Redondo imparte una lección de historia barreña para abrir la fiesta
Feria de Los Barrios
Las autoridades locales coronan a las reinas infantil y juvenil, Cristina Barcia y Estefanía del Río, en un imponente escenario que recrea con precisión el Tajo de Ronda
Los Barrios se trasladó ayer por unas horas a los pies del Tajo de Ronda para saludar con un marcado toque andaluz el inicio de la Feria y fiestas en honor a San Isidro Labrador, patrón de la Villa. Un arranque que, como manda la tradición, estuvo jalonado por el acto protocolario de coronación de las reinas infantil y juvenil, Cristina Barcia y Estefanía del Río; la imposición de sus bandas a las cortes de honor y la lectura del pregón a cargo del maestro Lorenzo Redondo. Y el de ayer fue, también, un arranque de Feria marcado por los cambios, principalmente por la recuperación de varios emblemas de las fiestas de antaño. Primero, el propio lugar de celebración, el céntrico Paseo de la Constitución; y, a la sazón, el autor del escenario: el artista local Bernardo Martínez que volvió a sorprender tras años de ausencia con una muy fidedigna recreación del Puente Nuevo sobre el Tajo de Ronda. Más de quince metros de altura y una compleja estructura de andamiaje para sustentar un ingenio con la intención de ser el primero de los escenarios de una Feria que, a partir de ahora, se dedicará cada año a una ciudad andaluza. Un Tajo tan fidedigno que hasta la primera teniente de alcalde de Ronda, Isabel Barriga, invitada al acto, bromeó señalando que sólo le faltaba el conserje que abre a diario el monumento.
La actividad comenzó a los pies del monumento pasadas las cinco y media, cuando el grupo municipal de baile flamenco que comanda Mati Acosta deleitó al público con una actuación de las integrantes infantiles mientras que quienes llegaban al Paseo se afanaban en coger un buen sitio entre los asientos. A las seis en punto, la Banda de Música de Los Barrios apareció desde la calle La Plata para subir hacia el templete donde hicieron su primera actuación, hace ya más de veinte años, interpretando un pasodoble. Había llegado el momento, todo estaba dispuesto. Tras la banda, las integrantes de la cortes infantil y juvenil, así como las reinas salientes, esperaban ataviadas en unos bonitos trajes de flamenca en tonos azules, verdes y rosas su turno para subir al escenario.
La joven Alba Prescott fue la encargada de dirigir el avance de la gala de coronación. Tras ocupar ambas cortes sus asientos, bajo los sones del Romance Anónimo, Prescott llamó al alcalde barreño, Jorge Romero, para que hiciera su primer discurso de arranque de la Feria como regidor municipal. "A pesar de las dudas y dificultades, empieza la Feria", saludó. Romero no esquivó que los tiempos difíciles han obligado a sustituir grandes festejos por unos cargados de imaginación. "Este año, celebramos la Feria gracias a la buena gente de Los Barrios", comentó, para luego agradecer al personal municipal, profesionales y voluntarios que, junto con las fuerzas de seguridad, pondrán estos días todo su empeño para que todo salga perfecto. El alcalde no dejó escapar los lazos que unen Los Barrios con Ronda y citó como ejemplos al taurino Pedro Moreno o las reconocidas actuaciones de la Banda de Música de Los Barrios en la corrida de toros goyesca.
Tras los saludos, Lorenzo Redondo, don Lorenzo, subió al escenario con el fin de volver a dar una clase tras soltar la tiza hace cuatro años tras una merecida jubilación después 40 años enseñando a varias generaciones de barreños. Siempre en la Villa. De hecho, la intervención de Redondo tuvo muchos elementos para ser considerada una clase en toda regla. En este caso, una lección sobre la historia reciente de la Feria de Los Barrios a través del testimonio directo del maestro. Y, como detalle, había sobre el escenario una mesa que bien recordaba a los escritorios de cualquier aula. "Quiero convertir este pregón en una clase más, libro incluido. Y el tema de hoy, la Feria", comenzó, no sin pedir silencio y atención -como en sus años ante los pupilos-. "Aquel que no entienda algo, al final de la Feria, que pregunte", bromeó para entrar en contacto con el público aunque la garganta le jugó una mala pasada y tuvo que pedir agua en varias ocasiones si bien superó ese trance con las tablas que dan 40 años frente a los ojos inquietos de niños ávidos de conocimientos.
Redondo comenzó a desgranar sus recuerdos alegando que en su infancia también había crisis. Una sencilla Coca-cola no estaba al alcance de cualquier niño; las manzanas caramelizadas eran todo un festín cuando llegaba la Feria y el pueblo se llenaba de casetas instaladas con el esfuerzo y dedicación de los peñistas. Las atracciones, recordó, eran ingenios que para moverse necesitaban del propio esfuerzo de los chiquillos mientras que las tómbolas atraían a tentar la suerte con el mismo soniquete de hoy a la hora de cantar los premios.
Redondo se detuvo en 1969, primer año de ejercicio profesional del magisterio en la Escuela Hogar San Isidro Labrador. "Encontré a Los Barrios encantador, pequeño y blanco", reconoció para luego rememorar nombres propios de una Villa que tenía también una sana pugna entre los clubes de fútbol Atlético y Juventud de Los Barrios a la hora de instalar la mejor caseta. Currito de la Justa y su corneta, Antonio Arroyo y la pintura a mano de la leyenda en las bandas de honor o los pinchitos de la terraza de Soussi (aún presentes ya en pleno siglo XXI) y la extinta plaza de toros portátil. "Ya es casi la hora del recreo", dijo para embocar el tramo final de su discurso que concluyó animando a todos los presentes a aparcar las prisas cotidianas para disfrutar de una bella Feria.
Cumplida con esta parte del protocolo, llegó el momento esperado por los familiares de las integrantes de ambas cortes. Las pequeñas embajadoras de Los Barrios fueron las primeras. La concejal de Fiestas, Carmen Roldán, fue la encargada de colocar la corona a la pequeña Cristina Barcia que hasta ese momento lucía la reina infantil saliente, Celia Marchante. Después, fue el turno de la imposición de bandas a su corte de honor, compuesta por las niñas Sara Marín; Miriam Perea; María Hormigo; Claudia Ramos; Ainhoa Lian García e Iratxe Gil.
La reina juvenil, Estefanía del Río, recibió la tiara de manos del alcalde y en presencia de su antecesora en el cargo, la joven Paloma Ledesma. Ya coronada, agradeció la buena organización del acto que llegaba a su fin y pidió a su pueblo que llene de alegría el recinto ferial. Su corte de honor, compuesta por Marta Correo; Irene Pacheco; Anabel Carretero; María Espinosa; Sara Rubio y Miriam Piña, recibieron sus respectivas bandas de honor minutos antes de que el grupo municipal de baile flamenco volviera al escenario para dar por cerrado el primero de los actos del programa oficial.
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