Real Balompédica Linense

El 'fair play' financiero llega a la Segunda B

  • El presidente de la Española confirma medidas de control económico a los clubes a partir del próximo verano

Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol

Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol / E.S.

El presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, ha anunciado este martes en el Desayuno Deportivo de la agencia Europa Press que el próximo mes de julio la Asamblea General del organismo que encabeza votará, o mejor dicho casi con total seguridad aprobará, la instauración de un mecanismo de control económico para todos los clubes de Segunda B (categoría en la que milita la Real Balompédica Linense) y Tercera (en la que en la actualidad lo hacen el Algeciras CF y la UD Los Barrios).

El sistema para evitar que los clubes superen los gatos a los que pueden hacer frente es muy similar al que ejerce la Liga de Fútbol Profesional, como el pasado 23 de enero explicó este periódico.

Se trata de un mecanismo que, salvo sorpresa, ya entrará en vigor el próximo curso y que tendrá una vigencia de tres temporadas.

De esta forma, a partir del próximo mercado estival, los clubes ya deberán de rendir cuentas al órgano de validación federativo para poder llevar a cabo sus operaciones tanto en las entradas como en las salidas. Otro de los apartados en que se maneja la Española es exigir que, al menos en Segunda B, todos los jugadores dispongan de contrato profesional.

“Vamos a instaurar un control económico en Segunda B y en Tercera que comenzará la próxima temporada y que por petición de la Comisión de Clubes de Segunda B y Tercera se va a instaurar las próximas tres temporadas”, confirmó Luis Rubiales.

Sin embargo, esta nueva medida no llegará de manera imperativa, sino que la RFEF quiere dialogar su implantación con los clubes de ambas categorías. Como ha confirmado el propio Rubiales, en los próximos meses se hará un debate con los clubes que liderará el presidente de la Comisión de Segunda B y Tercera, el cántabro José Ángel Peláez.

Desde su instauración primero en la UEFA y después en LaLiga eran muchas las voces que pedían que llegara este fair play financiero al fútbol modesto. Un fútbol que está menos profesionalizado que la Segunda o Primera y que más lo necesita para crecer y ser sostenible.

La necesidad de su implantación de este nuevo control económico queda cada verano de manifiesto con las amenazas –y a veces ejecuciones– de descensos administrativos al no poder hacer frente los clubes a las deudas acumuladas durante la temporada con sus jugadores , a los que están obligados a liquidar antes del 30 de junio.

En concreto le sucedió en 2018 al Lorca, que bajó dos peldaños, uno por deméritos deportivos y otro como consecuencia de sus deudas.

La Federación Española tiene como reto minimizar el efecto de una competencia desleal que se produce cuando equipos con enormes deudas históricas como Recreativo de Huelva, Hércules, Racing de Santander o Real Murcia firman a jugadores por cantidades que no están al alcance de sus competidores pero a las que de antemano saben que no podrán acabar haciendo frente.

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