Elecciones Andalucía 2018

Con sabor a derrota

  • Los resultados en la comarca amargan el panorama de PSOE, PP y Adelante Andalucía

  • Más de la mitad de los electores se abstuvo, un hecho fuera de las previsiones

Caras largas en  la sede del PSOE de Algeciras la noche del 2D

Caras largas en la sede del PSOE de Algeciras la noche del 2D / Jorge del Águila

Los imprevistos resultados electorales en Andalucía dan para múltiples análisis, tanto para intentar explicar las causas del derrumbe del PSOE como para tratar de adelantarse a lo que puede ocurrir en los próximos meses. He aquí algunas claves desde una perspectiva campogibraltareña.

Un PSOE sin autocrítica

Sin autocrítica es imposible corregir el rumbo, pero el PSOE sigue erre que erre, sostenella y no enmedalla. Los socialistas, con Susana Díaz al frente del Gobierno de la Junta, han obtenido los peores resultados electorales en unas elecciones andaluzas. En el Campo de Gibraltar, se ha desangrado perdiendo nada menos que el 38% de sus votantes. Los 33 escaños de este 2D son su suelo electoral. Tratar de enmascarar lo ocurrido, como sugirió la candidata socialista, en el marco de una derrota global de la izquierda no cuela. Se ha dejado atrás nada menos que catorce parlamentarios, frente a los tres de Adelante Andalucía. Y el PP también ha reducido su representación, al pasar de 33 a 26 escaños. No es una crisis de la izquierda. Lo visto es solo la consecuencia final de un movimiento de ruptura que busca nuevas formas de expresión. En las generales 2014 y andaluzas de 2015 fue Podemos el que captó el voto del cabreo que, ahora, se ha quedado en casa o bien ha migrado a Cs y Vox por incumplimiento de las expectativas. Abandonada por la izquierda y con un PP aún débil tras perder el Gobierno central, los de Rivera y Abascal se han adueñado de la trinchera de valores constitucionales, como la unidad de España o la defensa de la Corona, ante el desafío continuo de los independentistas.

Nuevo escenario premunicipal

No son trasladables los resultados a unas elecciones municipales, aunque sería de necios no sacar consecuencias. Cs es el primer partido en Algeciras, con lo que a poco que afine con la elección de su cabeza de lista se llevará un buen puñado de concejales. Landaluce, que el 2D no se prestó para la foto en la sede del PP pese a ser su presidente local –tampoco lo hizo JuanLozano en la del PSOE–, debe ponerse las pilas porque su partido es cuarta fuerza en la ciudad. La pregunta es si tiene algo nuevo que ofrecer, no ya para mantener la mayoría absoluta, sino para seguir siendo el candidato más votado. El PSOE en San Roque mantiene medianamente el tipo, aunque a costa de dejarse una cuarta parte de los votos. Peor situación se presenta en Tarifa, donde los socialistas han perdido una tercera parte de sus votos. La Línea y Los Barrios juegan en otra división en materia municipal puesto que los partidos en los que militan sus alcaldes están fuera de la órbita autonómica.

Sondeos, redes y abstención

Todas las encuestas realizadas cayeron en el mismo error: no prever el alcance de la abstención, del 41,3% en Andalucía y nada menos que del 50,7% en el Campo de Gibraltar. La cocina de las encuestas mide la intención de voto directa, la simpatía que despiertan los partidos y el recuerdo de voto de las anteriores elecciones. El guiso fue para tirarlo directamente a la basura. Las redes sociales son un buen termómetro del pálpito social. En la crónica de Europa Sur sobre el acto de Susana Díaz con mayores en Campamento, ni uno solo del centenar largo de comentarios hechos por los lectores en las redes sociales del periódico era favorable a la candidata socialista. ¿Dónde estuvieron los suyos?

Vox, un voto transversal

¿Por qué pensábamos que España o Andalucía iban a escapar de la oleada xenófoba de los Le Pen, Salvini, Orban y compañía? El discurso de Santiago Abascal es de ultraderecha, vende más visceralidad que ilusión, y, a pesar de eso, su voto es transversal porque pesca en todos los caladeros con mensajes simplistas. Los extranjeros nos invaden, es una de sus máximas, resultado de lo cual ha ganado en El Ejido y en las mesas localizadas en muchas barriadas marginales del Campo de Gibraltar. Cuando el Estado se muestra incapaz de solucionar los problemas, renuncia a hacerlo o incumple sus promesas, aparecen las consecuencias.

Nombramientos

No cabe duda de que los comicios supondrán un cambio de Gobierno en Andalucía, ya sea con la suma de PP, Ciudadanos y Vox o, más improbable, con la del Ejecutivo de concentración propuesto por Susana Díaz frente a la ultraderecha. Sea como fuere, habrá relevos importantes en puestos destacados. El principal de ellos es la presidencia de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras (APBA). Manuel Morón, su titular desde 1998, ha venido retrasando con 72 años su jubilación en el cargo, aunque ahora, en lugar de recaer en un socialista, podría ser alguien afín al PP o Cs. En cualquier caso, no cabe duda de que el nuevo responsable deberá contar con un amplia experiencia en el sector para culminar retos como la ampliación de los muelles o la ubicación del nuevo fondeadero. También tocará relevar a los delegados territoriales de la Junta.

Profetas sin tierra

Los candidatos de la comarca salieron trasquilados del 2D. La cabeza de cartel de Adelante Andalucía (AA), la sanroqueña Ángela Aguilera, perdió en su pueblo más de 800 votos, quedando su formación en cuarto lugar. Tampoco tuvo excesiva suerte AA en Algeciras, de donde es natural Inmaculada Nieto, su número tres: pese a ser reelegida como diputada, la coalición quedó en quinto lugar en las preferencias de los electores más especiales. En el PP, Pilar Pintor, número cuatro, no logró ser elegida, la misma suerte que el sanroqueño adoptivo y consejero de Cultura en funciones, el sevillano Miguel Ángel Vázquez, quinto en el PSOE.

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