El tarifeño Ignacio Morales Trujillo ha sido propuesto por el colectivo ecologista Agaden como Premio Laurisilva por su contribución a la conservación del medio ambiente. El premio se entregará próximamente junto con el Premio Atila que, por el contrario, evidencia las malas actuaciones hacia el entorno natural.

Así, para la trigésimo segunda edición, Ignacio Morales (Betijuelo, 1930) recibirá el galardón por ser considerado un superviviente de un modo de vida en armonía con el entorno donde ha nacido y transcurrido toda su existencia. "Vive de manera austera sin alterar sus costumbres, apegadas a los ciclos de la naturaleza, en una morada de piedra y paja de más de 200 años que mantiene como en tiempos de sus ancestros, con las mínimas adaptaciones a algunos de los servicios y tecnologías que a partir de los años 60 del siglo XX comenzaron a introducirse en la zona", explica Agaden.

"Desde la infancia ha conocido el cuidado de los animales, las labores del campo y el trabajo de la plantación de árboles que ahora le acompañan en sus paseos. Ejemplo de la preservación del medio natural, debido a su sabia observación de la naturaleza y de la concepción de que esta debe ser central en la construcción de nuestros hábitats. Convive en equilibrio con el bosque, el huerto, los animales domésticos y los modernos y desgastados objetos cotidianos que recicla con imaginación", añaden los ecologistas.

Para Agaden, Morales representa una forma de vida que pone en valor el decrecimiento y el reciclaje como actitud frente a la agresión al medio ambiente, al extractivismo de los recursos naturales, la falsa idea de que son infinitos y al despilfarro.

Por el contrario, los Premios Atila cuentan con varias nominaciones para "premiar" las malas prácticas ambientales. El listado lo comienza el alcalde de Jimena, Fran Gómez, al que Agaden propone por la proliferación y aprobación de proyectos de energías fotovoltaicas. Agaden subraya que ante la falta de ordenación por parte de la Junta, los ayuntamientos tienen herramientas para "defenderse de la especulación" que, apuntan, no se aplican.

El Ayuntamiento de Tarifa es otro nominado al Atila por el apoyo "a proyectos especulativos como Las Piñas" y por los vertidos de aguas no depuradas en Los Lances. Así mismo, Agaden incluye en sus propuestas negativas al Ayuntamiento de Castellar, por mantener planes de desarrollo del municipio "en base a burbujas especulativas" por el visto bueno a una urbanización con campo de golf en una zona con escasez de agua. 

Agaden incluye igualmente en la lista a otro ayuntamiento, en este caso el de Los Barrios, por su apoyo al proyecto de planta de recuperación de residuos Marpol. "Podría perjudicar seriamente a la economía orientada al turismo gastronómico de la ciudad, su playa y el paraje natural del río Palmones en la Bahía de Algeciras", justifican.

La Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras (APBA) es nominada al Atila por la contaminación atmosférica de los buques en el Puerto de Algeciras y por la proliferación del alga invasiva rugulopteryx okamurae.

Por último, Agaden nomina al Atila el proyecto Alcornocales Borondo Reserva Ambiental que pretende construir un complejo turístico y ambiental en la zona de Guadalquitón, en San Roque.