Una mejora a medio camino
La Glorieta Ingeniero La Cierva está experimentando un cambio integral en su diseño. Desaparecen los desniveles, pero el suelo es mejorable
La Glorieta Ingeniero La Cierva empieza a mostrar lo que va a ser su aspecto futuro. Para la mitad del verano se quiere tener totalmente concluida una obra que trae un cambio significativo en la configuración de la plaza con respecto a lo que se conocía hasta ahora. La principal novedad es que se acaba con el desnivel que dejaba la plaza a dos alturas y que tantas caídas había provocado. Se acaba con las barreras arquitectónicas
Cambia también el lugar de los bancos y la zona infantil, que tendrá su correspondiente suelo de caucho para proteger de las caídas a los más pequeños.
Esta obra tiene un coste de 1,1 millón de euros y responde al pleito que mantuvo el Ayuntamiento con la empresa que en su día ejecutó la obra del estacionamiento público y la plaza, Ferrovial, debido a las filtraciones que se estaban produciendo en el aparcamiento que explota la Empresa Municipal de Aparcamientos (Emasa).
Aunque al Ayuntamiento no se le puede poner peros a su intentos de mejorar las plazas públicas de la ciudad, el diseño de las mismas no sigue siendo su fuerte.
En la Glorieta Ingeniero La Cierva sigue habiendo un exceso de la solería típica de la avenida de tacos que le da un aspecto demasiado triste.
Estas obras han traído también consigo una mejora de la impermeabilización de cara a que el agua no se filtre hacia el aparcamiento subterráneo.
La primera fase abarcaba la zona más cercana a la Avenida, desde el kiosco que hay en la esquina frente a Muñoz Arenillas hacia la arteria principal. En la segunda, se actuará en un espacio más pequeño que abarca desde el citado kiosco hasta el hotel Playa Victoria.
Esta es una de las plazas más utilizadas durante los fines de semana por los padres debido a la amplitud del espacio, los juegos infantiles y el bar que está situado en este espacio de 1.500 metros cuadrados.
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