Finales de los años 80. El anuncio de Campos de Sueño, una película un tanto ñoña pero que logró un inesperado éxito de taquilla -seguramente porque contaba en su reparto nada menos que con Kevin Costner- dejó un mensaje impreso en una generación. Una invitación a no rendirse nunca. “Sólo cuando se cree en lo imposible, lo increíble se hace realidad”. A esa teoría se aferran desde el domingo a las 20:00 la Balona y los balonos. Una permanencia que a la hora del almuerzo -a la vista de los triunfos de Ceuta y Badajoz- se antojaba casi una quimera y que este lunes ha propiciado que todos los seguidores del equipo de La Línea hayan rescatado el rosario y la calculadora. Ha quedado formalmente establecido el estado de esperanza. Sin límites.

Una victoria. Una, después de diez jornadas. Y todo parece haber cambiado. Por encima de lo que diga la clasificación. La Real Balompédica Linense ha recuperado su autoestima, su orgullo. Y lo más importante, aunque sigue en puestos de descenso y a dos puntos de las plazas de permanencia, con solo nueve por jugarse, la afición ha restañado su fe en el vestuario. Los reproches se han trasformado en mensajes de ánimo.

El cartel de la Real Balompédica, obra de José Luis Lima

En Fuenlabrada -donde hace más de una semana que comenzaron a preparar el encuentro con la venta de entradas a un euro a sus abonados- ya hablan de que el próximo domingo (16:00) se jugará una finalísima en el Fernando Torres. La Balona, que hace apenas un puñado de días se veía entregada, se siente con fuerzas para salir airosa de la misma. Como poco, con el triunfo de esta jornada 35 se ha ganado el derecho a disputarla. Y a hacerlo con el respeto de su gente.

Esta metamorfosis ha llegado producto de un conjunto de cosas. El triunfo sobre el Córdoba, cuyos aficionados fueron tan bien atendidos que no existió cordón policial a su alrededor y se despidieron con un significativo “a ver si podemos venir la temporada que viene”. El golazo de Alhassan Koroma, señalado como el mejor de la jornada en todos equipos andaluces por Canal Sur. Y sobre todo el matrimonio entre la grada y el vestuario, que el propio Víctor Basadre reconoció que fue pieza fundamental para el resultado. Todos ingredientes para lo que sigue siendo una hazaña, se antoje ahora más factible. Y lo que es muy importante, para que el equipo vuelva a ser comidilla en los mentideros de la ciudad. Evitar el descenso se ha convertido, de repente, en una cuestión de primera necesidad.

Los jugadores no son ajenos a eso. Fran Morante, que sufre y mucho porque una lesión le impide participar en estre tramo final de la temporada expresa en sus redes sociales un sentimiento compartido por muchos: “La Recia nunca se rinde”.

Alhassan Koroma celebra su laureado gol con un mensaje cargado de intención: “El coraje es la más importante de todas las virtudes, porque sin coraje, no puedes practicar ninguna otra virtud de manera consistente”. “Gran victoria, muy orgullosa del equipo”, añade su hermano Alu.

La propia entidad con un cartel en el que habla de “Operación Fuenlabrada +3” muestra su confianza en la plantilla. También lo hace el grupo de Facebook “Espacio Balono” con un significativo “aferrados a la vida” que hace referencia al titular de Europa Sur en la crónica del encuentro entre los albinegros y los califales.

Por todo es casi mejor acabar como empezó. Con una de esas frases lapidarias. En este caso del archiconocido psicólogo y escritor de libros de autoayuda estadounidense Wayne Walter Dyer. "Ve a por ello ahora”, dijo. “El futuro no está prometido a nadie”. Y el futuro puede ser la permanencia en una Primera Federación a la que cuesta un mundo regresar cuando sales de la misma.