La Operación dóberman de lucha contra el tráfico de cocaína y desarrollada por la Guardia Civil ha puesto a disposición judicial a 51 personas integrantes de una organización criminal que introducía estupefacientes en España desde el norte de África. Para ello, aprovechaba la infraestructura de las bandas criminales del hachís y usaba potentes embarcaciones con motores fueraborda. En la operación han sido incautados 1.255 kilogramos de cocaína y 390 de hachís.

El balance ofrecido este viernes por la Benemérita da cuenta, además, de la localización de dos plantaciones con cerca de 600 plantas de marihuana y nueve vehículos, de los que cuatro habían sido previamente sustraídos. Se han intervenido más de 60.000 euros en efectivo, abundante documentación, dispositivos electrónicos de última generación, tres armas de fuego y seis embarcaciones semirrigidas valoradas en 1.500.000 euros.

En septiembre de 2019, la Guardia Civil detectó cómo en la localidad sevillana de Lebrija podrían estar botando embarcaciones semirrigidas con potentes motores, como las que usan habitualmente para el narcotráfico y que están actualmente prohibidas. A raíz de ello, los investigadores consiguieron ubicar una nave muy cercana al río Guadalquivir y que estaba sirviendo para guardería de este tipo de embarcaciones.

La colaboración de la Gendarmería de Marruecos, clave en la desarrollo de la operación policial

Desde ese instante se estableció un dispositivo de vigilancia observando cómo de la citada nave salían semirremolques en cuyo interior se presumen que podrían ir escondidas estas embarcaciones, conocidas como gomas.

En una de las vigilancias, los agentes detectaron una nueva embarcación que poco después fue botada y que días después traspasó bultos a una embarcación más pequeña que alijó en las costas de Huelva. En este dispositivo se incautaron unos fardos que contenían 1.255 kilos de cocaína de gran pureza. En Marruecos se intervienen, paralelamente, otros 476 kilogramos de cocaína pertenecientes a la misma organización que tenía la guardería ubicada entre Casablanca y Rabat.

Fruto de las investigaciones españolas y de la cooperación con la Gendarmería marroquí se pudoreconstruir la ruta que siguió la cocaína desde Sudamérica a Europa. La cocaína llegaría a Marruecos a través contenedores desembarcados en el Puerto de Casablanca. Desde allí la llevarían a la citada guardería.

La droga se transportaba en vehículos al punto de carga en la playa donde se acercaría la goma. Tras una larga navegación, llegaba a las costas del sur de España.

Las investigaciones determinaron que parte de la organización tendría su base en Estepona y, de hecho, se le incauta a esta rama 390 kilogramos de hachís, que eran transportados también en embarcaciones semirrigidas.

También se registró, el pasado 10 de marzo, una nave industrial en Los Guijos, en Algeciras, según fuentes de la Guardia Civil.

Tras meses de investigación se conoce que los cabecillas eran un vecino de Lebrija y otro de El Cuervo, ninguno de los cuales hacía ostentación del dinero que amasaban, llevando una vida discreta. Conocida por los investigadores la organización al completo y su modus operandis, se solicitaron al juez encargado de la investigación 23 entradas y registros en las provincias de Sevilla, Cádiz y Málaga, procediéndose a la detención de los miembros de la red.