Condena de 153.000 euros a los dueños de la gabarra 'Eileen' por un vertido de fuel de 2002
Tribunales
La empresa Ceutamar logra una indemnización por los daños a la piscifactoría que tenía frente a Campamento
El fallo emitido por el Juzgado de lo Mercantil de Cádiz reparte a partes iguales la sanción para la compañía responsable del buque y su aseguradora
La empresa de acuicultura Ceutamar deberá ser indemnizada casi veinte años después de sufrir las consecuencias de un derrame de hidrocarburos provocado por la gabarra Eileen en la Bahía de Algeciras el 23 de diciembre de 2002. Aquel vertido, entre otros daños, afectó a una piscifactoría que explotaba esta compañía frente al muelle de Crinavis, en Campamento (San Roque).
Así lo ha determinado el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Cádiz en una reciente sentencia que condena tanto a la empresa propietaria de la gabarra como a la compañía aseguradora a pagar 153.401,32 euros de indemnización más los intereses generados desde el año 2014, cuando se presentó la demanda.
La condena para Inversiones Marítimas del Mediterráneo, entonces propietaria de la barcaza con bandera de Reino Unido y base en el Puerto de Gibraltar, y para la aseguradora The Britannia Steam Ship Insurance establece el carácter solidario (a partes iguales) a la hora de afrontar la compensación económica. El fallo ha sido emitido en primera instancia, por lo que cabe la posibilidad de recurso, según la sentencia a la que ha tenido acceso Europa Sur.
Ceutamar denunció por haberse considerado gravemente perjudicada tras el derrame de unos 4.000 litros de fuel ocurrido aquella jornada, víspera de la Nochebuena de 2002. La empresa pedía inicialmente una indemnización de 1.831.331,21 euros por los daños materiales, cese de la actividad y lucro cesante. Desde el bufete De Castro Gabinete Jurídico, que ha representado a la mercantil, valoran el carácter pionero del fallo porque, al margen de la cantidad concedida a su cliente, condena directamente y en primera instancia a la aseguradora. Algo que también sucedió con el hundimiento del Prestige en Galicia, ocurrido el 13 de noviembre de 2002, aunque en ese caso la responsabilidad sobre la aseguradora no recayó hasta el recurso ante el Tribunal Supremo.
La gabarra Eileen, hasta que dejó de operar, dejó un triste balance de episodios contaminantes en la Bahía de Algeciras a principios de la década de 2000. Fue responsable de al menos tres vertidos entre los años 2001 y 2005 en la zona. El 24 de agosto de 2001, un fallo en el trasvase de fuel desde la gabarra Eileen al buque inglés Kest Reiland provocó un vertido de fuel de dos kilómetros.
Por el vertido de las navidades de 2003 ya se le impuso una multa de 600.000 euros desde las autoridades marítimas, mientras que el 29 de septiembre de 2005 causó otro derrame de cerca de 7.000 litros de hidrocarburos en San Roque. Años después fue apartada de la actividad y desguazada.
Proceso judicial
La compañía denunció que el buque Eileen realizaba aquel día de 2002 una maniobra de carga en sus tanques de diversos hidrocarburos marinos cuando vertió al mar entre 3.000 y 4.000 litros de fuel del tipo IFO 180. La sustancia se extendió a las pocas horas en forma de chapapote por la Bahía de Algeciras y afectó, principalmente, a la playa sanroqueña de Puente Mayorga y a las costas de La Línea, con una mancha de unos 800 metros de longitud en la línea costera. También alcanzó las instalaciones de la piscifactoría de Ceutamar, que entonces contaba con jaulas flotantes para el cultivo de doradas y lubinas, situadas frente al astillero de San Roque que ocupaban unos 34.200 metros cuadrados.
Ceutamar pedía 1,8 millones por la sustitución de redes, varado y limpieza de uno de sus buques manchados, la pérdida de la biomasa (ejemplares criados) y por el lucro cesante en dos periodos de los años 2003 y 2005. La sentencia recoge que además de no poder realizar su actividad en los primeros meses de 2003, el vertido tampoco permitió criar alevines para la temporada de 2005, cuando la actividad de Ceutamar también estuvo parada por la afección al ciclo de crecimiento de los peces.
Inversiones Marítimas del Mediterráneo y la aseguradora replicaron en el procedimiento que la denunciante había "desfigurado totalmente" las circunstancias del vertido, así como "su responsabilidad, su magnitud y su extensión y los daños que, en su caso, habría causado a sus instalaciones". En resumen, según los demandados, Ceutamar solicitaba una cuantía muy elevada para sufragar a su costa la renovación de las instalaciones. Ambas también explicaron en el proceso que ya se celebró una causa penal por este episodio de contaminación que, a su juicio, dejaba abierta la responsabilidad también para el personal de tierra encargado de la operativa con el combustible.
La sentencia evalúa y cuantifica de forma muy prolija cómo afectó la contaminación a la actividad. Por un lado, durante varias semanas Ceutamar no pudo alimentar a los peces del criadero, lo que provocó una bajada de la biomasa del 15%, aproximadamente, unas 85 toneladas menos de pescado, según la sentencia. Tampoco pudo preparar la campaña de meses venideros, lo que afectó a la campaña de 2005.
El fallo recoge el peritaje de los daños efectuado por una consultora externa. A resultas, el tribunal accede en parte a las pretensiones de Ceutamar porque le da la razón frente a los demandados, pero en una cuantía sensiblemente inferior al no considerar justificada la cuantía por el lucro cesante. La indemnización, pues, cubre finalmente los daños materiales, la limpieza de uno de los barcos, la biomasa perdida por adelgazamiento y falta de crecimiento, el coste de la inactividad evaluado para los años 2003 y 2005, un acta notarial y el lucro cesante, evaluado este último en 104.704,41 euros.
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