La lucha de la Guardia Civil contra el narcotráfico por cielo, mar y tierra
Seguridad
La Benemérita incorpora un dron aéreo de alta autonomía en el Estrecho de Gibraltar, que se suma al submarino Gladius Mini S para combatir a las mafias
La Guardia Civil de Algeciras tendrá un dron submarino para buscar drogas y contrabando en los buques
La Guardia Civil contará con un sistema de observación aéreo de alta autonomía para luchar contra el narcotráfico en el Estrecho de Gibraltar y zonas de influencia, que se unirá al nuevo dron submarino del modelo Gladius Mini S, que incrementará la capacidad de los agentes para realizar inspecciones en los cascos de los barcos en busca de mercancía de contrabando o drogas, entre otros usos.
La Subdirección General de Planificación y Gestión de Infraestructuras y Medios para la Seguridad, dependiente de la Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior, ha sacado a licitación por 210.000 euros la adquisición de este RPAS (sistema de aeronaves pilotadas por control remoto). Las empresas interesadas en suministrarlo tienen hasta el 11 de diciembre para presentar ofertas.
El pliego que rige la adquisición de este equipamiento guarda la confidencialidad de sus características operativas "con objeto de impedir que su conocimiento pudiera ser utilizado o incluso detectado por organizaciones criminales que anulen su eficacia". El documento también señala que de no poder llevarse a cabo esta contratación, "supondría pérdidas y/o retrasos en la obtención y elaboración de información necesaria para esclarecer y relacionar hechos delictivos, con la repercusión en el campo de la seguridad que ello implica".
El equipamiento que contratará el Servicio Aéreo de la Dirección General de la Guardia Civil será un dron de ala fija con despegue vertical para dotar a la Unidad de Policía Judicial de la Zona de Andalucía de una herramienta “eficaz y polivalente en la lucha contra el narcotráfico en el marco de la Operación Carteia".
El sistema de RPAS de ala fija permite su uso en todo tipo de escenarios y, a su vez, es difícilmente detectable debido a las largas distancias a las que trabajan la aeronave y sus componentes ópticos y por la insonoridad que mantiene en el vuelo.
Para realizar sus tareas asignadas, el Servicio Aéreo de la Guardia Civil cuenta actualmente con una flota helicópteros y aviones, así como de una flota de drones distribuidos por distintas unidades.
El pliego de condiciones recoge que uno de los principales problemas existentes en la actualidad en la zona del Estrecho de Gibraltar y su área de influencia es la delincuencia organizada y el narcotráfico, así como la vinculación de éstos con el terrorismo yihadista. "Combatir estas formas de criminalidad es una prioridad y un objetivo estratégico de todas las unidades implicadas en el Plan de Seguridad del Campo de Gibraltar. Estos fenómenos hacen que dichas unidades necesiten disponer de equipamientos especiales para luchar contra los miembros de estos grupos delictivos", señala.
El Plan de la Operación Carteia establece que se desarrollarán "operaciones de intensificación y alto impacto en aquellas zonas y espacios temporales que se consideren más delicados".
"Es frecuente, que quienes pretenden delinquir, extremen las precauciones para evitar ser descubiertos en la realización de sus actividades ilegales, lo que se hace muy difícil efectuar vigilancias si no se dispone de los medios adecuados que puedan ser operados de manera remota, que sean fácilmente desplegables en todos los escenarios de uso posibles y que sean difícilmente detectables tanto de día como de noche", indica la Guardia Civil.
El cuerpo destaca que el uso de drones se emplea cada vez más para multitud de escenarios, permitiendo realizar aquellos cometidos encomendados de una manera más especializada y eficiente. El acceso visual en remoto a lugares de gran dificultad, así como la disminución del riesgo personal para determinadas circunstancias y el ahorro de costes respecto a la aviación tradicional, hacen de los RPAS una herramienta de gran importancia en el uso policial.
El desarrollo tecnológico ha permitido un gran avance en los sistemas de aeronaves de control remoto (RPAS) de ala fija, siendo un instrumento fundamental para su implementación como medio técnico de investigación. Este aumento de capacidades permite satisfacer los requerimientos técnicos de la función policial moderna, como puede ser la localización de objetivos y sus medios de locomoción implicados en una investigación policial, mediante una aeronave de control remoto.
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