El exentrenador de la Real Balompédica Linense Alberto Monteagudo se ha convertido este miércoles en el tercer entrenador de la presente temporada del UCAM Murcia Club de Fútbol, rival de la propia Balona en el grupo IV de la Segunda Federación. Monteagudo suple a Raúl Guillén, quien se mantendrá dentro de la estructura deportiva de los universitarios. Guillén se hizo con las riendas del conjunto murciano hace dos meses, entonces se decía que de manera interina, en sustitución de Víctor Cea. Monteagudo llega al cargo con la misión de clasificar al UCAM para el play-off de ascenso a Primera RFEF, objetivo que en estos momentos tiene a seis puntos.

La incorporación de Alberto Jiménez Monteagudo fue anunciada este miércoles por parte de la entidad universitaria horas después de comunicar la salida de Guillén del banquillo, tras de siete jornadas de éste al frente de la nave. El nuevo míster tendrá la ocasión de debutar con los azuldorados el domingo en el partido de la vigésimo tercera jornada del campeonato que estos disputarán a las 11:30 en el campo de La Unión Atlético, un derbi regional.

Monteagudo, nacido en la localidad albaceteña de Valdeganga el 27 de septiembre de 1974 -tiene 49 años-, recala en el UCAM CB con contrato firmado hasta el final de la presente campaña y toma las riendas con el equipo siendo el décimo clasificado con 29 puntos sumados en 22 partidos disputados (es decir, cuatro menos que la Balona).

El que fuera jugador del Albacete Balompié, el Recreativo de Huelva, el Real Murcia, la Unión Deportiva Las Palmas y el Club Deportivo Numancia, entre otros equipos, comenzó su andadura de entrenador con 34 años tras colgar las botas como jugador del Lucena Club de Fútbol.

Su primer destino en los banquillos fue precisamente el cuadro andaluz y posteriormente dirigió a la Cultural y Deportiva Leonesa, al Club Deportivo Badajoz, al Cádiz Club de Fútbol, a La Roda Club de Fútbol, al Fútbol Club Cartagena, al Apollon Smyrnis griego, al Club Deportivo Lugo, al Recreativo de Huelva y por último en la Real Balompédica Linense, a la que salvó del descenso en la primera andadura y en el fue destituido en la segunda tras sumar las primeras ocho jornadas sin conocer la victoria.