Campo de Gibraltar

Muere un joven que practicaba pesca submarina en Valdevaqueros

  • Las tres personas que le acompañaban le sacaron del agua al percatarse de que estaba en dificultades

  • No fue posible reanimarle

Un joven malagueño de 35 años murió ayer al mediodía mientras practicaba pesca submarina en la playa tarifeña de Valdevaqueros. El fallecido, cuya identidad no ha trascendido, había acudido a la ensenada para practicar este deporte acompañado por otras tres personas.

Según informaron desde el servicio de Emergencias 112 Andalucía y Salvamento Marítimo, sus compañeros le sacaron del agua sobre la una de la tarde al percatarse de que se encontraba en dificultades y avisaron a las autoridades, que movilizaron a distintos medios entre ellos agentes de la Guardia Civil y un helicóptero de los servicios sanitarios.

Los restos mortales fueron trasladados al tanatorio de Los Pinos para la autopsia

Los intentos del personal médico por reanimarlo no tuvieron éxito, por lo que se dio aviso a la autoridad judicial para que practicase el levantamiento del cadáver. Seguidamente, los restos mortales del joven fueron trasladados hasta el tanatorio de Los Pinos (Algeciras) para ser sometido a la autopsia que determine las causas exactas de la muerte, si bien varias fuentes consultadas por este periódico apuntan hacia el ahogamiento como motivo más probable del deceso. La Guardia Civil, no obstante, mantiene abierta una investigación de los hechos.

El fallecimiento del submarinista se produce apenas dos semanas después de la muerte de otro buzo -Jesús Ramón Vázquez Tojeiro- en la zona de La Alcaidesa (término municipal de San Roque), el pasado 5 de enero. En ese caso, el fallecido desapareció después de una inmersión en una zona que conocía, la del frente litoral de La Alcaidesa.

El barquero que le acompañaba avisó a Emergencias de que Jesús no había regresado a la superficie tras llevar más de una hora sumergido a unos 70 metros de profundidad, aproximadamente. El dispositivo de emergencias puesto en marcha aquella jornada no dio frutos, por lo que en los días sucesivos el dispositivo de rastreo se vio ampliado con submarinistas de la Guardia Civil y particulares -especialistas- conocidos del fallecido que contribuyeron en su busca. Finalmente, los restos mortales del hombre aparecieron tras nueve días de búsqueda.

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