecido por el fuego y el humo. La cofradía linense ha pedido que no se difundan este tipo de imágenes.

Arteaga, advirtiendo de que su valoración es poco exhaustiva debido a la falta de datos, señala que en estos casos "sería cuestión de mirar hasta qué punto le ha llegado el fuego a la madera, y ver si es sólo la primera capa. Lo mismo se retira toda esa tizne y la madera no está tan afectada". Sería un buen signo que la madera "no esté cuarteada", lo que indicaría que el fuego no ha penetrado. En caso contrario, "si una talla está carbonizada es irrecuperable, y no hay una técnica para devolverla a su estado original".

El escultor e imaginero asegura que sí se puede hacer "una copia de la talla utilizando fotografías como referencia, ya sea digitalmente o a mano alzada. Hay muy buenos 'copistas' que pueden hacer una copia muy buena", en caso de que fuese estrictamente necesario y así lo deseara la hermandad.

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