La historia ha sido una constante en las últimas semanas de agosto y primeras de septiembre. Una avería, la falta de una composición o una incidencia técnica transforman el ya de por sí largo viaje en tren entre Algeciras y Madrid en una suerte de peregrinación, en la que el retraso se acumula o los viajeros se ven obligados a cambiar el ferrocarril por un autobús en un momento dado. La reiteración de este tipo de incidentes ha generado una marejada de quejas en la población del Campo de Gibraltar por lo deficitario de un servicio básico como es el ferrocarril, pero Renfe apunta que se trata de problemas puntuales y argumenta que durante el verano "solo el 17% -de los trenes Altaria- sufrieron retrasos superiores a los 30 minutos". Es decir, 53 de 312 trenes sufrieron problemas de importancia entre el 1 de julio y el 16 de septiembre.

Ayer mismo otro de los trenes Algeciras-Madrid volvió a sufrir un retraso, en este caso de 28 minutos. Según explicaron fuentes de Renfe, en este caso se debió a una suma de circunstancias, todas ellas relacionadas con la infraestructura ferroviaria. Infraestructura pendiente de la renovación del corredor Algeciras-Bobadilla desde hace largos años.

Desde la compañía se insiste en que no hay un solo factor o problema que esté causando todas las averías, sino que son circunstancias diferentes en cada ocasión. En algunos días de graves retrasos, el problema ha sido de tracción del tren. Y cuando se estropea una locomotora, apuntan, se genera un efecto en cadena.

Los problemas no se circunscriben a la línea Algeciras-Madrid. Solo en septiembre ha habido una decena de incidencias en ferrocarriles que tienen origen o destino Algeciras, pero los trenes que conectan con Cádiz también han sufrido problemas. Y los problemas registrados en la media distancia entre Málaga y Sevilla llevaron incluso las demoras al Congreso de los Diputados: el diputado de Podemos Andalucía Sergio Pascual hizo una batería de preguntas al ministro de Fomento, José Luis Ábalos, para conocer "las razones y los motivos del cambio de trenes en los servicios públicos de media distancia en Andalucía por maquinaria obsoleta que acumulan cientos de incidencias". En su escrito, dirigido a la Mesa del Congreso de los Diputados, Pascual recoge que "en el servicio ferroviario que cubre la línea de media distancia entre Sevilla y Málaga, han sustituido los trenes de la serie 599 por trenes obsoletos y con serias deficiencias de la serie 598". Este cambio estaría provocando "que la mayoría de los servicios entre Málaga y Sevilla acumulen retrasos e incidencias". El cambio también afecta a los servicios de media distancia entre Granada y Almería, según denunció el comité de empresa de Renfe y Adif en Granada.

Las quejas se extienden por toda la geografía española. En una búsqueda rápida por Internet se detectan en Valencia, en Extremadura, cercanías... Según el diputado, "hace falta un plan de renovación del material rodante de Renfe porque lleva años de desinversión acumulada por culpa de la nefasta política presupuestaria del PP, que lo apostó todo al AVE y nada a la media distancia y cercanías, y que ahora va a requerir un tiempo de reposición".

En ese mismo sentido apuntan otras fuentes cercanas al Ministerio de Fomento, que señalan que en el propio departamento de José Luis Ábalos se reconoce que existe un déficit de infraestructura y material ferroviario patente, fruto de la política de inversión desarrollada en los últimos años, que ha dejado una potente red de alta velocidad pero en la que la red convencional, la larga y media distancia, han quedado en un segundo plano y está en mal estado.