Tráfico de drogas

  • La Guardia Civil detecta nuevas rutas de los traficantes de hachís en la costa mediterránea

  • Las embarcaciones se alejan del litoral para tratar de pasar desapercibidas

Narcos: del Estrecho de Gibraltar a Tarragona pasando por Alicante

Una patrullera de la Guardia Civil, el pasado día 19, con los fardos hallados en una narcolancha en la costa alicantina. Una patrullera de la Guardia Civil, el pasado día 19, con los fardos hallados en una narcolancha en la costa alicantina.

Una patrullera de la Guardia Civil, el pasado día 19, con los fardos hallados en una narcolancha en la costa alicantina. / Redacción (Alicante)

No hay distancias insalvables que salvar en el mar para los clanes de la droga. Desde las costas africanas del Estrecho pueden llegar –y llegan, de hecho– hasta prácticamente cualquier punto del litoral mediterráneo español. Las mafias del hachís no dudan en transportar su mercancía a bordo de potentes narcolanchas hasta localizaciones muy alejadas, como da fe un alijo intervenido en Tarragona el pasado mes de marzo. Son viajes duros y peligrosos para sus tripulaciones, de centenares de millas de distancia, en los que embarcaciones semirrígidas llenas de fardos de droga y de petacas de gasolina suelen navegar lejos de tierra para tratar de pasar desapercibidas.

La estrecha vigilancia que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado someten a las costas andaluzas, especialmente desde 2018 como consecuencia de la activación del Plan Especial de Seguridad contra el narcotráfico en el Estrecho –extendido posteriormente al resto del litoral de la comunidad autónoma– ha obligado a las redes del narco a idear nuevas rutas para introducir el hachís en la península.

La embarcación intervenida en Alicante. La embarcación intervenida en Alicante.

La embarcación intervenida en Alicante. / E. S. (Alicante)

A medida que aumentaba la presión policial en el Estrecho y áreas circundantes, los narcotraficantes se desplazaban hacia el Oeste (desembocadura del Guadalquivir, Huelva y el Algarve portugués) y el Este (Málaga, Granada y Almería), viéndose obligados a aumentar los costes de intendencia y a desplazar a veces, incluso, a sus collas (grupos de personas encargadas de acarrear los fardos de hachís una vez llegan a la costa) hasta esos nuevos puntos de llegada.

La Guardia Civil viene detectando, según confirman fuentes de la institución, que ese desplazamiento de los lugares de desembarco por parte de los traficantes se extiende en ocasiones mucho más allá de los límites de Andalucía. Así ocurrió el pasado miércoles, día 19, cuando la Benemérita interceptó en la costa de Vila Joiosa (Alicante) una embarcación con casi un centenar de fardos de hachís, que arrojaron un peso aproximado de 3.900 kilos. Según informó el instituto armado, fueron detenidas diez personas de entre 22 y 53 años, a las que se les investiga por delitos contra la salud pública y tráfico de drogas.

La embarcación fue detectada de madrugada, cuando navegaba a 52 nudos, lo que activó un amplio dispositivo que llevó a su interceptación en la playa El Arsenal. Se trataba de una lancha con tres grandes motores que trasladaba los fardos.Al verse sorprendida por la Guardia Civil, la tripulación comenzó a lanzar al mar parte de la carga, aunque esta fue recuperada en su totalidad. Además de la embarcación fueron intervenidos cuatro vehículos a motor, tres de ellos tipo turismo, y una furgoneta.

La patrullera, con los fardos. La patrullera, con los fardos.

La patrullera, con los fardos. / E. S. (Alicante)

Las fuentes consultadas confirman que los detenidos pertenecen a un grupo asentado en el Estrecho de Gibraltar, que posiblemente se hizo en esta ocasión con los servicios de personas de la zona para descargar la droga. “Ya lo han hecho también en Huelva, pagando una miseria a un grupo de migrantes subsaharianos”, apunta un experimentado agente de la Benemérita.

La localización de las narcolanchas cuando están lejos de la costa no es tarea sencilla, admite la Guardia Civil, que ve probable que las organizaciones de narcotraficantes presten apoyo a esas embarcaciones en algunos puntos intermedios de sus rutas para suministrarles combustible y víveres para las tripulaciones.

El pasado 27 de marzo se detectó una narcolancha nada menos que en la costa de Tarragona cuando intentaba descargar diversos fardos con droga en la playa Llarga de Vilanova, según narró el Diari de Tarragona. Se trata de una antigua zona de marismas del delta del Foix sin viviendas cercanas, ideal para que el desembarco de los fardos se realizase con discreción.

Sin embargo, una llamada a los Mossos alertó sobre las 07:00 de la presencia de la narcolancha y de las extrañas maniobras en su entorno de una furgoneta. En la playa, según el citado periódico, esperaban varias personas y el vehículo para cargar la droga dejada por la lancha. Los integrantes de la colla huyeron al verse sorprendidos, unos a pie y otros por el mar. En la arena quedaron varios fardos.

La embarcación semirrígida donde se halló la droga, embarrancada La embarcación semirrígida donde se halló la droga, embarrancada

La embarcación semirrígida donde se halló la droga, embarrancada / E. S. (Alicante)

Días antes, también en Tarragona, la Policía Local de Deltebre había localizado embarrancada en la playa una barca, en la que los Mossos y la Guardia Civil encontraron cinco fardos.

Fardos en Formentera

De la presencia de los narcotraficantes en el Mediterráneo da cuenta igualmente la aparición de fardos en la isla de Formentera. El pasado martes, día 18, fueron hallados cuatro de ellos en la playa des Còdol Foradat. Según informó Ràdio Illa, en una noticia recogida por noudiari.es, los fardos llegaron a la playa arrastrados por la corriente. La oficina de prensa de la Guardia Civil informó de que cada uno pesaba entre 30 y 40 kilos.

Según el mismo diario digital, no es nada raro que aparezcan fardos en la costa de Formentera, puesto que el pasado marzo apareció uno de 30 kilos en Caló de Sant Agustí y el año pasado aparecieron dos, uno en julio, en Migjorn con unos 20 kilos, y el otro en abril, de 30 kilos.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios