La directiva de la Real Balompédica Linense ha hecho público este viernes un comunicado a través de sus redes sociales en el que anuncia que el presidente, Raffaele Pandalone, comparecerá la semana próxima (sin precisar el día) en rueda de prensa para “informar de la situación” en la que se encuentra la entidad después de que el pasado sábado se consumara el descenso del primer equipo a la Segunda Federación, con un empate sin goles en el Alfonso Murube de Ceuta. Los albinegros están pendientes de la venta del accionario por parte de los actuales propietarios, el mencionado Pandalone y el empresario de origen alemán Andrés Roldán, fundador de la empresa costasoleña Football Impact.

“La Balona está viva”, anuncia la entidad de La Línea en su escrito, en alusión a una frase que acuñó el añorado Luis Manciño. Con ella la entidad pretende dejar patente que con el descenso a la cuarta categoría del escalafón nacional no se acaba la historia de una sociedad centenaria que, como refleja Diario de La Línea, ya ha pasado seis veces por esta situación deportiva en el último siglo, en el que incluso llegó a militar una temporada en la desaparecida Regional Preferente.

“Estamos trabajando a toda máquina para dotar de la máxima estabilidad a la entidad”, continúa la nota de la directiva, que ya el pasado sábado, tras consumarse el descenso, se declaró máxima responsable del fracaso deportivo.

Este anuncio viene a reflejar la intensa labor que se está llevando a cabo desde el club en la última semana (aunque las conversaciones vienen de largo) para lograr una inversión que permita la continuidad de Pandalone en el cargo o, en su defecto, suponga el cambio en la propiedad y también en la dirección.

De manera paralela a esta gestión institucional, la empresa que lleva a cabo la reconstrucción del estadio Municipal, Albaida Infraestructuras, ha comenzado a retirar las vallas publicitarias de los fondos de gol y ha solicitado a la Balompédica que deposite todo el material de oficina y vestuarios en contenedores que ha proporcionado el Ayuntamiento para su almacenamiento temporal.

La compañía solicita que durante la última quincena del presente mes de junio los albinegros deben abandonar sus actuales dependencias tanto deportivas como de gestión, ambas en los bajos de Preferencia del Municipal.

En el periodo de transición -que se antoja que no va a ser corto- desde que la Balompédica salga del estadio hasta que regrese a sus nuevas dependencias, en las entrañas de la nueva Tribuna, las oficinas deberán fijarse en otros puntos de La Línea. Una de las opciones que maneja la directiva es desplazarse a la Peña Balona, en la calle Clavel. Ya ha habido contactos con el presidente de la misma, Julio Vega, pero según afirman ambas partes, aún no existe una decisión definitiva.