Real Balompédica Linense

La Premier de Gibraltar echa las redes en el vestuario de la Balona

  • Lincoln y Europa pelean por hacerse con Juampe, al que en el Peñón ya vinculan con Rafa Escobar

  • Carrasco, Gato y Joe, entre los objetivos de los equipos del otro lado de la Verja

Jugadores de la Balona escuchan las instrucciones de su entrenador con  el Peñón de fondo

Jugadores de la Balona escuchan las instrucciones de su entrenador con el Peñón de fondo / Jorge del Águila

La amenaza en la que se ha constituido el poderío económico de la Premier League de Gibraltar para fútbol de la comarca y muy especialmente para el linense se extiende más allá de los canteranos que se impacientan por disfrutar de oportunidades o de ilustres veteranos que buscan un retiro agradable y bien remunerado: los equipos de proyección internacional de la competición de la colonia británica ya tientan con suculentas ofertas incluso a futbolistas de la primera plantilla de la Real Balompédica.

Tenía que acabar sucediendo. Los clubes de la Premiero League de Gibraltar que adquieren el derecho a competir en Europa se garantizan cifras que según la el torneo y las eliminatorias que superen oscilan entre los 250.000 y los 600.000 euros. Con esas cifras y teniendo en cuenta que en algunos capítulos sus gastos son mínimos o inexistentes (caso de los desplazamientos) se disparan sus opciones para compensar a los jugadores, que además se sienten atraídos por la posibilidad de disfrutar de la experiencia que supone disputar una competición internacional e incluso la de disfrutar de más de un fin de semana libre, ya que no son pocas las jornadas cuyos partidos se disputan entre semana.

Ya en los últimos meses habían empezado a encontrar acomodo en equipos con intención de creer futbolistas que aún están en condiciones de competir en España con garantías, como es el caso del meta jimenato Francisco Javier Mateo (ex de Balona y Algeciras) que se refugió en el St Joseph’s tras regresar a la comarca procedente del Villarrobledo. Antes lo había hecho Olmo González, que tras una larga trayectoria en la Balona se marchó al Europa al saber que no podría seguir compatibilizando el equipo albinegro con sus obligaciones laborales.

Era solo un aviso. Ahora los dos sempiternos primeros clasificados Lincoln y Europa ya están decididos a rascarse el bolsillo y competir directamente con el equipo de la comarca que milita en una categoría superior (Segunda B), la Real Balompédica y no solo perseguir a aquellos que ya están descartados.

La directiva que encabeza Raffaele Pandalone realizó el pasado mes de febrero una oferta de renovación a Juan Pedro Rico, Juampe, como ayer desveló este periódico. El tarifeño ha aplazado su respuesta hasta final de temporada, en principio para decidir en virtud de su estado físico.

Lo cierto es que también ha recibido la llamada del Lincoln Red, asesorado entre bambalinas por algún exmiembro del cuerpo técnico del Europa. El conjunto rojillo ya le ha advertido que estaría encantado de contar con sus servicios. Y ni que decir tiene que después de años trabajando codo con codo, el Europa de Rafa Escobar tanto de lo mismo... o más. De hecho no son pocos los que sostienen que Juampe ya tiene apalabrado su acuerdo con los verdinegros y que solo espera a que termine la temporada para hacerlo público.

Fuentes muy cercanas al fútbol del Peñón aseguran que el central José Manuel Carrasco y el banda Jesús Ramos Gato son piezas muy apetecibles para sus equipos más representativos.

Incluso jugadores con contrato en vigor como es el caso de José Manuel Martínez Joe han sido cuestionados sobre su futuro, aunque en su caso, salvo sorpresa mayúscula, éste seguirá vinculado un año más al de la Real Balompédica.

Lo que ya se antoja incuestionable es que la ofensiva de la competición gibraltareña ya es un hecho y que o mucho cambian las cosas o tendrá dos consecuencias: por un lado habrá jugadores que aún podrían ser apetecibles que decidirán marcharse al Victoria Stadium y otros optarán por quedarse, pero obligarán al conjunto de La Línea a echar mano del talonario.

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