Real Balompédica - Sevilla Atlético | Pretemporada

(1-0) Balonos, lo que os estáis perdiendo

  • Los albinegros derrotan a otro rival de su categoría, el Sevilla Atlético

  • Luis Alcalde anota un emotivo tanto del triunfo

  • Los de La Línea demuestran otra vez solidez, solidaridad y oficio

Din Alomerovic  forcejea con el sevillista Juan María

Din Alomerovic forcejea con el sevillista Juan María / RBL

Una verdadera pena. Una lástima que el puñetero coronavirus esté privando a la afición de La Línea de estar estar disfrutando de la pretemporada de su Balona. Los albinegros vencieron este sábado a otro rival de Segunda B, el Sevilla Atlético -en el que fue baja Kibamba, con problemas en una rodilla- en duelo que por intensidad, concentración y respeto mutuo se pareció mucho, entre otras cosas por su caràcter austero, a lo que se suele ver en competición en esta categoría de bronce. El partido sirvió para demostrar que el club no debía esperar más para contratar a Masllorens -su fichaje ya es un hecho- y para que el tanto de la victoria lo anotase Luis Alcalde. Una diana preñada de connotaciones añadidas.

Por mucho menos de lo que se ha visto en los tres últimos amistosos de la Balona (empate con el Almería y victorias sobre Marbella y Sevilla Atlético) se desataba la euforia en la hinchada albinegra en años anteriores. Después de aquella derrota ante el Linares en la clandestinidad a la que obliga el protocolo Covid-19, Calderón ha ido imponiendo su sello a un conjunto que exhibe orden y solidaridad, que sabe a lo que juega y en el que determinadas individualidades comienzan a sobresalir de forma mucho más que esperanzadora. Tanto que hay que sujetar bien el teclado para no acabar haciendo vaticinios de los que cuando llegue la hora de la verdad se pueden volver en contra del que pone la firma. La Balona corroboró ante el Sevilla Atlético que sabe sufrir y eso en esta división es un valor que cotiza y mucho.

En los dos últimos compromisos Aly Coulibaly ha aprovechado la ausencia por lesión de Paco Candela para avisar de que va a haber tortas para jugar en el pivote. Masllorens dejó al cuerpo técnico sin más opciones que contratarle. Nacho Mirás va creciendo en la portería por momentos. Firmó dos paradas de portero/portero. Y ojo que a Din Alomerovic. Muchos se habían aventurado a cortarle un trajecito al macedonio incluso antes de comenzar el trabajo y le han bastado tres encuentros –los que se han visto- para silenciar a sus críticos. A ellos hay que añadir el nombre de Nacho Holgado, que ha dejado de ser El Niño, para disputar un puesto como titular. Y eso que esta vez tuvo momentos de sobradito, Y él sabe mejor que nadie que ése no es el camino.

Bueno, todo eso sin que la disparatada reglamentación que obliga a tener cursada las licencias esté permitiendo ver en acción a Walosso o al meta Williams, por poner unos ejemplos.

Como le sucedió ante el Marbella, la Balompédica fue de menos a más a lo largo de los noventa minutos. De hecho en el primer tiempo tuvo que echar mano dos veces de su portero en acciones de Simo (minutos 31’ y 39’). Eso sí el sistema 1-4-1-4-1 cortocircuitó al Sevilla B. A la contra Peque disfrutó de la más clara (34’) pero disparó muy mal y el esférico se marchó muy lejos del marco.

En la segunda mitad el equipo de La Línea –que sigue jugando los amistosos de celeste- sufrió menos… pero concedió más. Permitió dos o tres acercamientos peligrosísimos del rival como consecuencia de errores individuales aislados, pero que en un partido de competición te penalizan y te mandan a casa con la carita pintada. Nada más comenzar la segunda entrega Juanlu estrelló el balón en el poste.

 Va a ser cuestión de irle explicando a Bryan Barrios, que volvió a actuar de central, que o se emplea con la misma contundencia que ante el Almería o que si hay una demarcación con overbooking es precisamente el eje de la zaga.

La Balona reaccionó con un contragolpe en el que Tato Díaz ejerció de Luis Alcalde y viceversa. El nueve envió un balón a la espalda de la defensa y el almeriense se adentró en el área y colocó con precisión muy cerca del palo. Un gol que le viene de maravilla después de unas semanas complicadas. El atacante dedicó su diana a su mamá con un inequívoco gesto hacia el cielo, desde donde ésta decidió hace apenas unos días que continuaría velando por el futbolista.

De ahí al final, y fue media hora, una partida de ajedrez. Un partido en el que el Sevilla puso talento en el césped y la Balona, oficio, orden y saber estar. Un quiero y no puedo del filial ante un conjunto albinegro que emana una sensación de solidez que hasta sorprende a estas alturas.

Que si, que lo que importa es lo del día 18 ante el Marino en Los Cristianos, pero mientras tanto, tranquiliza ver que el trabajo se está haciendo de categoría. Qué pena, de verdad, que esté solo a la vista de unos pocos.

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