El mundo de la fotografía está de luto por el fallecimiento, a los 49 años, del algecireño Alexis Torres Edwards, un artista que defendió a través de la fotografía analógica, desde su atalaya en el cuarto oscuro, una personalidad única que le convirtió en una de las figuras más rompedoras que ha dado el Campo de Gibraltar.

"Llegué a la fotografía por la necesidad de expresar mi mundo interior a través del arte e intentar colaborar con mi obra fotográfica a crear una visión del mundo con armonía, belleza, elegancia, vitalidad y un toque de fantasía", explicaba este autor inimitable en una entrevista en la revista TqPlusArt.

Fascinado desde muy pequeño por el arte, rondó varias disciplinas, sobre todo la escultura, la pintura y cerámica, antes de quedar enamorado de la fotografía, a la que se entregó desde la Escuela de Artes y Oficios. Por aquellos años, contactó con la UFCA y eso le sirvió para labrarse un camino personal e imposible de etiquetar como artista, a veces surrealista y siempre teatral, y a explorarlo a través de las técnicas del blanco y negro. 

En muy poco tiempo estaba exponiendo en el Instituto Cervantes de Múnich, la Casa de América de Madrid o la Sala Amadis entre otras, según recordaba él mismo. Tanto cuando tuvo grandes éxitos, cuando exponía en las mejores salas, galerías y ferias de arte, o conseguía importantes premios, como cuando se le veía arrodillado en cualquier mercadillo callejero vendiendo sus obras, jamás se traicionó a sí mismo, ajeno siempre las modas y leal a un estilo personal que le brindó la admiración de muchos de sus compañeros. 

En la colección de la UFCA quedan más de medio centenar de sus obras, un tesoro que ha puesto en valor el presidente del colectivo, Alberto Galán, con un artículo en su blog en el que se lee: "Su perdida, traumática donde las haya, nos ha dejado absolutamente desolados pero se hace necesario un esfuerzo para poner en valor su trayectoria y su legado, y lo hacemos ahora porque así lo quiso él, siempre reacio en vida a protagonismos, exposiciones o cualquier cosa organizada en torno a su persona".

En Marruecos, Senegal, Malasia o India, "su obra, icónica y fascinante, fue creciendo exponencialmente y siempre ha sido un reflejo de su personalidad y de su relación con lugares que descubría por azar o intuición, bajándose de un autobús y caminando hasta un punto en la lejanía donde al llegar pedía alojamiento. Allí con el tiempo establecía los vínculos necesarios para ser uno más y fotografiar sus creaciones como parte de un juego, dando forma a escenas absolutamente surrealistas", subraya Galán. 

Nacido en La Línea, pero algecireño de adopción, la carrera de Alexis estaba en un punto álgido hasta su fallecimiento el lunes 27 de julio. Hace solo un año expuso junto a Francisco Uceda y Blanca Morales en MECA Mediterráneo Centro Artístico, sede de PhotoEspaña 2019, en la segunda de las tres muestras TQ+SUR.